Logística en las Pymes: Definición y Gestión

La apertura de los mercados y la globalización de las cadenas de suministro demandan cambios estructurales en los que la logística juega un papel estratégico. Actualmente, los clientes evalúan la calidad del producto, el valor agregado del mismo y su disponibilidad en tiempo y forma, de ahí la necesidad de hacer eficientes los procesos.

Ante las nuevas condiciones de alta competitividad, la adecuada gestión de la cadena de suministro y la logística juegan un papel muy importante, ya sea para las empresas que exportan o para las que producen para el mercado doméstico, sin importar si son pequeñas o grandes.

En México la Pyme representa el 4.2% de las empresas del país, genera el 31.5% del empleo, aporta cerca del 37.0 % del producto Interno Bruto (PIB) y, además, constituye la columna vertebral de la economía nacional por los acuerdos comerciales que el país ha tenido en los ultimos años. Considerando este panorama, la búsqueda de soluciones alternas para fortalecer la Pyme se vuelve indispensable.

¿Qué es la Logística?

Entendemos por tanto que la logística se refiere al proceso de planificar, implementar y controlar el flujo eficiente y almacenamiento de bienes, servicios e información, desde el punto de origen hasta el punto de consumo, con el objetivo de satisfacer las necesidades del cliente.

La logística se encarga de la administración del flujo de materiales e información a lo largo del proceso de creación de valor: aprovisionamiento, producción y distribución. De esta manera, gestiona un grupo de actividades que tienen lugar en la organización con la finalidad de brindar valor al cliente mediante la transformación de los factores productivos (Ballou, 2004).

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La logística no debe confundirse con la cadena de suministro, aunque ambos términos están estrechamente relacionados. Mientras que la logística se enfoca principalmente en las actividades de transporte y almacenamiento, la cadena de suministro abarca un concepto más amplio que incluye desde la obtención de materias primas hasta la producción y entrega del producto en el destino final.

Áreas y Funciones de la Logística

Como hemos mencionado, este sector abarca diferentes áreas y procesos dentro de las organizaciones como la gestión de inventarios, transporte, almacenamiento y distribución. Todos estos procesos están orientados a maximizar la eficiencia y minimizar los costos dentro de la cadena de suministro. A continuación enumeramos las cuatro áreas dentro de la logística de una empresa:

  • Logística de aprovisionamiento: se trata de adquirir y gestionar los materiales para llevar a cabo la producción. Dentro de esta área están incluidas la planificación y el abastecimiento.
  • Logística de producción: se ocupa de garantizar los materiales necesarios para el proceso de fabricación.
  • Logística de distribución: abarca todas las actividades relacionadas con la entrega del producto terminado al cliente, desde el almacenamiento hasta el transporte y la entrega final.
  • Logística inversa: se encarga de gestionar los productos devueltos independientemente del motivo (reciclaje, reparación o devolución).

Por otra parte dentro de estas áreas, los profesionales desarrollan funciones como la gestión de inventarios para controlar la cantidad y tipología de los productos, gestión de pedidos donde se procesan los pedidos de los clientes para garantizar cumplir con los plazos y que los productos lleguen en condiciones adecuadas, o la gestión de la información donde las tecnologías como el Big Data o la Inteligencia Artificial tienen un papel protagonista para una gestión eficiente.

Importancia de la Gestión Logística

En el mundo empresarial, la gestión logística es una pieza fundamental. Una logística bien gestionada garantiza que cada paso del proceso sea eficiente y rentable, lo cual es esencial para mantener la competitividad y satisfacer las expectativas de los clientes. Además, afecta directamente la rentabilidad de una empresa, optimizando costos y reduciendo tiempos de entrega.

¿Para qué sirve la Gestión Logística?

La gestión logística permite optimizar procesos internos al coordinar actividades y recursos de manera más eficiente. Esto ayuda a reducir costos operativos al minimizar el uso de recursos y evitar tiempos muertos. Empresas de todos los tamaños, desde pequeñas pymes hasta grandes corporaciones, se benefician de una logística bien estructurada para mejorar su funcionamiento diario.

