Estamos inmersos en una gran transformación, no sólo a nivel digital, sino a un nivel mucho más profundo que todo lo abarca. Estamos ante una acuciante necesidad de entender que las empresas, independiente del sector y de su tamaño, deben ser más humanas, más diversas, más resilientes, más sostenibles y comprometidas socialmente, lejos de las modas y del maquillaje social. Y en este contexto, de manera natural uno se pregunta, y ¿qué debo hacer?
Resulta crucial comprender que quienes se preparen, quienes rompan la zona de confort son quienes serán capaces de emprender caminos, de enfrentar vicisitudes, de adelantarse a lo incierto. Y en el camino de gestionar personas no hay atajos, y sí un primer paso, el del autoconocimiento que, como un acto de responsabilidad, de humildad y de curiosidad debe hacerse.
En la búsqueda de liderazgo perfecto hay una mala noticia: va más allá de las fórmulas mágicas. Y quizás su punto fuerte es precisamente su punto débil: y es que nunca es perfecto, sino que se perfecciona con el aprendizaje y la reflexión casi diaria, casi vital. El liderazgo implica colocar el aprendizaje y crecimiento del equipo en primera línea, un liderazgo humanista que de verdad cree en las personas y en su potencial.
A menudo buscamos señales, modelos, métodos que nos ayuden y resulten reveladores de esas “habilidades” que nos ayuden a ser mejores líderes. La convicción es el resultado de la importancia esencial de creer en nuestro propósito y luchar por él, de creer en lo que nos mueve y en lo que mueve a la empresa. La confianza basada en la cooperación con los equipos y con las personas, entendiendo el poder de la diversidad, dando oportunidades y abriendo puertas, esas puertas que a veces cerramos por prejuicios, por sesgos, por no comprender lo diferente. Y todo esto aderezado con coraje, esa determinación que sale de dentro, que nos hace mirar hacia adelante, que nos recuerda que nada llega sin esfuerzo.
Parece claro que el viaje no es sencillo y que la travesía requiere de algo más que de buenas intenciones. ¿Qué son las 5 C del trabajo en equipo?
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El Modelo de las 5 C del Trabajo en Equipo de Tom Peters
Hace ya algunas décadas que Tom Peters formuló la teoría de las 5 C del trabajo en equipo. Este estadounidense está considerado como uno de los autores más influyentes en materia de gestión empresarial de los últimos años, y es un gran defensor del valor que tienen las personas dentro de la organización. Tanto, que señala a los empleados como el activo más valioso de cualquier empresa.
Si observamos lo que ocurre en nuestro entorno, podemos comprobar que Peters no va muy desencaminado, puesto que las organizaciones están inmersas en una auténtica lucha para atraer y retener el talento, ahora que, por fin, son conscientes de que los empleados pueden ser una fuente de ventaja competitiva.
Retomando el trabajo de Peters, este experto se ha especializado en cómo se pueden crear equipos de alto rendimiento que, además, se enfoquen hacia los clientes y hacia la innovación. Y es precisamente en ese camino en el que acabó dando con la teoría o el sistema de las 5 C’s.
Esta filosofía empresarial afirma que, para conseguir mejorar la eficiencia del trabajo en equipo, debe haber compromiso, confianza, complementariedad, coordinación y comunicación.
El modelo de las 5C del trabajo en equipo de Tom Peters es una herramienta que describe los aspectos clave para lograr un equipo efectivo y cohesionado. Según Peters, estas cinco “C” son fundamentales para el éxito del trabajo en equipo dentro de las organizaciones. ¿Qué sería de una organización en la que cada colaborador fuera a la suya? ¿Dónde los diferentes departamentos no colaborasen? ¿Que el individualismo fuera el rey de la fiesta? Pues que, muy probablemente, la organización no llegaría muy lejos. Por eso, las empresas líderes buscan mil y una maneras de fomentar la colaboración y el compañerismo.
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Las 5 C's del Trabajo en Equipo
- Comunicación
- Coordinación
- Complementariedad
- Confianza
- Compromiso
Análisis Detallado de las 5 C
A continuación, vamos a ver en qué consiste este método y cómo se puede implementar en un equipo para llevarlo al siguiente nivel en lo que se refiere a productividad. La calidad del trabajo y del servicio que ofrecen los equipos de una empresa es sumamente importante para obtener los beneficios deseados. Además, el hecho de que el equipo de trabajo tenga buena relación y se encuentre unido, ayuda a que el ambiente laboral sea mucho más gratificante. Por este motivo, varios expertos han buscado la mejor manera de hacer que el trabajo en equipo 5 C funcione de forma eficaz.
