El emprendimiento social es aquel proyecto que busca generar un impacto positivo en la sociedad. ¿Cómo? Tratando de dar visibilidad y planteando soluciones a problemas sociales y medioambientales, principalmente. No está reñido con la rentabilidad empresarial (imprescindible para que cualquier proyecto pueda crecer).
En un emprendimiento social el eje central del negocio es la resolución de un problema que atañe a la sociedad. Si atajar y resolver la cuestión genera, además, beneficios económicos, permitirá perpetuar una actividad socialmente responsable a partir de sus propios recursos.
El término “emprendedor social”, como tal, lo acuñó en el año 1981 Bill Drayton. Tras un viaje a la India, Drayton se dio cuenta de la necesidad de resolver problemas sociales desde una base empresarial. Al volver de este viaje, comenzó a buscar personas con este ímpetu emprendedor pero, al mismo tiempo, social, para conectarlos entre sí y que trataran de resolver los problemas más importantes de la sociedad actual.
El principal objetivo de una empresa social es transformar la realidad para convertirla en una más justa. También persigue un reconocimiento social de un determinado problema. En ese sentido, es importante destacar que no todas las empresas que realizan este tipo de emprendimiento son sin ánimo de lucro. Existen empresas sociales que sí tienen fines comerciales. El asociacionismo es un tercer objetivo de este tipo de emprendimientos. Pero en estos casos, el objetivo principal será solucionar los problemas a los que se enfrenta la sociedad: el hambre, las desigualdades, la exclusión social, la educación, la salud o el cambio climático, entre otros muchos.
Claves del emprendimiento social
- Misión de impacto: La principal característica del emprendimiento social es su compromiso con una causa social o ambiental. Estos esfuerzos suelen enfocarse en abordar problemas como la pobreza, la falta de acceso a la educación, la salud deficiente, la degradación del medio ambiente, y toda necesidad que muchas veces es ignorada por los medios masivos de comunicación.
- Innovación: De la mano con el punto anterior, estos emprendimientos introducen enfoques innovadores y creativos para abordar problemas complejos. Esto puede implicar el desarrollo de nuevos productos, servicios, modelos de negocio o nuevas tecnologías.
- Sostenibilidad financiera: Aunque el objetivo principal es generar un impacto positivo en la sociedad, las y los emprendedores sociales buscan asegurar la sostenibilidad financiera de sus empresas. Esto significa que deben generar ingresos y, en los mejores casos, obtener ganancias para mantener y expandir sus operaciones. Esta es la principal característica que separa al emprendimiento social de las Organizaciones sin ánimos de lucro (NPO, por sus siglas en inglés) y las Organizaciones No Gubernamentales (las conocidas “ONG”), que mantienen su funcionamiento por medio de donaciones o financiación pública.
- Participación de la comunidad: Muchos emprendedores sociales trabajan de cerca con las comunidades a las que sirven. Se esfuerzan por comprender las necesidades y deseos de estas, y colaboran activamente en el diseño e implementación de soluciones.
- Colaboración: El emprendimiento social a menudo implica colaboraciones con organizaciones sin fines de lucro, gobiernos, empresas u otras partes interesadas. Estas alianzas pueden fortalecer la capacidad de abordar problemas complejos y maximizar el impacto. A su vez, la colaboración siempre está abierta a individuos. Las redes sociales son protagonistas entonces en un constante intercambio de conocimientos y la creación de redes de apoyo.
- Responsabilidad social empresarial: Los emprendimientos sociales incorporan principios de responsabilidad social empresarial en sus operaciones. Esto implica conocer la ética detrás de la toma de decisiones empresariales y la búsqueda de formas de contribuir positivamente a la sociedad. Estos emprendimientos pueden buscar ayudar a las organizaciones tradicionales para desarrollar y promover tecnologías limpias y sostenibles para abordar desafíos ambientales.
Tipos de emprendimiento social
Existen diferentes tipos de emprendimiento social, en función de su ámbito de actuación, sector u objetivo principal.
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- De promoción: En este tipo de emprendimiento social el objetivo principal es difundir y divulgar estas ideas socioeconómicas o medioambientales.
- Especializados: En este caso, se centra en un asunto en concreto.
