Noticias Sobre Empresarios Desaparecidos en España

En España, varios casos recientes de empresarios desaparecidos han generado gran preocupación y han movilizado a las fuerzas de seguridad en intensas búsquedas. A continuación, se detallan algunos de estos casos, incluyendo hallazgos de restos y detenciones relacionadas.

Hallazgo de Restos en Manises: Posible Víctima de la DANA

Trabajadores de la empresa Tragsa, mientras realizaban la limpieza del cauce del Túria en el término municipal de Manises, han encontrado restos de una persona. Según las primeras estimaciones del médico forense, estos restos podrían pertenecer a una víctima mortal de la DANA, considerando la ubicación, el estado y el lugar del hallazgo.

En caso de confirmarse, se trataría de Francisco Javier Vicente Fas, Javi, de 56 años, desaparecido junto con su hija en Pedralba la tarde del 29 de octubre. Será necesario esperar a las pruebas genéticas para determinar oficialmente si se trata de él.

El hallazgo se produjo entre las cinco y las seis de la tarde de este martes, cuando una de las máquinas excavadoras que participan en la limpieza del cauce del río Túria, a la altura del polígono la Cova de Manises, detectó la presencia de lo que aparentaba ser un cuerpo humano. El maquinista frenó los trabajos y dio aviso a la Guardia Civil, cuyo Equipo de Policía Judicial de Alfafar coordinó los trabajos de rescate del cuerpo y será el responsable de tramitar el caso.

Los agentes también activaron a la comisión judicial de Quart de Poblet y al forense de guardia, que examinó el cadáver en el lugar. Una vez inspeccionado, se realizó el levantamiento del cuerpo y su traslado al Instituto de Medicina Legal (IML) de València, donde se le practicará la autopsia.

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El barro ha conservado el cuerpo. Tanto el estado del cuerpo como el lugar donde estaba, enterrado en barro, evidencian que se trata de una persona arrastrada por la riada y que llevaba mucho tiempo depositada en ese lugar. El hecho de que el lodo lo mantuviera cubierto explica también por qué no ha sido encontrado en las sucesivas búsquedas y que el cuerpo esté más conservado de lo que cabría esperar dado el tiempo transcurrido, prácticamente un año.

Tal como ha venido publicando Levante-EMV, Javi y su hija Susana se habían quedado en la casa de Pedralba a pasar unos días. Con ellos había estado Susana, la esposa y madre, respectivamente de ellos. La tarde de la dana, Javi le mandó un par de mensajes advirtiéndole que por delante de la vivienda "pasaba mucha agua". Ya no supo más de ellos. A la chica la encontraron dos días después, el 31 de octubre, en la playa del Mareny Blau, en Sueca, a más de 80 kilómetros del punto donde desapareció. Si ahora se confirma que el cuerpo hallado en Manises es el de su marido, Susana podrá empezar a descansar, al menos, un poco.

Una vez confirmada la identidad del cuerpo hallado en Manises, ya solo quedarán dos desaparecidos por la dana, Elisabet Gil Martínez, Eli, de 38 años y madre de un chico de 19 años y de una niña de seis, que desapareció en Cheste junto su madre, también fallecida y que fue encontrada días después de la catástrofe, y Francisco Ruiz Martínez, Paco, de 64, arrastrado por las aguas en Montserrat, tras caer del techo de su coche, donde se había refugiado con sus dos nietos, Ruth, de 5 años, y Alejandro, de 10.

Otro Desaparecido en Riba-roja

Además de Javi, existe otro caso de desaparición en la zona. En julio pasado, fue denunciada la desaparición de Francisco Soriano, un vecino de Riba-roja de 69 años que lleva ausente desde el 4 de julio, cuando salió a pasear por una zona de ese municipio conocida como Mas d'Escoto, un paraje al que da nombre un barranco que desemboca en el Túria. El hombre sufría una enfermedad degenerativa por lo que desde el primer momento se barajó la posibilidad de que se hubiese perdido tras desorientarse.

En caso de que se hubiera dirigido al río, hay serias posibilidades de que pudiese haber fallecido y que su cuerpo hubiese sido arrastrado aguas abajo. Los buzos de la Guardia Civil buscaron intensamente en el río al hombre durante varios días, mientras se realizaban batidas por tierra, pero ninguno de esos operativos dieron resultados en su momento.

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Detención por la Desaparición de un Empresario en Bocairent

Antonio C. B., el asesino convicto detenido este viernes por el asesinato del empresario de 77 años desaparecido desde finales de mayo en el hotel rural de su propiedad en Bocairent, ya está en prisión. Así lo ha decretado este domingo el juez decano de Ontinyent y titular del Juzgado de Instrucción 4 de la capital de la Vall d'Albaida, en funciones de guardia, a instancias de la Fiscalía y de la acusación particular, tras recibir al arrestado, que se ha negado a colaborar como ya hizo durante la declaración ante el grupo de Homicidios de la Guardia Civil este sábado en la Comandancia de València.

