Liderazgo en la Gestión de Calidad: Definición y Características

En el complejo panorama empresarial actual, el liderazgo se ha convertido en una característica esencial para el éxito de cualquier organización. En esta situación tan compleja que atraviesan todos los mercados, parece que solo los líderes cuentan con el favor de los clientes y otras partes interesadas. El liderazgo es algo que se debe replantear la alta dirección de manera sostenida en el tiempo.

Este artículo explora el concepto de liderazgo en el contexto de la calidad total, un enfoque integral que busca la mejora continua de la calidad en todos los aspectos de una organización.

¿Qué es la Gestión de Calidad Total (TQM)?

La Gestión de Calidad Total (TQM) es un concepto fundamental en el mundo de la gestión de proyectos y la dirección de empresas. Se trata de un enfoque estratégico que pone un fuerte énfasis en la satisfacción del cliente y la mejora continua de los procesos. En esencia, busca asegurar que todos los aspectos de una organización estén orientados hacia la excelencia y la satisfacción del cliente.

La norma ISO 9001 y otras normas ISO, aseguran que la alta dirección adopte esa orientación clara hacia el crecimiento y la mejora.

Principios Fundamentales de la Gestión de Calidad Total

La gestión de calidad total se apoya en un conjunto de principios fundamentales que sientan las bases para su aplicación efectiva en las organizaciones. Estos principios son guías esenciales que ayudan a las empresas a alcanzar un nivel óptimo de calidad en sus productos, servicios y procesos.

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  • Orientación al Cliente: Este principio coloca a la satisfacción del cliente en el centro de todas las operaciones de la organización. Cada decisión y acción se evalúa en función de su impacto en la experiencia y satisfacción del cliente. Esto significa entender las necesidades y expectativas del cliente y esforzarse por superar sus expectativas en términos de calidad y servicio.
  • Liderazgo Comprometido: La alta dirección de la organización debe liderar el camino en la implementación de la gestión de calidad total. Esto implica establecer una visión clara de calidad, comunicarla eficazmente a todos los niveles de la organización y comprometerse con su consecución.
  • Participación de Todos: Este principio enfatiza que la calidad es responsabilidad de todos los miembros de la organización, desde la alta dirección hasta los empleados de línea. Involucrar a todos los colaboradores en la búsqueda de la calidad fomenta un sentido de pertenencia y compromiso con los objetivos de calidad.
  • Enfoque en Procesos: La gestión de calidad total se centra en comprender y mejorar los procesos en toda la organización. Esto implica un análisis detallado de cómo se realizan las actividades, identificar ineficiencias y buscar oportunidades para optimizar los flujos de trabajo. La eficiencia y eficacia son fundamentales, ya que un enfoque en los procesos bien diseñados puede reducir costos y tiempos de entrega, además de aumentar la calidad.
  • Mejora Continua: La mejora continua es un pilar esencial de la gestión de calidad total. Las organizaciones que adoptan este principio se comprometen a evolucionar constantemente. Esto implica la búsqueda constante de nuevas formas de hacer las cosas de manera más efectiva y eficiente.
  • Toma de Decisiones Basada en Datos: La gestión de calidad total enfatiza la importancia de tomar decisiones respaldadas por datos y evidencia. En lugar de depender de suposiciones o intuición, se fomenta la recopilación y análisis de datos relevantes. Esto permite a las organizaciones tomar decisiones informadas que conducen a mejoras concretas en la calidad y el rendimiento.

Estos principios son interdependientes y se refuerzan mutuamente. La aplicación coherente de estos principios no solo conduce a una mejora en la calidad de los productos y servicios, sino que también promueve una cultura de calidad en la organización.

Uno de los pilares fundamentales de la gestión de calidad total es la prevención en lugar de la detección de defectos. Esto significa que en lugar de centrarse en corregir problemas una vez que ocurren, se hace hincapié en evitar que ocurran en primer lugar. Esto se logra a través de la identificación de áreas de mejora, la implementación de controles de calidad efectivos y la promoción de una cultura de mejora continua.

Beneficios de la Gestión de Calidad Total

El modelo TQM aporta múltiples beneficios: incrementa la satisfacción y fidelización del cliente, aumenta la productividad, optimiza recursos, reduce costes, fortalece la competitividad y propicia la innovación.

Al adoptar los principios de la gestión de calidad total, las organizaciones pueden mejorar la satisfacción del cliente, reducir costos, aumentar la eficiencia y fortalecer su reputación.

La Evolución del Concepto de Calidad Total

El concepto moderno de calidad total comenzó a tomar forma a principios del siglo XX, con la incorporación de herramientas estadísticas en los procesos productivos. En aquel contexto, el estadístico estadounidense William Edwards Deming (creador del ciclo de Deming o PDCA) viajó a Japón para colaborar en la reconstrucción del país. Sus enseñanzas sobre análisis estadístico y gestión de procesos ayudaron a las empresas japonesas a superar deficiencias y sentaron las bases de su posterior éxito económico.