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Una gestión logística efectiva se traduce en un mejor servicio al cliente. Al garantizar que los productos estén disponibles en el momento y lugar adecuado, se aumenta la satisfacción y la fidelidad del cliente. Esto es especialmente importante en sectores de alta competencia, como el comercio electrónico y el retail, donde los tiempos de entrega y la precisión son críticos.

En un mercado globalizado, una logística eficiente puede convertirse en una ventaja competitiva. Las empresas que logran gestionar su logística de manera eficaz pueden ofrecer productos a precios más bajos y con tiempos de entrega más rápidos, destacándose así frente a sus competidores.

Los pilares de la gestión logística

Los pilares de la gestión logística son:

  • Planificación: La planificación es el primer paso en la gestión logística, donde se establecen los objetivos y estrategias para movilizar productos de manera eficiente. Esta etapa incluye la previsión de la demanda, la definición de rutas de transporte, y la gestión de inventarios, permitiendo a las empresas anticiparse a las necesidades y evitar problemas en el flujo de mercancías.
  • Ejecución: La ejecución es la fase operativa donde se llevan a cabo las actividades planificadas, tales como el transporte, almacenamiento y distribución. Esta etapa requiere de precisión y control para asegurarse de que los productos se movilicen según lo previsto, minimizando errores y retrasos. Además, implica coordinar el uso de tecnologías de gestión, como sistemas de gestión de almacenes (WMS) y tecnologías RFID.
  • Control: El control logístico es crucial para supervisar y medir el desempeño de las operaciones logísticas. A través de indicadores clave de rendimiento (KPIs), las empresas pueden evaluar la eficiencia de sus procesos y realizar ajustes necesarios. Esta fase asegura que se cumplan los objetivos establecidos, permitiendo una mejora continua y una respuesta rápida ante posibles problemas.

Beneficios de una buena gestión logística

  • Reducción de costos: Una gestión logística bien estructurada permite reducir costos operativos al optimizar el uso de recursos, reducir el tiempo de transporte y minimizar el riesgo de pérdidas por deterioro o errores. Esto es esencial para mantener la rentabilidad y destinar los ahorros a otros aspectos del negocio.
  • Mejora de la eficiencia: La logística eficiente agiliza los procesos, reduce los tiempos de entrega y elimina tareas redundantes. Esto no solo beneficia a la empresa, sino que también contribuye a un flujo de trabajo más ágil y organizado.
  • Mayor satisfacción del cliente: La satisfacción del cliente es uno de los mayores beneficios de una logística bien gestionada. Al asegurar que los productos lleguen a tiempo y en perfectas condiciones, se mejora la experiencia del cliente, fomentando así la lealtad y el retorno de compra.
  • Aumento de la competitividad: En un mercado saturado, la logística eficiente puede marcar la diferencia. Empresas con una gestión logística sólida pueden responder con mayor rapidez a las demandas del mercado, permitiéndoles posicionarse mejor que sus competidores.

El futuro de la logística empresarial

La logística empresarial está en plena transformación, impulsada por avances tecnológicos, la creciente preocupación por la sostenibilidad y la necesidad de formar a profesionales con habilidades más especializadas. El futuro de la logística se perfila como un entorno dinámico e innovador que exigirá a las empresas adaptarse rápidamente a los nuevos cambios y oportunidades. A continuación, exploramos los tres ejes clave que definirán este futuro: tecnología, sostenibilidad y formación de profesionales.