El magistrado ha adoptado la decisión tras analizar el atestado de los investigadores, en el que se detallan las razones que llevaron a su detención este viernes en una caseta de Bocairent, propiedad de sus padres, donde vivía desde hacía años, y tras escuchar a la fiscal y al abogado de la familia de Enrique, el letrado de Gandia Vicent Estruch, que han solicitado prisión, en ambos casos por el asesinato del empresario.

Sus abogados defensores, contratados por la familia del acusado, han solicitado la libertad porque, mantienen, su cliente nada tiene que ver con los hechos, a pesar de los importantes indicios contra él reunidos por los agentes de Homicidios en apenas una semana.

El Sospechoso: Antonio C. B.

Según la información a la que ha tenido acceso Levante-EMV, Antonio C. B., de 42 años y con una condena ya cumplida por matar a un amigo suyo en 2008 mientras veían porno, solo ha querido declarar a las preguntas de sus abogados, en las que ha venido a responder, básicamente, que él no sabe nada de la desaparición de Enrique, a quien conocía perfectamente porque estuvo tiempo trabajando para él en el hotel rural donde presuntamente lo mató a cuchilladas a primera hora del 28 de mayo pasado, y que él no lo ha matado.

Una vez notificado al reo el auto de prisión provisional, comunicada y sin fianza por un delito de homicidio, el asesino convicto fue escoltado por dos agentes de la Guardia Civil, con la cabeza tapada con su propia camiseta, desde el juzgado al furgón, para ser llevado directamente a la cárcel de Picassent. En ese corto trayecto, Antonio C. B., que se ha negado a colaborar en el hallazgo de su víctima, se ha dedicado a intentar agredir, a amenazar de muerte y a insultar gravemente al redactor gráfico de Levante-EMV.

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Los agentes del grupo de Homicidios de la Comandancia de València lo tenían en el punto de mira desde el momento mismo en que una hija de la víctima denunció la desaparición en extrañas circunstancias de su padre el sábado, 31 de mayo. Sin embargo, tuvieron que esperar para detenerle hasta recibir los resultados del análisis del ADN y de otras evidencias halladas tanto en la casa y como en el coche de la víctima, y que confirman la implicación del sospechoso en el crimen.

Antonio C. B., natural de Ontinyent, había huido de su lugar de residencia habitual, la caseta de sus padres en Bocairent, nada más producirse los hechos, pero, tras permanecer oculto unos días, había regresado. Homicidios lo sabía y le había tomado declaración en un par de ocasiones, pero no lo arrestó en esa misma casa, en Bocairent, hasta este viernes, tras la llegada de los resultados de Criminalística.

Búsqueda del Cuerpo de Enrique

Ahora, los esfuerzos y la prioridad de la Guardia Civil es encontrar, por sus medios, el cuerpo de su víctima, dada la nula intención de colaborar de su presunto asesino, lo que acrecienta el dolor de sus hijos y su mujer, que tenían la esperanza de que el sospechoso hablase. Nada más lejos de la realidad, su actitud, en estas 48 horas en que ha estado detenido, ha sido de chulería y suficiencia, negando en todo momento su implicación en el caso y retando a los agentes a demostrar lo contrario.

Desde el inicio, las piezas con las que ha trabajado Homicidios eran un okupa (Antonio C. B.), un coche robado, una denuncia, un sospechoso y, tres semanas después, la desaparición del empresario de Ador (la Safor) Enrique G. P., de 77 años.

Cronología de la Desaparición

Todo comenzó a principios de mayo, concretamente durante el primer fin de semana, coincidiendo con el puente del Día Internacional de los Trabajadores y del Día de la Madre. Enrique, que reside con su familia en Ador, solía desplazarse frecuentemente hasta el hotel, en término de Bocairent aunque se encuentra más cerca del casco urbano de Banyeres, e incluso pasaba días enteros en él, precisamente porque estaba preocupado por si alguien lo ocupaba ilegalmente. Y ese fin de semana, según denunció, ese temor se hizo realidad.

Ese domingo, día 4, Enrique se desplazó al hotel, estacionó su coche en la puerta, un Opel Astra, como hacía habitualmente, y entró. Aunque al principio no se dio cuenta, cuando ya estaba en el interior, escuchó ruidos en una de las habitaciones (el establecimiento podía llegar a albergar hasta 50 personas). Sus voces pusieron en fuga al extraño, a quien Enrique afirma que no llegó a ver. Al revisar el hotel, encontró uno de los dormitorios con señales evidentes de que alguien lo había estado usando, alguien que se dejó incluso ropa y algunos enseres personales en esa precipitada huida.