- De acción local: En este caso, también se tratan problemas concretos y puntuales, pero más que difundirlos, se lucha por resolverlos actuando en las zonas donde se originan. Suelen acotarse a lugares y momentos determinados.
Por otro lado, se pueden distinguir dos tipos de emprendimiento social si nos fijamos en el origen de su financiación:
- Dependiente: Son proyectos financiados por instituciones ajenas al emprendedor o a la empresa.
El emprendimiento social como ventaja competitiva
El emprendimiento social está en auge. Llamamos emprendimiento social a la puesta en marcha de empresas que persiguen mejorar el mundo orientando su modelo a ese fin social y medio ambiental que prevalece sobre el fin económico. Dicho de otra manera, las empresas sociales existen para resolver un reto social o medioambiental. Si tradicionalmente la sociedad había relacionado los problemas sociales y medioambientales con el sector de las ONG y con gobiernos, hoy en día las empresas en todo el mundo han comprendido que la sociedad valora positivamente productos y servicios que incluyen la misión de mejorar la sociedad y el planeta. Y es que el propósito social es rentable.
En mercados saturados, mercados de bienes de consumo o sectores que dirigen productos a los jóvenes, incluir objetivos de impacto social y medioambiental positivo es una fuerte ventaja competitiva. En marketing, por ejemplo, los contenidos que inspiran y conectan con los valores son mucho más compartidos que aquellos que cuentan funcionalidades sobre el producto que quieren vender.
También los criterios con los que invertimos en empresas está cambiando. Si tradicionalmente la inversión perseguía únicamente el retorno financiero, los ahorradores hoy día se preocupan cada vez más por invertir con criterios de impacto social positivo. La inversión socialmente responsable (ISR) excluye desde hace tiempo algunos sectores como el tabaco, alcohol, el armamentístico. Pero hay otro movimiento en línea con la inversión responsable llamado la inversión de impacto que va aún más allá. Es una inversión con objetivos de mejorar el mundo y que tiene en cuenta el desempeño social y medioambiental a la hora de establecer las condiciones de la inversión. Es una inversión proactiva, se produce para cambiar el mundo.
Ejemplos de emprendimiento social
Para entender mejor cuáles son los objetivos del emprendimiento social y cuál es su filosofía nada mejor que dar ejemplos.
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Ejemplos internacionales
- The Shoe That Grows: En 2007, Kenton Lee, un voluntario de Idaho (EE. UU.) que trabajaba con menores en situación de pobreza en Kenia, reparó en los zapatos de una niña junto a la que caminaba. Eran extremadamente pequeños. Tanto, que sus dedos sobresalían por delante. En ese momento Lee pensó que tenía que haber una fórmula para que los zapatos de un niño se expandieran, se hicieran grandes y crecieran. Fue a partir de entonces cuando comenzó a gestar en su cabeza la idea de poner en marcha la asociación The Shoe That Grows (‘El zapato que crece’). Más de 1.500 millones de personas padecen enfermedades transmitidas a través del suelo en todo el mundo. Sin zapatos, los niños son especialmente vulnerables a ellas. La versión más vendida de The Shoe That Grows cuesta 20 dólares (casi 19 euros) por par para quien quiera comprarlos.
- Laboratoria: Laboratoria es un proyecto de emprendimiento social que forma a mujeres jóvenes con bajos recursos en países como Perú, México o Chile como programadoras y expertas en desarrollo web. Mariana Costa es su CEO y cofundadora. El programa de Laboratoria ha formado ya a más de 3.300 mujeres que pueden aprender las habilidades del futuro y transformar su vida. La empresa existe para impulsar una economía digital más diversa e inclusiva. Las participantes pueden formarse en un curso de seis meses en habilidades digitales.
- Muhammad Yunus y el Grameen Bank: Muhammad Yunus, conocido como "el banquero de los pobres", es el creador del modelo de microcréditos a través del Grameen Bank en Bangladés. Los microcréditos han empoderado a miles de personas para que puedan emprender pequeños negocios y salir de la pobreza.
- Mel Young y la Homeless World Cup: Mel Young es el fundador de la Homeless World Cup, una iniciativa que utiliza el fútbol como herramienta para la reintegración social de personas sin hogar.
- Boyan Slat y The Ocean Cleanup: Con tan solo 18 años, Boyan Slat fundó The Ocean Cleanup, una organización que desarrolla tecnologías avanzadas para eliminar el plástico de los océanos.