Tecnología como motor del cambio: el auge de la logística 4.0

La tecnologías han llegado a todos los ámbitos de nuestra vida y esto, en el tema que nos ocupa, ha dado lugar a lo que se conoce como Logística 4.0, donde la automatización, el análisis de datos y la inteligencia artificial juegan un papel central. Entre las principales tecnologías que están revolucionando el sector destacan:

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  • Inteligencia Artificial: permite optimizar la toma de decisiones en tiempo real, desde la planificación estratégica hasta optimizar rutas de transporte. Además, las empresas pueden utilizar sistemas automatizados para gestionar inventarios y anticipar posibles interrupciones en la cadena de suministro al mínimo costo.
  • Internet de las Cosas (IoT): las empresas pueden monitorear el estado y ubicación de los productos en tiempo real. El IoT también permite una trazabilidad completa, mejorando la transparencia y eficiencia en la gestión del proceso logístico.
  • Blockchain: esta tecnología ofrece una mayor seguridad y transparencia en las transacciones y procesos logísticos, facilitando el seguimiento de productos desde su origen hasta su destino final. Es especialmente relevante en la logística internacional y las supply chain complejas.
  • Robótica y automatización: en la actualidad ya podemos ver el uso de robots y sistemas automáticos en centros logísticos para agilizar el manejo de productos, reduciendo errores y optimizando tiempos de procesamiento. Esto va a seguir evolucionando para conseguir una mayor capacidad para responder a las demandas del mercado con rapidez.

El futuro de la logística estará marcado por la capacidad de las empresas para integrar estas tecnologías y aprovechar los beneficios que ofrecen.

Sostenibilidad: un imperativo en la logística del futuro

La sostenibilidad ya no es una opción, sino una necesidad para las empresas que desean ser competitivas. El sector logístico cada vez asume un compromiso mayor para reducir el impacto ambiental y mejorar la eficiencia energética. A su vez, los consumidores, cada vez más conscientes del medio ambiente, exigen a las empresas prácticas más responsables. Entre las principales tendencias de sostenibilidad en logística encontramos:

  • Logística verde: estas iniciativas buscan reducir las emisiones de CO₂ a través de optimización de rutas de transporte, la utilización de vehículos eléctricos y la implementación de soluciones más eficientes energéticamente.
  • Economía circular y logística inversa: la logística inversa está ganando protagonismo al gestionar el retorno de productos para su reciclaje, reutilización o eliminación adecuada. Esta práctica no solo reduce el desperdicio, sino que también mejora la imagen de las empresas ante los consumidores.
  • Optimización de embalajes: el objetivo principal es el uso de materiales reciclados o biodegradables y la reducción del tamaño de los embalajes para minimizar el impacto ambiental y reducir los costos operativos.
  • Almacenes sostenibles: en relación con la cuestión de la tecnología aplicada a la logística empresarial, las organizaciones pueden minimizar la huella de carbono al reducir el consumo energético en almacenes y centros de distribución.

De este modo, podemos prever que la sostenibilidad tendrá un papel protagonista y, las organizaciones que inviertan en tecnologías limpias y adopten prácticas ecológicas serán las mejor posicionadas para enfrentar los retos medioambientales.

Formación de los profesionales: apuesta por la mejora continua

A medida que la logística se vuelve más tecnológica y compleja, es crucial que los profesionales adquieran un rol proactivo en la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades. De esta forma, se garantiza el éxito de las operaciones empresariales. Algunos de los cambios clave en este perfil son los siguientes:

  • Competencias tecnológicas: Los profesionales de la logística deben estar preparados para gestionar sistemas automatizados, trabajar con grandes volúmenes de datos y adaptarse rápidamente a nuevas herramientas digitales.
  • Análisis de datos: los expertos en logística deben ser capaces de interpretar grandes cantidades de información para tomar decisiones estratégicas basadas en datos. Esto implica habilidades en análisis predictivo, gestión de inventarios y optimización de rutas.
  • Habilidades en sostenibilidad: también deberán estar capacitados en prácticas de sostenibilidad y entender cómo implementar estrategias que reduzcan el impacto ambiental de las operaciones logísticas.
  • Liderazgo y gestión del cambio: los líderes en este campo deben ser capaces de gestionar el cambio y dirigir equipos hacia la adopción de nuevas tecnologías y procesos. Las habilidades de liderazgo, comunicación y gestión de proyectos serán esenciales.

El futuro de la logística requerirá una inversión constante en la formación de los profesionales, así como en la actualización de sus conocimientos y competencias para mantenerse al día con los avances tecnológicos y las demandas del mercado global.

