El Liderazgo Positivo de Kim Cameron: Un Enfoque Innovador

¿Sabías que en la naturaleza, todas las plantas buscan la luz para crecer? Este fenómeno se llama heliotropismo y, curiosamente, también ocurre en las organizaciones. Tuve la gran oportunidad de tomar una clase con Kim Cameron (Autor de diversos libros sobre Liderazgo Positivo) y nos comparte cómo la energía positiva puede transformar nuestros entornos de trabajo y liderazgo.

Según Cameron, al igual que las plantas que crecen hacia la luz, los seres humanos también florecen en presencia de energía positiva. Si nos concentráramos en desarrollar las virtudes humanas, el mundo en sí sería completamente diferente. Estos líderes no solo se enfocan en resultados, sino que cultivan entornos donde la gratitud, la empatía y el reconocimiento son pilares fundamentales.

En resumen, el Liderazgo heliotrópico no solo transforma personas, sino que también convierte a las organizaciones en ecosistemas vibrantes donde el éxito florece. En lo personal me vuela la cabeza este enfoque innovador y espero que inspire a cada uno de ustedes a implementar prácticas de energía positiva en sus equipos y comunidades.

Durante muchos años, las metas de las organizaciones han estado focalizadas en la productividad y rentabilidad, sin tener en cuenta variables como la salud psicológica de los empleados. El tipo de liderazgo tiene un rol principal en el mundo de las organizaciones, ya que puede promover el bienestar y la salud laboral, a nivel individual y colectivo.

Es así como surge el liderazgo positivo, que está vinculado al modo en cómo los líderes estimulan y mantienen los niveles de rendimiento en sus colaboradores, fomentando comportamientos virtuosos apoyados en la felicidad. Intrínsecamente relacionado con la salud mental, el liderazgo positivo recoge una serie de características que, de implementarse correctamente, lograrán que los equipos de trabajo desarrollen sus tareas mejor, de manera más eficiente y con mucha más implicación personal.

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Un concepto clave en esta propuesta es la mejora del 1%. Cameron argumenta que pequeñas mejoras constantes, aunque parezcan insignificantes, pueden llevar a un gran impacto. El liderazgo positivo se centra en fomentar estas pequeñas mejoras y en maximizar el potencial de cada individuo.

Características de un Líder Positivo

Un líder positivo debe conseguir que los trabajadores se impliquen, sacando lo mejor de cada uno de ellos. A continuación, se presentan algunas características esenciales:

  • Ofrecer siempre un feedback de los puntos fuertes y enfocar las áreas de mejora como una posibilidad para aprender y crecer y no como un castigo.
  • Saber dar las gracias por su trabajo y esfuerzo. Los jefes que dan las gracias logran que sus empleados se sientan valorados.
  • Escuchar activamente, dando importancia a las ideas del equipo y fomentando su creatividad. Según Lacera, «la principal característica de un buen líder es escuchar. Aunque parece sencillo, a veces es la acción más complicada porque requiere tiempo, atención, consideración y una respuesta. Si todos fuéramos capaces de escuchar más, tendríamos que hablar menos porque nos entenderíamos antes».
  • Ser positivo y motivar a los miembros del equipo, demostrando la capacidad de persistir en la consecución de los objetivos de una manera positiva mostrando entusiasmo a pesar de las dificultades.
  • Comunicar de forma transparente. La comunicación es fundamental para las buenas relaciones laborales y es importante que los trabajadores sientan que están informados de los aspectos relevantes que inciden en su trabajo con transparencia y naturalidad.
  • Delegar adecuadamente. Un líder debe empoderar a su equipo en la asunción de tareas y esto implica dotarles de las herramientas, conocimientos y autoridad necesarias para que puedan asumir las tareas de la mejor manera.
  • Ser empático y asertivo, mostrando la capacidad de ponerse en el lugar de los distintos miembros de su equipo y manteniendo siempre una actitud transparente y constructiva en la relación con ellos, especialmente en el abordaje de conflictos.
  • Autorregular las emociones sin que afecten a los miembros del equipo. Todos podemos estar pasando un mal momento o tener un mal día y no pasa nada por comunicarlo de forma asertiva, pero es importante regular nuestras propias emociones para “no pagarlo” con los miembros del equipo.

Si sientes que necesitas mejorar en alguno de estos puntos como líder, busca apoyo y recursos para desarrollar estas habilidades.