- David Katz y Plastic Bank: David Katz es el creador de Plastic Bank, una iniciativa que convierte los residuos plásticos en una moneda de cambio para personas en situación de pobreza.
Ejemplos en España
España cuenta con numerosos modelos de emprendimiento social. A continuación, se presentan algunos ejemplos destacados:- Auara: La primera es una empresa de agua mineral embotellada sostenible. Fueron las primeras botellas de Europa fabricadas con material 100 % reciclado y 100 % reciclable. “El objetivo de Auara es la razón por la que nació”, explica su CEO, Antonio Espinosa de los Monteros. “Gracias a distintos viajes como voluntarios en proyectos de cooperación descubrimos que la falta de agua potable es la pobreza material más grande que existe. Con los beneficios de la venta de agua Auara desarrolla proyectos en países en vías de desarrollo.
- Autofabricantes: Autofabricantes es un proyecto de investigación y desarrollo de prótesis y proyectos en 3D con los usuarios en el centro del diseño. Así lo define Francisco Díaz, su coordinador. Lo organiza desde 2015 en la sede de Medialab-Prado de Madrid. Son los pequeños quienes diseñan sus propias prótesis a través del diseño digital. “Trabajamos con la invasión mínima del cuerpo y teniendo muy en cuenta las actividades de ocio que los niños quieren realizar. Por ejemplo, Julia no tiene una de sus manos y quería hacer tiro con arco. En Autofabricantes trabajan diseñadores, ingenieros, terapeutas y algunos estudiantes de la Universidad Politécnica de Madrid.
- Colaborativa.eu: Colaborativa.eu es una plataforma en línea que fomenta el consumo colaborativo en España. A través de su plataforma, las personas pueden compartir recursos y servicios, como herramientas, coches, espacios de trabajo y conocimientos.
- Bioo: Bioo es una empresa que ha desarrollado una tecnología innovadora para generar electricidad a partir de la fotosíntesis de las plantas. Sus dispositivos utilizan la energía producida por las plantas para cargar dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles.
- Ecodome: Ecodome es una empresa dedicada a la construcción sostenible y la creación de viviendas ecológicas. Utilizando técnicas innovadoras y materiales ecológicos, diseñan y construyen hogares eficientes en términos energéticos y respetuosos con el medio ambiente. Sus estructuras domo son altamente eficientes en términos de consumo de energía y agua, y su diseño modular permite una construcción rápida y flexible.
- Koiki: Koiki es una empresa de mensajería que realiza repartos mediante bicicletas y triciclos eléctricos, reduciendo así la huella de carbono en entornos urbanos. Su modelo destaca por emplear a personas en situación de vulnerabilidad, como personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social, a quienes ofrece formación y oportunidades laborales estables.
- Too Good To Go: La aplicación móvil Too Good To Go conecta a restaurantes, supermercados y panaderías con consumidores interesados en adquirir a precios reducidos los excedentes de comida en buen estado. Con esta iniciativa, miles de establecimientos en España evitan que toneladas de alimentos terminen en la basura, reduciendo así el desperdicio alimentario y el impacto ambiental que este genera.
- Sheedo: Sheedo ha revolucionado el sector del marketing y el packaging con un material muy especial: el papel con semillas que, tras usarse, puede plantarse para dar vida a nuevas plantas. Sus productos permiten a empresas y particulares comunicar de forma creativa al tiempo que promueven la economía circular y reducen el impacto ambiental.
- L’Olivera: L’Olivera es una cooperativa catalana que produce vino y aceite de oliva virgen extra mediante un modelo de economía social. Su rasgo distintivo es que da empleo y apoyo a personas con discapacidad psíquica y en riesgo de exclusión, fomentando su integración laboral y social. Al mismo tiempo, apuesta por una producción respetuosa con el medio ambiente, basada en la agricultura ecológica y en el arraigo al territorio.
- Apadrina un Olivo: En España, Apadrina un Olivo es una iniciativa que combina la preservación del medio ambiente con el desarrollo rural.
Emprendedores sociales españoles
- Agustín Vitorica: Agustín Vitorica es un emprendedor especializado en inversiones de capital privado y en gestión de activo. En el 2008 decide emprender un nuevo proyecto llamado GAWA Capital, una exitosa firma considerada como la primera consultoría de inversiones de impacto social en España que se dedica a invertir y apoyar el crecimiento de empresas sociales en países en vías de desarrollo.