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Desde entonces, la calidad total ha evolucionado hasta consolidarse como un enfoque global, aplicable a todo tipo de sectores.

Implementación de un Sistema de Calidad Total

Adoptar un modelo de calidad total no se limita a controlar los procesos: implica un cambio cultural profundo en la organización. El punto de partida para que una organización implante un sistema de calidad total consiste en contar con un liderazgo comprometido, capaz de inspirar y guiar a toda la organización en el proceso de transformación.

La implantación de un sistema de calidad total requiere de un cambio cultural impulsado por un liderazgo comprometido. Supone evaluar procesos, definir objetivos claros, asignar recursos adecuados y capacitar al personal.

Pasos clave para la implementación:

  1. Evaluar las prácticas de calidad existentes.
  2. Establecer objetivos y crear una hoja de ruta.
  3. Asignar recursos.
  4. Capacitar a los empleados en TQM.
  5. Impulsar la comunicación y la colaboración.
  6. Monitorizar el progreso y ajustar estrategias.

Calidad Total en la Logística

La calidad total en la logística se refleja en una planificación bien estructurada que permite prestar un servicio ágil a los clientes. Las empresas deben anticiparse a sus necesidades y proporcionar las soluciones oportunas. A tal efecto, son necesarias las entregas puntuales, el transporte y el almacenaje sin incidencias y la colaboración con proveedores de confianza.

La implantación del TQM en logística se apoya cada vez más en el uso de un software de gestión de almacenes, que integra procesos y reduce errores.

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  • Almacenaje.
  • Gestión de stock.
  • Devoluciones.
  • Trazabilidad.
  • Automatización.

En el ámbito de la logística, donde la velocidad, la precisión y la fiabilidad son factores decisivos, el enfoque TQM constituye una respuesta eficaz a las exigencias de un mercado cada vez más competitivo y globalizado.

La gestión de la calidad total se ha convertido en un recurso estratégico para las organizaciones que pretenden diferenciarse en entornos altamente competitivos.

El Liderazgo en la Gestión de la Calidad

El liderazgo es el segundo principio de la gestión de la calidad. Según la UNE-EN-ISO 9000:2005, “los líderes establecen la unidad de propósito y la orientación de la organización. En las organizaciones pueden encontrarse líderes formales (aquellos que tienen una posición jerárquica oficial) y líderes informales (aquellos que surgen espontáneamente y que no son nombrados pero que cuentan con un reconocimiento tácito por parte de las personas de la organización).

El liderazgo en ISO 9001 debe entenderse como un comportamiento y compromiso personal, cuya finalidad es dirigir e influir positivamente en el comportamiento de los demás para la consecución de unos determinados objetivos.

Willian Edwards Deming (1900 - 1993), uno de los principales “gurús de la calidad”, incorpora el “liderazgo” como uno de sus famosos catorce puntos para la gestión de la calidad. Para Deming, en las organizaciones debe adoptarse el liderazgo para conseguir que los inspectores, jefes o superiores no se limiten a dar órdenes o a impartir castigos, sino que más bien sean un orientador que ayude a la gente a mejorar en su trabajo, identificando a las personas más necesitadas de ayuda para hacerlo.

Sin ninguna duda, para una correcta implementación y mantenimiento de un sistema de gestión de la calidad basado en la norma ISO 9001:2015 es necesario que la alta dirección de la organización se comprometa con el sistema e implique, gracias a su ejemplo, al resto de las personas involucradas.

El liderazgo es esencial para las organizaciones. Por este motivo, la mayor parte de los autores que han estudiado el liderazgo han hecho hincapié en aquellas características de los líderes que tienen un efecto negativo en las organizaciones y las personas.

El liderazgo es una característica muy importante en cualquier empresa. Existen muchos tipos de liderazgo empresarial. De hecho, desde este blog os hemos hablado de diversas estrategias de gestión y de algunos de los principales teóricos sobre el tema. Este liderazgo se convierte en una inversión recuperable en el corto plazo.

Tipos de Liderazgo Empresarial

Aunque en el imaginario colectivo el liderazgo empresarial se proyecta como la imagen de la autoridad, va mucho más allá. Además, no existe una sola forma de dirigir a la plantilla, y es que hay varios tipos de liderazgo en las empresas, con sus respectivos pros y contras sobre la gestión de equipos. ¿Quieres saber más?

El liderazgo empresarial es la capacidad de dirigir, influir y motivar a las personas en su desempeño laboral, promoviendo su productividad y, con ello, el crecimiento de las empresas. Si indagamos en las definiciones que han compartido especialistas en liderazgo, vemos cómo la motivación se relaciona directamente con la habilidad de ser un/a buen/a líder. La dirección o gestión organizacional engloba la administración del trabajo y garantiza la ejecución de labores. El liderazgo va más allá que la dirección y requiere de una visión estratégica.