Liderazgo con Propósito

Son muchos los estudios de investigación que relacionan líderes con propósito con un mayor desempeño, motivación y bienestar psicológico de los equipos de trabajo. Un líder con propósito es alguien que no solo está impulsado por la consecución de metas y objetivos profesionales, además, también se guía por fuerte sentido de propósito más allá de sí mismo.

Un líder con propósito tiene las siguientes características:

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  • Autoconciencia: Un líder con propósito tiene un amplio conocimiento de sí mismo. Dedican tiempo a explorar todas las aristas de su psique: creencias, valores, talentos, fortalezas, pensamientos, sentimientos, etc.
  • Pasión: Los líderes con propósito sienten pasión por todo aquello que hacen.
  • Zona de la genialidad: Desarrollan tareas que asociadas a su zona de la genialidad.
  • Innovación: La pasión y dedicación de los líderes con propósito estimulan la innovación y la creatividad, ya que los empleados se sienten motivados para encontrar soluciones y formas de mejora.
  • Congruencia: La coherencia y la alineación de sus pensamientos, comportamientos y sentimientos es un aspecto fundamental de los líderes con propósito.

Los líderes auténticos, que actúan de acuerdo con sus valores y un propósito, tienden a ser más efectivos en la creación de un entorno de trabajo positivo y en el desarrollo de relaciones sólidas con sus equipos.

En conclusión, los líderes con propósito son algo más que meros gestores de tareas y procedimientos. Ellos son inspiradores, guías y motores de cambio. Al liderar con autenticidad, pasión y compromiso, se crea un impacto positivo y duradero en los equipos y departamentos que ayuda a generar ventajas competitivas sostenidas en el tiempo.

La Felicidad en el Trabajo

Pasamos tantas horas en el trabajo que se ha convertido en imprescindible medir si somos felices o no durante la jornada laboral. Por ello, desde el año 2017, el Informe World Happiness Report incluye un apartado dedicado a la felicidad en el mundo laboral.

Sabemos que la felicidad existe, pero a muchos aún se les escapan los pasos básicos para lograrla. De hecho, el cada vez más extendido salario emocional es una de las herramientas con las que trabajan los líderes positivos. Así lo cree igualmente Elorriaga, quien como Goleman, Boyatzis y Mckee (2002), afirma que «a nadie le gusta trabajar con líderes irritables, dominantes o fríos.

El Liderazgo y la Gestión de Crisis

Si la empresa está pasando por un momento de crisis, lo mejor es poner al equipo a trabajar en ideas que ayuden a solucionar el problema. Para ello, nada mejor que hacer notar a los empleados la importancia de sus ideas y fomentar la creatividad para dar con la clave del éxito.

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Los jefes que trabajan bajo los criterios del liderazgo positivo saben que tanto sus empleados como ellos mismos pueden fallar. Los errores no deben interpretarse como razones para el castigo, sino que han de estimarse como oportunidades para no errar en el futuro.

Tal y como se ha explicado en líneas anteriores, los trabajadores valoran muy positivamente los gestos que ponen en valor su trabajo. Asimismo, desde Lacera opinan que se trata de impulsar buenas prácticas en el ámbito de la gestión de personas.

Influencia y Competencias de un Buen Líder

John C. Maxwell, experto coach y escritor sobre el liderazgo con más de 80 títulos en su haber, define en su página web el liderazgo con una sola palabra: “influencia”. Para Maxwell, se es más líder cuanta más influencia se ejerce sobre los demás, pero hay que tener en cuenta que este concepto puede tener también una versión negativa. Por eso hay que discernir cuáles son las competencias y habilidades de un buen líder.

La premisa básica del liderazgo negativo se sustenta en la división, y su eslogan podría ser “o conmigo, o contra mí”. En la historia se han registrado múltiples ejemplos donde el odio ha sido un referente a la hora de encabezar movimientos, y basta recordar la Alemania nazi o la Italia de Mussolini para identificarlos. En el lado contrario se situarían personajes tan influyentes como Teresa de Calcuta, Nelson Mandela o Martin Luther King; quienes, en palabras del experto, son los grandes exponentes del liderazgo positivo.

El liderazgo es un elemento fundamental en cualquier organización, ya que influye en su dirección, eficacia y éxito. El liderazgo empresarial es un conjunto de habilidades que tiene un individuo para dirigir una organización hacia su objetivo principal. Esto implica una serie de cualidades técnicas o hard skills, pero también de las conocidas como blandas o soft skills.