1. Comunicación
No puede caber ninguna duda de que la comunicación es uno de los pilares fundamentales cuando se habla de trabajo en equipo 5 C. Si se quiere alcanzar un nivel superior en la complementación del equipo, todo comienza con tener una mejor comunicación. La comunicación clara, abierta y fluida es la base de cualquier equipo exitoso. Los miembros del equipo deben poder expresarse libremente, compartir ideas, escucharse activamente y resolver conflictos de manera constructiva. Mientras que la empresa debe fomentar:
- Reuniones periódicas para revisar el progreso y abordar cualquier problema
- Herramientas de colaboración como Google Meet, Microsoft Teams o Zoom para mantener a todos en el mismo canal de comunicación
- Crear espacios para la transparencia donde se compartan tanto éxitos como desafíos
La comunicación no es necesaria solamente para que haya buena relación entre los miembros del equipo. Además, cada uno de ellos necesita tener la información necesaria para llevar a cabo su función. Por eso, muchas empresas que cuentan con equipos repartidos en diferentes departamentos utilizan sistemas de mensajería inmediata. Es necesario que el equipo se encuentre en comunicación continua para que las tareas se realicen de la forma adecuada.
También es necesario dejar de lado las ambigüedades que se pueden dar en las relaciones interpersonales. Si se habla de un equipo de trabajo, es necesario que la comunicación sea clara, concisa y, sobre todo, muy específica. De esta forma, cada miembro sabe exactamente qué tiene que hacer y cómo debe hacerlo. Muchas empresas pierden grandes cantidades de tiempo, por ejemplo, en realizar tareas que no eran necesarias porque ya estaban acabadas. Siendo específicos en la información que se transmite al resto del equipo y generando una comunicación adecuada, se pueden evitar problemas y ser más eficaces.
Para que la comunicación sea eficaz, los canales deben ser variados y accesibles para todas las personas. También el feedback abierto y bidireccional es fundamental, tanto en vertical como en horizontal.
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2. Coordinación
Para obtener los mejores resultados posibles de cada uno de los individuos que forman parte de un equipo, la coordinación es fundamental. Para esto, la figura del líder del equipo es muy importante. De hecho, aunque todos los empleados que forman parte del equipo tengan el mismo rango dentro de la empresa, debe haber un líder del equipo. Una buena coordinación nos asegurará que todos los miembros del equipo estén alineados hacia los mismos objetivos. Esto implica establecer roles y responsabilidades claras, definir procesos eficientes y utilizar herramientas de colaboración adecuadas.
Sin la figura de este líder, resulta imposible tener la coordinación necesaria para sacar adelante las tareas. El líder debe ser accesible para los demás miembros del equipo, siendo abierto, comprensivo con sus necesidades y abierto a novedades. Además, debe conocer las potencialidades de cada uno de los miembros. De este modo, podrá asignar cada una de las tareas a la persona idónea para realizarla.
En esta línea, si un líder sabe que uno de sus miembros es muy bueno con la informática y que otro es muy creativo, utilizará este conocimiento para asignarle a cada uno la tarea adecuada. Aunque esto no quiere decir que cada miembro del equipo realizará siempre la tarea que más le gusta, simplemente aquella para la que está más preparado que los demás. Teniendo coordinación a través del líder, y con unos miembros que respetan su decisión, se pueden obtener los mejores resultados de cada uno de los individuos, siendo así un mejor equipo en conjunto.