Modelos de gestión logística

Diversos expertos han propuesto modelos de gestión logística para elevar la competitividad en el mercado; algunos de ellos son ambiciosos para las pequeñas y medianas empresas (Pyme) debido a la estructura informal y carencia de conocimientos técnicos de las mismas; otros hacen referencia indirecta a los flujos de información interna, implicando una desintegración total del sistema por la débil interrelación entre áreas.

La revisión de la literatura permitió identificar diversos modelos integrales de gestión logística para elevar la competitividad en el mercado; a partir de esta revisión, la mayoría de autores proponen modelos que resultan ambiciosos para una Pyme debido a su estructura informal y a la carencia de conocimientos técnicos. Otros autores y organismos han desarrollado modelos de gestión logística centrados en las características de la Pyme; sin embargo, aún quedan desatendidos los flujos de información internos necesarios para su adecuada implementación, debilitando la interrelación entre cada una de las áreas involucradas en la gestión, lo que propicia una desintegración del sistema como un todo.

Algunos expertos han propuesto modelos integrales de gestión logística para elevar la competividad en el mercado:

  1. La Secretaría de Economía de México (2011) diseñó un modelo que considera 16 capacidades: estrategia y desempeño de la organización, servicio al cliente, gestión de procesos, administración de la demanda, abastecimiento y compras, procesamiento de órdenes de clientes, operación del almacén, administración del inventario, transporte, logística inversa, seguridad en el transporte de mercancías, procesos de importación/exportación, capacidad financiera, conciencia ambiental, sistemas de información y gestión de datos, organización, personal y competencias.
  2. El modelo de referencia de operaciones de la cadena de suministro (SCOR-model: supply-chain operations reference-model), desarrollado por el Supply Chain Council of North America (1996), no tiene descripción matemática ni métodos heurísticos; es una herramienta estándar que analiza y mejora el desempeño de la cadena de suministro de las organizaciones usando KPI’s (Key Performance Indicators). El SCOR identifica principalmente cinco procesos de gestión, tales como planificación, aprovisionamiento, manufactura, distribución/entrega y devolución.

Los modelos anteriores resultan muy ambiciosos aplicados al contexto de una Pyme porque han sido diseñados bajo el criterio de una empresa de estructura estable; la Secretaría de Economía de México propone un modelo de verificación de las capacidades logísticas de la empresas que serán evaluadas por un organismo certificador para poder otorgar el sello de confianza de los procesos logísticos; los indicadores a los que tienen que dar cumplimiento son poco alcanzables a corto plazo. Por otro lado, el SCOR-model no describe cada proceso de negocio o actividad (Calderón y Francisco, 2005), por lo que en la Pyme es muy difícil su implementación, pues en su mayoría la estructura de ésta es inestable y carece de conocimientos técnicos sólidos.

Otros autores y organismos han desarrollado modelos de gestión logística centrados en las características específicas de la Pyme, entre los que podemos mencionar los siguientes:

  • Díaz et al. (2008) identificaron tres componentes principales en la cadena de suministro: provisión, producción y distribución. Aunque insinúan la integración de todos los participantes de la cadena de suministro, los autores sólo estudian las partes susceptibles de costeo dentro de ésta, dejando a un lado la importancia de la gestión para mejorar el desempeño logístico de la cadena de suministro.
  • González et al. (2012) presentan una metodología de gestión logística para el mejoramiento de pequeñas empresas e identifican cinco áreas de oportunidad: aprovisionamiento, almacenamiento, distribución, costos y servicio al cliente. Este trabajo propone herramientas de mejora logística en cada una de las áreas de oportunidad que conlleven a disminuir costos logísticos, pero no es un modelo integral.
  • El modelo de gestión logística propuesto por Velásquez (2003) identifica, en un primer ciclo, la producción, las ventas y la logística; el segundo ciclo incluye la planeación de materiales, la gestión de inventarios y almacenamiento de materia prima, el plan de compras y la colocación de pedidos al proveedor; mientras que el tercer ciclo tiene como eje el plan de ventas y propiamente la ejecución del mismo. El autor describe un modelo integral de la gestión logística para Pyme; sin embargo, el modelo pierde fuerza de integración al momento de identificar los indicadores que una Pyme debe cumplir, puesto que se centran en el cumplimiento de los mismos de forma aislada.
  • La Dirección General de Política de la Pequeña y Mediana Empresa de España (Instituto Pyme, 2007) realizó un modelo de gestión logística derivado del SCOR identificando las siguientes áreas: aprovisionamiento, producción, almacenamiento, transporte y distribución, así como el servicio al cliente.