Supone motivar a los equipos de trabajo y transmitir la visión de la empresa de manera que los equipos colaboren entre sí, generando un entorno de aprendizaje y desarrollo. El liderazgo se define como la capacidad de influir, motivar e inspirar a un grupo de personas para alcanzar metas y objetivos comunes. Implica tomar decisiones, guiar a otros y asumir responsabilidades mientras se fomenta la colaboración y el desarrollo personal y profesional de los miembros del equipo.

Un líder efectivo combina habilidades y cualidades esenciales, como la empatía para comprender las necesidades del equipo, y la capacidad de comunicación para transmitir claramente ideas y expectativas. Además, debe ser resiliente ante los desafíos, mantener una actitud positiva y demostrar integridad en sus acciones, generando confianza y credibilidad. La adaptabilidad también es clave, ya que un líder debe ajustar su enfoque según las circunstancias, siempre manteniendo el foco en el crecimiento colectivo y los objetivos a largo plazo.

Importancia de un Buen Liderazgo en una Empresa

En una empresa un liderazgo efectivo es crucial, ya que su éxito o fracaso puede depender de este aspecto. Gracias a un buen líder se pueden lograr las siguientes cuestiones:

  • Potenciar el rendimiento laboral del equipo impulsando la productividad y la calidad del trabajo.
  • Fomentar la innovación y la creatividad entre los empleados.
  • Mejorar la satisfacción y la retención de empleados.
  • Facilitar la adaptación al cambio, sobre todo en tiempos de incertidumbre.
  • Construir una cultura organizacional sólida que influya en la percepción interna y externa de la empresa.

Aunque una empresa con un buen liderazgo depende de numerosos factores, hay una serie de características imprescindibles para llegar a ser un líder eficaz. Estas son algunas de las más importantes:

  • Visión estratégica: tener la capacidad para anticipar futuras tendencias y oportunidades y guiar a la organización en la dirección correcta.
  • Comunicación efectiva: un líder empresarial debe saber comunicar con claridad sus ideas y escuchar activamente a su equipo.
  • Empatía y comprensión: comprender las motivaciones, aspiraciones y desafíos de los empleados es fundamental.
  • Flexibilidad y adaptabilidad: saber adaptarse a las nuevas tendencias y ser flexible para cambiar si la situación lo requiere.

En definitiva, lo idóneo es que aunque haya distintos tipos de liderazgo empresarial en una compañía, exista una directriz clara y estructurada para cohesionar a los equipos. De esta forma, se podrán poner en marcha las acciones necesarias para generar un entorno laboral positivo en el que los empleados se sientan satisfechos.

Principios Fundamentales del Liderazgo

Dado que el liderazgo es fundamental para el éxito empresarial, Sergio Cardona Patau, formador en liderazgo, coach y autor del libro ‘Diez principios fundamentales de liderazgo’ expone los principios clave que toda persona debe conocer para ser un líder efectivo.

Un Líder Domina su Visión

Este principio implica tener una perspectiva clara y estratégica del futuro que se desea construir. Un buen líder establece un horizonte de acción bien definido, donde cada movimiento y decisión está orientado hacia un objetivo concreto. La visión no solo marca la dirección a seguir, sino que también influye directamente en los comportamientos, valores y actitudes de todo el equipo. Un líder que domina su visión es capaz de comunicarla con claridad e inspiración, logrando que todos comprendan su propósito y se comprometan con él.

Este principio tiene una doble dimensión. A nivel personal, el líder utiliza su visión como brújula para sus decisiones y acciones diarias, manteniendo la coherencia entre sus valores y metas. En cuanto a su equipo, el líder proyecta esta visión, alineando los esfuerzos y comportamientos de cada persona para trabajar de forma cohesionada y eficiente hacia los objetivos a largo plazo. Kim Cameron, en su estudio sobre el liderazgo visionario, señala que la capacidad de articular una visión clara facilita la gestión del cambio dentro de una organización y alinea al equipo con esta visión, sirviendo como una guía práctica que orienta decisiones y acciones hacia resultados positivos.

Un ejemplo de esto es Elon Musk en Tesla, quien ha liderado la empresa con una visión audaz de acelerar la transición mundial hacia la energía sostenible, motivando a su equipo a superar barreras tecnológicas y alcanzar logros significativos.

Un Líder Conoce la Importancia de los Valores

El entendimiento y la integración de valores sólidos son esenciales para un liderazgo efectivo. Un líder que comprende la importancia de los valores no solo actúa conforme a principios éticos y morales, sino que también promueve una cultura organizacional basada en estos mismos valores. Este compromiso guía las decisiones y comportamientos tanto del líder como de su equipo, creando un entorno de trabajo donde la confianza y el respeto mutuo son fundamentales.