Estrategias para conseguir una buena coordinación:
- Establecer objetivos claros, realistas, medibles
- Tener una planificación con los objetivos claros a medio y largo plazo
- Definir roles y responsabilidades identificando habilidades y fortalezas de cada miembro
- Promover la colaboración entre los miembros del equipo
- Definir y comunicar los valores de la empresa y del equipo
- Facilitar las herramientas y tecnologías adecuadas
- Aplicar la flexibilidad y adaptación
- Fomentar un liderazgo efectivo y llevar un control constante del progreso
3. Complementariedad
Para que el paso anterior, la coordinación, se pueda realizar con éxito, es necesario que exista complementariedad. ¿Qué es esto? Esto significa que, para que el líder pueda asignar a cada uno de los miembros del equipo una tarea específica según sus aptitudes, es necesario que existan diferentes tipos de personas en el equipo. La complementariedad va más allá de trabajar juntos; se trata de unir habilidades, conocimientos y talentos diversos para lograr un objetivo común. Cada miembro aporta sus fortalezas para el beneficio del grupo. Las empresas que la fomentan, aparte de mejorar su eficiencia operativa, también impulsa la innovación y la creatividad.
Un ejemplo muy claro es el siguiente: si se trata de una empresa de ventas y se forma un equipo para alcanzar mayores números, contar con cinco informáticos en el equipo que no entienden absolutamente nada de ventas no sería complementarse. En ese caso, puede ser importante que haya alguien que entienda las nuevas tecnologías, pero no es la única habilidad necesaria. Por eso, a la hora de formar el equipo, es importante conocer a los miembros y cuáles son las capacidades de cada uno de ellos por separado. De esta forma, se creará un equipo que se complemente, donde lo que no pueda realizar uno, lo pueda hacer el otro.
En este sentido, son importantes tanto las habilidades como los conocimientos académicos que pueda tener el individuo. Pero también es muy importante su experiencia a nivel personal, su tipo de temperamento y la formación extra con la que cuente. Un equipo en el que hay complementariedad es mucho más efectivo y puede obtener mejores resultados, al abarcar más áreas gracias a las habilidades de cada uno de sus miembros.
A través de:
- Proyectos interdepartamentales, creando equipos multidisciplinarios para proyectos específicos
- Diseñar espacios de trabajo que faciliten la interacción y el trabajo en equipo
- Proporcionando programas de formación que desarrollen habilidades de colaboración entre los empleados.
Todas las personas tenemos habilidades y personalidades únicas. Estas diferencias individuales, lejos de separarnos, deben servir para para reforzar la innovación y la creatividad. Sin duda, esto requiere un esfuerzo por parte del líder. La diversidad de talento es un elemento tremendamente potente.
4. Confianza
La confianza es fundamental para que un equipo de trabajo funcione de la forma óptima. Esto se debe a que no es posible tener un buen equipo si existen rencillas o desconfianzas entre sus miembros. Si falta la confianza, siempre habrá quien encuentre alguna debilidad en el sistema, o quien busque dónde o cómo lo están intentando engañar. De las 5 C, esta es la base sobre la que se construye un equipo sólido. La confianza es esencial. Deben confiar en sus habilidades, integridad y compromiso de los demás. Esto nos lleva a que el entorno empresarial tenga una mayor autonomía, una toma de decisiones más rápida y un entorno de trabajo más positivo.
Por eso, la agilidad del trabajo depende directamente de la cantidad y la calidad de la confianza que exista entre los miembros del equipo. Contando con una comunicación transparente como la que ya se mencionó, además del tiempo, que hace que se conozcan mejor los individuos, se puede obtener esta confianza. Aunque se trata de una de las 5 C importantes en un equipo de trabajo, es importante saber y tener presente que la confianza no se genera de un día para el otro. Por eso, es importante cuidarla y crearla poco a poco. El líder debe hablar claro a los miembros del equipo al explicar las tareas que es necesario realizar, para evitar malos entendidos que puedan provocar desconfianzas futuras en el equipo.
Las empresas deben trabajar para construir y mantener la confianza entre sus empleados a través de:
- Líderes abiertos y honestos con su equipo
- Fomentando una cultura de responsabilidad donde cada trabajador cumpla sus compromisos
- Reconociendo y celebrando los logros individuales y colectivos
Si antes hablábamos de la complementariedad como la suma de esfuerzos, la confianza es el elemento que lo hace posible. El problema de la confianza es que es difícil de ganar, y fácil de perder. Por eso, hay que alimentarla día a día. La transparencia, la honestidad, la humildad y el respeto son conceptos fundamentales, por lo que los líderes deben aprender a transmitir sus ideas de forma clara pero constructiva.