Índice de Desempeño Logístico

Éste es publicado cada dos años por el Banco Mundial; en su reporte de 2012 indica que México está situado en el lugar 47 de un total de 155 países encuestados con un desempeño global logístico del 3.06 equivalente al 66%. Esta medición de desempeño consiste en una escala de 1 a 5, donde 1 es el nivel menos eficiente y 5 el nivel más eficiente. El desempeño logístico de México en los seis factores que mide el Banco Mundial fue: seguimiento y rastreo: 3.15, aduanas: 2.63, competencia y calidad logística: 3.02, infraestructura: 3.03, tiempos de entrega: 3.47 y envíos internacionales: 3.07. Estas mediciones y posiciones de México en el ranking mundial revelan que existen oportunidades de mejora en las diferentes áreas de la logística, mismas que de ser corregidas, permitirán elevar en alguna medida la competitividad del país.

La Pyme y la Logística

En el nivel internacional más del 90% de las empresas son micro, pequeñas y medianas; representan el sector de la economía que aporta el mayor número de unidades económicas y más del 50% del empleo. En América Latina este estrato representa entre el 60 y 90% de todas las unidades económicas (INEGI, 2011).

A pesar de que la Pyme tiene importancia en el nivel internacional y nacional, en general, carece de una estructura formal en la mayoría de sus áreas (Díaz et al., 2012; Domínguez, 2010; Robles y Carlos, 2003). Debido a su tamaño y la escasez de recursos económicos es común que los empleados realicen varias actividades para muchas de las cuales no son especialistas; suele observarse que las mismas personas que dirigen sean quienes también ejecuten funciones de planeación financiera, producción, administración de personal y comercialización, entre otras. La falta de especialización los lleva a desarrollar actividades logísticas de bajo nivel debido a la falta de conocimientos técnicos y la aplicación incorrecta del concepto de cadena de suministro (BID, 2011). Las diversas crisis internas que esto genera repercute en su productividad y competitividad (Daft, 2011; Rodríguez, 2003), entendida esta última como la capacidad para atraer y retener inversiones y talento (Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, 2004; Instituto Mexicano para la Competitividad, 2010), así como en la capacidad de mantener o incrementar la participación en el mercado con estrategias empresariales sin sacrificar utilidades (Hernández-Laos, 2000).

La logística permite a las empresas proyectar dichas actividades en un escenario externo, visualizar las actividades y enlaces necesarios para comercializar los productos y elevar su competitividad en los niveles nacional o internacional. Las actividades logísticas son el motor para nuevas inversiones en infraestructura, por lo que las plataformas logísticas integrales son una forma de enlazar la oferta y la demanda (Secretaría de Economía, 2011) en los niveles empresarial y nacional.

Uno de los grandes retos de la Pyme en nuestro país es la ausencia de formalización (Díaz et al., 2012); es decir, la falta de procedimientos, de una estructura organizada, de programas y de planificación. El desempeño económico de una empresa está directamente relacionado con su gestión y eficacia.

En las últimas cinco décadas, la industria textil ha enfrentado crisis recurrentes debido a la transición paulatina de una producción masiva estandarizada a otra orientada a la moda (Vera, 2010); el proceso de adaptación ha generado bajas en la producción, empleo y ventas, además de una continua pérdida de competitividad (Instituto Tecnológico Autónomo de México, 2010; Vera, 2010); por ello, será importante que las empresas de manufactura textil, particularmente la Pyme, se inserten en este proceso para poder mantenerse en el mercado.

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