Un líder que practica valores claros demuestra consistencia en sus acciones y decisiones, lo que refuerza su credibilidad y fortalece la lealtad del equipo. Valores como la honestidad, la equidad y la responsabilidad no solo influyen en la forma en que un líder dirige, sino que también afectan el clima laboral y la satisfacción de los empleados. Cuando los miembros del equipo perciben que su líder se guía por principios sólidos, es más probable que adopten comportamientos éticos y comprometidos. Un buen ejemplo es Paul Polman, ex CEO de Unilever, quien integró la sostenibilidad y la ética en la estrategia de la empresa, demostrando cómo los valores pueden impulsar tanto el éxito comercial como la responsabilidad social.

Además, un líder que entiende y valora la importancia de los valores es capaz de establecer expectativas claras y fomentar una cultura de integridad y transparencia. Esta claridad ayuda a prevenir malentendidos y conflictos, facilitando una comunicación abierta y efectiva dentro del equipo. Los valores actúan como una brújula que guía tanto las acciones diarias como las decisiones estratégicas, asegurando que todas las actividades del equipo estén alineadas con la misión y los objetivos de la organización.

De acuerdo con el informe de Deloitte sobre el impacto del liderazgo en el compromiso de los empleados, un líder que comunica y vive de acuerdo con valores claros y consistentes fortalece la cultura organizacional y también impulsa el rendimiento y la satisfacción de los empleados.

Un Líder se Comporta Éticamente

El comportamiento ético y la responsabilidad social corporativa son pilares fundamentales para un buen líder. Actuar con ética no solo implica cumplir con normas y regulaciones, sino también tomar decisiones basadas en principios morales y valores universales como la justicia, la integridad y la honestidad. Un líder que se comporta éticamente no solo inspira confianza en su equipo, sino que también crea un entorno donde la transparencia, la equidad y el respeto mutuo son la norma.

El liderazgo ético implica tomar decisiones difíciles, incluso cuando éstas no sean las más convenientes a corto plazo. Un líder ético tiene el coraje de actuar de manera justa, sin ceder a la presión de obtener beneficios inmediatos que puedan comprometer la moralidad de la organización o su reputación a largo plazo. Esta coherencia en la toma de decisiones es clave para generar credibilidad, tanto entre los miembros del equipo como frente a los socios, clientes y otros actores externos. Howard Schultz, ex CEO de Starbucks, es conocido por su enfoque en la ética empresarial y el bienestar de sus empleados, mostrando cómo las decisiones basadas en principios pueden construir una marca fuerte y respetada.

Además, un líder que se comporta éticamente es consciente del impacto de sus acciones y decisiones en los demás, buscando siempre un equilibrio entre el beneficio de la organización y el bienestar de las personas que la componen. Este tipo de liderazgo fomenta un ambiente de trabajo inclusivo y seguro, donde se respetan los derechos y la dignidad de cada individuo. La ética no solo se manifiesta en las grandes decisiones, sino también en el trato diario con los demás, reflejándose en acciones pequeñas pero significativas como la escucha activa, la empatía y el reconocimiento del trabajo bien hecho.

Según el estudio de Global Business Ethics Survey, las empresas que promueven el liderazgo ético no solo tienen una mayor retención de talento, sino que también experimentan un mejor desempeño financiero a largo plazo. Esto se debe a que los empleados, al sentirse valorados y respetados, están más motivados para contribuir a los objetivos de la organización y muestran un mayor compromiso con su trabajo.

Por último, un líder ético debe ser un modelo a seguir. Cuando un líder actúa con rectitud y coherencia, inspira a su equipo a hacer lo mismo, fomentando una cultura organizacional basada en la integridad. Esta cultura no solo fortalece la cohesión interna, sino que también mejora la reputación externa de la empresa, atrayendo a socios y clientes que comparten esos mismos valores.

Un Líder Sabe que la Productividad es Cultura

Un líder eficaz entiende que la productividad no se logra sólo a través de estrategias y objetivos claros, sino que está profundamente arraigada en la cultura organizacional. La productividad es una extensión de la cultura que se cultiva dentro de la empresa; un entorno de trabajo positivo y alineado con los valores y objetivos de la organización es fundamental para alcanzar altos niveles de desempeño.