5. Compromiso
Por último, cabe mencionar la última de las C: el compromiso. Sin compromiso entre los miembros y con la actividad que realizan, es muy complicado alcanzar un nivel óptimo de resultados. Además, el compromiso es una consecuencia de los otros cuatro comportamientos. Un equipo comprometido está motivado, es productivo y tiene una mayor lealtad hacia la empresa. Fomentar el compromiso implica:
- Establecer objetivos claros y alcanzables para los equipos e individuos
- Alinear los objetivos personales del trabajador con los objetivos de la empresa
- Ofrecer oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional
- Involucrar a los empleados en la toma de decisiones y planificación de la empresa
El líder es el encargado de que cada una de las personas entienda cuál es su labor y la lleve a cabo de la mejor manera posible. Además, debe tener presente y recordar a los demás miembros cada cierto tiempo cuáles son los objetivos que hay en común. Conocer y tener muy visible el objetivo común mejorará el compromiso de cada uno de los miembros con el equipo.
La quinta C es el culmen de las otras cuatro. Eso sí, una vez más, la función del líder es fundamental. Sabemos que gestionar un equipo, especialmente si es muy diverso, no es fácil.
Ventajas de Aplicar las 5 C
Aplicar estos cinco conceptos en el trabajo de equipo de una empresa conlleva grandes beneficios. No solamente la empresa se ve beneficiada económicamente por contar con equipos de alto rendimiento. También los empleados que forman parte del equipo se sienten mejor. Cada vez más compañías fomentan estos comportamientos entre sus empleados, y es que expertos como Tom Peters aseguran que implementar estos cinco conceptos tiene múltiples beneficios, tanto para las empresas como para los trabajadores. Entre ellos, se destacan mejoras significativas en la calidad del trabajo y el servicio al cliente.
El hecho de estar enfocados en realizar una tarea para la que se encuentran preparados, hace que se sientan seguros. Además, si se les ha explicado correctamente cuál es su labor exacta, será más fácil que consigan buenos resultados en su trabajo. Se ha demostrado que los resultados obtenidos una vez que se han aplicado estos puntos en un equipo son superiores a los que se obtenían cuando el equipo no utilizaba las 5 C.
El absentismo laboral, que es un gran problema para muchas empresas, se ve reducido con la aplicación de estos principios, ya que provoca que los empleados se sientan mejor en el puesto de trabajo. Están más implicados en su labor, la realizan con más ganas y, como resultado de esto, obtienen mejores resultados.
Adoptar las 5 C del trabajo en equipo no solo transforma el ambiente laboral, sino que también impulsa el éxito de la empresa en varios frentes:
- Mejora en la calidad del trabajo y del servicio al cliente: Al fomentar una comunicación abierta y fluida, los equipos se aseguran de que todos los miembros estén alineados con los objetivos de la empresa y conozcan las expectativas.
- Incremento en la motivación y el sentido de pertenencia: La complementariedad y la confianza son pilares que fortalecen el compromiso de cada integrante con su labor y con sus compañeros.
- Reducción de conflictos y absentismo laboral: La coordinación adecuada y los canales de comunicación efectivos disminuyen las fricciones dentro del equipo, permitiendo resolver cualquier diferencia de forma rápida y constructiva.
- Fomento de un aprendizaje continuo y un intercambio de información enriquecedor: Al valorar la complementariedad de las habilidades, los equipos promueven el aprendizaje y el desarrollo continuo de sus miembros.
- Mayor adaptación y agilidad ante cambios: Un equipo que trabaja bajo las 5 C es más ágil y adaptable a los cambios, ya que la confianza y el compromiso facilitan la colaboración y la implementación de nuevas estrategias.
No cabe duda de que el uso de las 5 C del trabajo en equipo provoca que se puedan obtener equipos de alto rendimiento, donde todos sus miembros cuentan y se sienten parte de algo más importante. Además, aplicar este método en los equipos de las empresas mejora la productividad y esto aumenta los ingresos de la compañía.
En definitiva, las 5 C se basan en potenciar las capacidades de cada uno de los miembros de un equipo de trabajo. Cuando un equipo está formado por personas que se complementan, está coordinado, tiene buena comunicación, sus miembros se respetan debido a la confianza y existe compromiso, se pueden obtener grandes resultados, a todos los niveles. Como se puede observar, las 5 C del trabajo en equipo son fundamentales para que los resultados sean óptimos. Se trata de poner en valor el talento de cada miembro para la consecución positiva del objetivo final.