Javier Martínez Pardo, un joven de 19 años, destaca en el mundo empresarial como dueño de Diversia Entertainment Marketing y Publicidad. Su empresa, ubicada en el corazón financiero de Madrid, alquila una oficina por 3.000 euros al mes y proyecta una facturación de entre 700.000 y un millón de euros al final del año.
En tan solo seis meses, Diversia Entertainment ha generado empleo para 15 personas y ha ganado la confianza de 15 clientes. Javier se presenta con una sonrisa que refleja seguridad y autocontrol.
Javier forma parte del 5,81 por ciento de jóvenes empresarios menores de 25 años, según datos de la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (CEAJE). Un estudio del INE de 2010 revela que 15.000 jóvenes entre 16 y 19 años trabajan por cuenta propia en España.
Simultáneamente a su labor empresarial, Javier asiste a clases de Realización en el Instituto de RTVE por las mañanas y trabaja por las tardes hasta las 8. «Pensé que terminaría trabajando para alguien, así que preferí ser independiente», explica sobre su decisión de emprender a tan temprana edad. «No estoy perdiendo mi juventud, nunca he sido de jugar al fútbol con los amigos. Si notara que pierdo algo de mi vida cambiaría», afirma.
El Comienzo de Diversia Entertainment
Javier asegura haber iniciado su negocio sin respaldo económico familiar ni estatal. «Mis padres son funcionarios y no ganan mucho y si hay ayudas para gente joven yo no las he visto». Con 3.500 euros, fundó una sociedad limitada y comenzó a trabajar desde casa.
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«En la empresa hay muy buen ambiente. La mayoría tienen 30 años, y me gusta aprender de su experiencia. Y ellos no se coartan por mi edad, al contrario. Pienso que los jóvenes podemos aportar al sector ideas frescas y nuevas». Javier destaca que el valor añadido de Diversia Entertainment reside en ofrecer soluciones integrales a sus clientes: «Una empresa que necesita organizar su parte promocional contrata una agencia de eventos, luego a otra de comunicación… Nosotros se lo hacemos todo. Ganan tiempo y a buen precio»
Javier no se limita a su negocio actual, sino que busca potenciar la colaboración entre emprendedores de diferentes sectores. «Quiero ampliar las oficinas, y que artistas jóvenes expongan sus obras para darse a conocer».
Javier Martínez Suárez: Un Economista al Servicio de Aragón
Además de Javier Martínez Pardo, existe otro Javier Martínez Suárez, un economista de Sabiñánigo, fue nombrado director general de Política Económica del Gobierno de Aragón. Con una diplomatura en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Oberta de Cataluña (UOC), un Advanced Management Program en el Instituto Empresa de Madrid y un programa superior de Liderazgo y Coaching Ejecutivo en ESIC Business and Marketing School, Martínez Suárez es un perfil técnico sin afiliación política previa.
Su designación sigue la estrategia del Gobierno de Azcón de incorporar profesionales con experiencia en el sector privado. Martínez Suárez destaca las fortalezas de Aragón, como su ubicación estratégica, el diálogo social y la calidad de sus profesionales formados en la Universidad de Zaragoza y la Universidad de San Jorge. Subraya la importancia de reducir la tasa de paro y modernizar el INAEM.
Martínez Suárez también aboga por la educación financiera como pilar fundamental para una sociedad desarrollada y se compromete a divulgar conceptos económicos de manera clara y sencilla.
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Javier Martínez de la Hidalga y el Caso del Pequeño Nicolás
El empresario Francisco Javier Martínez de la Hidalga se vio involucrado en un caso de intento de estafa por parte de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como El Pequeño Nicolás. A pesar de que la Fiscalía solicitó una pena de seis años de cárcel para Gómez Iglesias, De la Hidalga declaró en el juicio que no se sintió engañado.
De la Hidalga reconoció que Gómez Iglesias le dijo ser "participante" y "amigo" del CNI y del Gobierno, mostrando un "álbum de fotos con el Rey y los ministros". Sin embargo, insistió en que tenía "fe total en él" y lo consideraba "una persona confiable".
La Fiscalía sostiene que El Pequeño Nicolás ideó un plan para estafar a De la Hidalga y a su esposa, haciéndose pasar por miembro del "equipo de trabajo" de la entonces vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y por agente del CNI. Para ello, utilizó coches de alta gama con conductor, rotativos luminosos policiales y documentos falsificados.
A pesar de la versión de De la Hidalga en el juicio, la Fiscalía mantuvo la acusación, detallando cómo Gómez Iglesias intentó convencer al empresario para que sacara 500.000 euros de su banco y los traspasara a una cuenta a nombre del joven.
El Pequeño Nicolás, quien ya acumula dos penas de prisión por otros delitos, se mostró satisfecho con el resultado de las declaraciones en el juicio, afirmando que se habían "desmontado muchísimas de las acusaciones".
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