Para un líder, construir y mantener una cultura productiva significa fomentar un ambiente en el que los empleados se sientan motivados, valorados y comprometidos. Esto implica promover una cultura de confianza, colaboración y reconocimiento, donde los miembros del equipo se sientan respaldados y alentados a contribuir con su máximo potencial. Cuando los empleados están alineados con los valores y objetivos de la empresa, y se sienten parte integral del éxito organizacional, la productividad tiende a aumentar de manera natural. Google es un ejemplo de una empresa que ha logrado altos niveles de productividad al invertir en la cultura laboral y en el bienestar de sus empleados.

Además, un líder que comprende que la productividad es cultura se enfoca en el desarrollo de prácticas y políticas que refuercen esta cultura positiva. Esto incluye proporcionar oportunidades para el crecimiento profesional, fomentar la comunicación abierta y apoyar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. La inversión en el bienestar y el desarrollo de los empleados no solo mejora la moral, sino que también impulsa un mayor compromiso y eficiencia en el trabajo.

El liderazgo efectivo también implica la capacidad de ajustar la cultura organizacional en respuesta a los cambios y desafíos. Un líder que reconoce que la cultura afecta directamente la productividad está dispuesto a hacer las adaptaciones necesarias para mantener un entorno de trabajo que apoye el rendimiento óptimo. Esto puede incluir la implementación de nuevas tecnologías, la mejora de procesos o la adaptación a nuevas formas de trabajo que mejoren la eficiencia.

Según el informe de Gallup sobre la cultura laboral y la productividad, las organizaciones que cultivan una cultura de compromiso y apoyo ven un aumento significativo en la productividad y el rendimiento. Los líderes que priorizan la cultura organizacional como un componente clave para la productividad logran crear un entorno en el que los empleados están motivados para alcanzar y superar sus objetivos.

9 Tipos de Liderazgo Empresarial (con ejemplos)

Los distintos tipos de liderazgo empresarial dependen de las características de cada individuo y de la propia organización. Sin embargo, existen algunos aspectos comunes que podemos clasificar en los siguientes tipos de liderazgo empresarial que veremos con varios ejemplos:

Liderazgo democrático

Este tipo de liderazgo empresarial se centra en fomentar la participación activa y el consenso entre los miembros del equipo antes de tomar las decisiones. Se tienen en cuenta distintos puntos de vista para favorecer un ambiente de trabajo inclusivo y colaborativo.

  • Ventajas: reducción de la rotación al reforzar el sentimiento de pertenencia y el compromiso de los empleados con la organización.
  • Desventajas: riesgo de lentitud en la toma de decisiones al implicar a un elevado número de empleados, entorpeciendo el logro de los objetivos.
  • Ejemplo: Indra Nooyi, ex CEO de PepsiCo que estuvo al frente de la compañía durante 12 años. Demostró cómo la inclusión de los empleados a la hora de decidir aspectos significativos puede unir a los equipos en la búsqueda de un objetivo común.

Liderazgo carismático

Un líder carismático se caracteriza por tener un alto grado de empatía y por ser capaz de inspirar y motivar a su equipo. Transmite su pasión por el trabajo, movilizando a sus equipos hacia una meta común. En este sentido, la personalidad de este tipo de líder suele ser cercana, afable y empática. A menudo a este tipo de líder también se le conoce por ejercer un liderazgo inclusivo.

  • Ventajas: la creación de equipos de trabajo con un alto nivel de motivación y entusiasmo, sobre todo en periodos de cambio o de retos.
  • Desventajas: si el liderazgo se basa demasiado en la figura de un sólo miembro del equipo, la organización o sus equipos pueden verse vulnerables durante su ausencia.
  • Ejemplo: Bill Gates, cofundador y ex director ejecutivo de Microsoft, que fomentó la formación y el desarrollo continuo de sus empleados.

Liderazgo transaccional

El liderazgo transaccional se basa en el sistema de recompensa en función del rendimiento de los empleados. En algunos casos, también puede incluir amonestaciones simbólicas para generar una mayor implicación de los equipos. Por ejemplo, la obtención de un bonus económico cuando se alcanzan los objetivos es una forma de liderazgo transaccional.

  • Ventajas: proporciona una estructura clara y unos objetivos definidos, lo que puede mejorar la productividad y la eficiencia.
  • Desventajas: puede limitar la creatividad y la innovación, así como generar una competitividad tóxica entre los empleados.
  • Ejemplo: Amazon, con Jeff Bezos al frente, vemos cómo predomina este tipo de liderazgo empresarial en una organización que se caracteriza por tener un sistema operativo de gran complejidad.

Liderazgo autocrático

El liderazgo autocrático se focaliza en la toma de decisiones centralizada y en un alto nivel de supervisión desde la dirección. En ocasiones también puede ser identificado con un estilo ...

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