Según expone el estudio Tendencias Globales de Capital Humano para 2024 de Deloitte, los líderes tienen la oportunidad y también la responsabilidad de promover nuevas vías de desempeño humano que contribuyan a sus organizaciones. Como hemos visto, liderar significa guiar y movilizar a las personas empleadas hacia el cumplimiento de los objetivos establecidos, pero se pueden tomar diferentes caminos para alcanzar esta cima.

A continuación, se presentan algunos tipos de liderazgo empresarial:

  • Liderazgo Autocrático: Es el liderazgo empresarial donde una sola figura ostenta el poder sobre la toma de decisiones y la distribución de funciones. Este estilo de liderar puede ser efectivo ante la necesidad de tomar decisiones ágiles, pero como solo la figura del líder decide qué y cómo desarrollar el trabajo, el modelo autoritario hace estragos en la motivación, la creatividad y el trabajo en equipo.
  • Liderazgo Coach: En este caso, el líder actúa como un coach que busca potenciar las fortalezas y mejorar las debilidades en los/as profesionales.
  • Liderazgo Burocrático: Esta forma de liderar pone el foco en la rigurosa aplicación de normas y procedimientos establecidos, garantizando la disciplina y la seguridad.
  • Liderazgo Situacional: Es un estilo de liderazgo flexible, ya que se ajusta a las circunstancias y capacidades de la empresa y de las personas que la integran. Es decir, en función de las necesidades y los objetivos que primen en cada situación, se aplica un estilo de liderar u otro.
  • Liderazgo Estructural: En este modelo, el/la líder marca unos objetivos claros y una cadena de competencias y jerarquía igual de cristalinas. Busca construir una base estructural y, por ello, se aplica especialmente en equipos con poca experiencia.
  • Liderazgo Estratégico: El liderazgo estratégico se basa en la planificación de acciones y procesos para materializar las metas deseadas.
  • Liderazgo Democrático: Este tipo de liderazgo también es conocido como liderazgo participativo y destaca por fomentar la colaboración y la comunicación interna. Si el equipo se siente escuchado, aumenta su motivación y compromiso laboral y, en consecuencia, su implicación en los proyectos. Para aplicar de forma efectiva el modelo democrático, los/as líderes pueden apoyarse en soluciones tecnológicas para potenciar el feedback en la plantilla mediante soluciones como un portal de la persona empleada, por ejemplo, poniendo la tecnología al servicio del conocimiento.
  • Liderazgo Afiliativo: Aquí el/la líder del equipo actúa como una figura conciliadora, ya que entre sus cualidades principales destacan la voluntad de diálogo y de construir puentes entre los diferentes miembros del equipo y áreas de la empresa. Cabe apuntar que uno de los puntos débiles del liderazgo afiliativo es perder el foco y no centrarse en los objetivos que el equipo debe cumplir.
  • Liderazgo Laissez Faire: Este, junto con el democrático y el autocrático, es uno de los tipos de liderazgo más conocido de Kurt Lewin, uno de los psicólogos referentes en liderazgo del s. XX. Concretamente, el laissez faire es un tipo de liderazgo que potencia la autonomía del personal empleado.
  • Liderazgo Transformacional: El/la líder transformacional inspira y confía, a la vez, en sus personas empleadas para conseguir los éxitos de la organización. Un/a buen/a líder motiva a su equipo mediante metas ambiciosas pero alcanzables. También promueve el compromiso laboral y traslada su entusiasmo al equipo. Y por encima de todo, potencia y valora el talento de su equipo.

¿Cómo Ejercer un Liderazgo Efectivo?

Se dice pronto, pero ¿cómo ejercer un liderazgo efectivo?

  • Entusiasmo: transmitir pasión a la par que confianza a las personas empleadas genera un clima laboral favorable y, en consecuencia, más productivo.
  • Disciplina: la constancia es la fuerza que el/la líder debe transmitir a su equipo para alcanzar la consecución de las metas.
  • Honestidad: la claridad y la transparencia son cualidades esenciales para ejercer un buen liderazgo.
  • Potenciar el talento del equipo: poner a las personas que integran las organizaciones en el centro es clave para garantizar su evolución y proyección en el mercado.
  • Mantener una actitud positiva: orientada a potenciar las fortalezas a nivel individual y colectivo de las personas que forman el equipo.
  • Practicar el autoconocimiento: un/a buen/a líder debe conocer su potencial y también sus limitaciones.
  • No dejar de aprender: capacitarse continuamente teniendo en cuenta las constantes nuevas tendencias, la evolución de la tecnología y las continuas adaptaciones de cada sector.
  • Aprender a gestionar el estrés: saber gestionar las emociones y manejarse en situaciones estresantes es fundamental para evitar el burnout laboral tanto en los propios líderes como en el resto del equipo.
  • Enseñar más con acciones que con palabras: dar ejemplo siendo líderes que inspiren a trabajar con entusiasmo, confianza, visión y determinación.

Lo cierto es que antes de ajustar la estrategia de liderazgo empresarial es indispensable conocer el equipo y evaluar sus necesidades, así como sus contribuciones.

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