- Alfonso Escriche: Alfonso Escriche es un joven emprendedor social zaragozano apasionado por la innovación social y la tecnología y especializado en el diseño de soluciones software para ayudar a resolver los problemas reales a los que se enfrenta la sociedad. En el año 2018 fue galardonado en los Premios Jóvenes Emprendedores Sociales (Premios JES) de la Universidad Europea con su proyecto CerQana, una aplicación diseñada para fomentar la autonomía e inclusión de personas mayores y dependientes simplificando la interfaz gráfica de los dispositivos móviles e insertando un sistema de naturalización de frases mediante pictogramas.
- Antonio Espinosa de los Monteros: Antonio Espinosa es un joven empresario sevillano formado en arquitectura que a sus 28 años ha conseguido recorrer medio mundo y lanzar su propio negocio, AUARA, una empresa de agua embotellada fundada en 2012 cuyos beneficios son destinados a resolver el problema del agua potable en países en vías de desarrollo.
- Cristina Balbas: Cristina Balbas es una emprendedora madrileña graduada en Biología Molecular por la Universidad de Princeton y doctorada en Biomedicina Molecular realizando su tesis en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. En el año 2013 decide dar un paso más y fundar su propia empresa, Escuelab, un proyecto que pretende democratizar el acceso a una educación científica práctica e interactiva y fomentar la vocación investigadora entre los más pequeños de una forma divertida y sobre todo didáctica.
- Diana Arias: Diana Arias es una emprendedora social valenciana especializada en diseño gráfico, estrategia y creatividad que ha conseguido lo más difícil que puede hacer un emprendedor, superar un problema personal y hacer de él una oportunidad para ayudar a otras personas que han pasado por lo mismo. Tres años más tarde y tras comprobar que no existía ninguna herramienta para paliar las secuelas en el habla de las personas afectadas por DCA, aprovechó sus conocimientos en diseño gráfico y su experiencia personal para crear DECEDARIO, un juego de mesa terapéutico que se utiliza para la estimulación cognitiva de personas con diversidad funcional.
- Gloria Gubianas: Gloria Gubianas es una joven emprendedora catalana quien a la edad de 23 años y al poco de acabar sus estudios de Liderazgo, Emprendimiento e Innovación, es cofundadora de dos grandes emprendimientos sociales de nuestro país: Sheedo y Hemper.
- Javier Goyeneche: Actualmente Javier Goyeneche es uno de los emprendedores sociales más destacados de nuestro país. En el año 2009 fundó su proyecto más ambicioso, ECOALF, una marca de moda sostenible que se dedica a limpiar los mares de plásticos y otros residuos para fabricar tejidos reciclados muy resistentes con los que elaboran sus prendas.
- José Moncada: José Moncada es uno de los emprendedores sociales que está liderando la inversión de impacto en España. A partir de ese momento su vida toma un nuevo rumbo y funda en el año 2015 La Bolsa Social, una exitosa plataforma de crowdfunding que nace con el objetivo de conectar a empresas de impacto social y medioambiental positivo con inversores que comparten estos mismos valores.
- Juanjo Manzano: Juanjo Manzano es, junto con su hermano Israel, cofundador de AlmaNatura, una empresa con propósito destinada a empoderar a la población rural desde 1997 siguiendo cuatro ejes de intervención: el empleo, la educación, la salud y la tecnología. El éxito de esta empresa se consolidó convirtiéndose en la la primera empresa Española certificada a nivel internacional como B Corporation.
- Laura Fernández: Laura Fernández es una emprendedora social catalana que cuenta con una amplia formación en tecnología e innovación, materias que ha ido desarrollando a lo largo de su carrera profesional.
Cómo la tecnología puede beneficiar al emprendimiento social
La tecnología desempeña un papel fundamental en este enfoque, ya que puede amplificar el alcance y la efectividad de los esfuerzos de los emprendedores sociales.
- Conectividad global y acceso a la información: En nuestro siglo, el acceso a la información se ha democratizado y ha permitido que las ideas y las soluciones lleguen a una audiencia global en tiempo real. Las emprendedoras y los emprendedores sociales pueden utilizar plataformas en línea para difundir sus mensajes, recaudar fondos y crear conciencia sobre problemas urgentes.
- Crowdfunding y financiamiento colaborativo: Una de las principales barreras para el emprendimiento social es la falta de financiación inicial. Sin embargo, la tecnología ha revolucionado la forma en que se obtienen fondos para todo tipo de proyectos. Plataformas de crowdfunding como Kickstarter, GoFundMe e Indiegogo permiten que los emprendimientos sociales recauden fondos de individuos que comparten su visión, generando una comunidad en el proceso.
- Big Data y analítica para la toma de decisiones informadas: El “impacto” es una de las principales características de los emprendimientos sociales, y por ende, poder medirlo con eficacia es una tarea de alta importancia. El impacto variará según la necesidad que el producto o servicio esté intentando cubrir, por ejemplo: ¿se ha reducido la contaminación?, o ¿ha aumentado el porcentaje de personas de bajos recursos a la rehabilitación? La tecnología permite la recopilación de datos a gran escala, lo que facilita a la comunidad de emprendedores y emprendedoras comprender mejor cómo era la realidad y cómo su proyecto ha impactado el presente, para hacerlo incluso mejor en el futuro, al poder ajustar sus estrategias y administrar sus recursos de manera inteligente.
- Aplicaciones móviles: Las aplicaciones móviles pueden ser herramientas poderosas para abordar desafíos sociales. Por ejemplo, algunas aplicaciones se enfocan en educación, salud, agricultura sostenible y acceso a servicios básicos en comunidades marginadas. Para muchas personas en situaciones desfavorables o marginadas, el dispositivo móvil es su único punto de conexión con el resto del mundo.
- El Internet de las Cosas (IoT) y soluciones tecnológicas para problemas sociales: El Internet de las Cosas (IoT) ha abierto nuevas posibilidades infinitas para abordar problemas sociales de manera innovadora. Las y los emprendedores sociales pueden diseñar soluciones tecnológicas que utilicen sensores y dispositivos conectados a la red para monitorear y resolver problemas en tiempo real, teniendo un impacto más directo y tangible en la vida de las personas.
Habilidades clave de un emprendedor social
Además de una serie de cualidades innatas, los emprendedores sociales poseen ciertas características que han ido consiguiendo a lo largo de su carrera profesional, ya sea a través de la práctica o de la formación específica. Un emprendedor social no solo es un creador de proyectos, sino un agente de cambio que combina habilidades empresariales con un profundo compromiso por mejorar la sociedad y el medio ambiente.
- Un emprendedor social debe ser capaz de imaginar un futuro diferente, donde los problemas actuales encuentren soluciones sostenibles.
- El motor principal del emprendedor social no es el beneficio económico, sino el cambio positivo que genera su trabajo.
- Un emprendedor social debe ser un líder que motive a su equipo, socios y la comunidad en general a unirse a su causa.
- Resolver problemas sociales requiere soluciones fuera de lo común.
- Los problemas sociales suelen ser complejos y los recursos limitados, por lo que el camino hacia el éxito puede ser largo y lleno de desafíos.
- Aunque el impacto social es la prioridad, un emprendedor social debe tener habilidades para diseñar un modelo de negocio sostenible que le permita generar ingresos suficientes para mantener el proyecto en el tiempo.
- El cambio social no se logra en solitario.
- Además de tener buenas intenciones, el emprendedor social debe ser capaz de medir y evaluar el impacto de sus acciones.
- Los problemas sociales son dinámicos y están en constante evolución.
En resumen, el emprendedor social debe ser un líder comprometido con la transformación social, capaz de conjugar la pasión por el impacto positivo con la capacidad de gestionar un negocio sostenible.
Problemas globales y soluciones del emprendimiento social
Hoy te traemos los 5 problemas más relevantes identificados en el Informe Global Innovation Index 2024 y cómo el emprendimiento social está liderando soluciones innovadoras para abordarlos.
- El acceso a la economía formal sigue siendo un reto, especialmente para las poblaciones vulnerables.
- El acceso a servicios de salud sigue siendo limitado en muchas regiones.
- La educación es clave en la lucha contra la pobreza, pero muchas comunidades carecen de recursos educativos.
- La desigualdad social es un gran obstáculo para el desarrollo.
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