Lo siguiente fue escuchar el motor de su coche. Aunque acudió enseguida, no pudo evitar que se lo robaran, afirmaría después en la denuncia, en la que explicó que la llave de repuesto del Astra se encontraba en el hotel y que el ladrón debía haberla visto durante el tiempo que permaneció en el establecimiento, así que la cogió y huyó con ese vehículo, que a día de hoy, cuando ha pasado más de un mes, aún no ha sido localizado pese a que se encuentra en busca para todas las policías del país.

Aunque el empresario no pudo llegar a ver a ese okupa, el hombre ya apuntó en su denuncia -y sus hijos lo señalan ahora, tras la desaparición del padre- que la principal sospecha es que se tratase de Antonio C. B., el asesino confeso y convicto de Carlos M. N., el jovencísimo propietario del pub Sunrise de Muro al que mató en la madrugada del 19 de julio de 2006 durante una discusión.

Porque Enrique afirmaba que había sorprendido a Antonio ya en dos ocasiones robándole y había cruzado unas cuantas palabras con él por ese motivo. Ahora, el ADN ha confirmado las sospechas.

Relación Laboral Previa

Según la información que este diario ha logrado confirmar con fuentes de toda solvencia conocedoras de esos incidentes, Antonio había estado trabajando para Enrique G. P., como camarero y también realizando arreglos y mantenimiento, tanto mientras el hotel funcionó como centro de turismo rural como después, cuando cerró sus puertas. Al parecer, ambos robos (o intentos de robo) se habrían producido después de la quiebra.

Evidencias Encontradas

El ahora detenido se convirtió en el principal sospechoso de haber acabado con la vida de Enrique, dada la sangre encontrada en el salón del hotel y en el maletero del segundo coche de la víctima, un Volkswagen Gol azul oscuro que una de las hijas le había conseguido mientras aparecía su Astra -algo que aún no ha ocurrido- y en el que parece que fue trasladado Enrique tras sufrir la agresión, dados los vestigios encontrados.

Ese coche fue encontrado, perfectamente estacionado y cerrado con llave, en un aparcamiento de Bocairent, el domingo por la noche. Fue el lunes cuando especialistas en Criminalística encontraron manchas de sangre tanto dentro del maletero, como en el exterior del coche. Todos los restos hemorrágicos -son salpicaduras en proyección- están siendo procesados en busca de ADN, tanto de la víctima como del supuesto autor.

El vehículo fue analizado en el cuartel de la Guardia Civil de Xàtiva, adonde fue trasladado tras haber sido localizado en Bocairent, mientras que el hotel rural, montado hace una década en la masía San Isidro de la que heredó el nombre y hoy en venta, fue inspeccionado a lo largo del martes por agentes de Criminalística de la Comandancia de València.

Por lo que respecta al domicilio, en este caso el hotel rural, los restos de sangre estaban en una pared y en un sofá, en el salón, y todo apunta a que se trataría de sangre del empresario. Además, los agentes encontraron en la casa las gafas de Enrique, de las que no se separaba jamás, y su teléfono móvil, apagado y sin batería, lo que dificulta su búsqueda, ya que no hay manera de geolocalizarlo.

La última persona que tuvo contacto con Enrique fue una de sus hijas, quien habló con él por teléfono el martes, 27 de mayo. La conversación transcurrió con normalidad. La Policía Local de ese municipio trató en vano de darle el alto, por lo que no se pudo comprobar quién conducía, pero la Guardia Civil cree, con bastante firmeza, que ya no era el hotelero, sino su agresor. De hecho, tras el hallazgo de la sangre en el maletero, todo hace pensar que en ese momento, cuando se produjo el incidente con la policía local, el sospechoso llevaba a su exjefe en el maletero rumbo a un lugar aún no determinado.

Sin embargo, la alerta no saltó hasta el sábado por la tarde, cuando la hija se presentó en el hotel porque su padre no respondía a las llamadas y no daba señales de vida. Al llegar y ver que el coche no estaba, empezaron a preocuparse seriamente y acabaron llamando a la Policía Local, que tuvo que acceder rompiendo la puerta. Fue entonces cuanto vieron los efectos personales de Enrique, sobre todo las gafas y el móvil, de los que jamás se separaba, y poco después las manchas de sangre, y llamaron a la Guardia Civil temiéndose lo peor.

Otros Casos de Desapariciones

Efectivos de la Guardia Civil localizaron ayer en el Canal de Castilla a su paso por Medina de Rioseco (Valladolid) el cadáver de un hombre de 47 años, vecino de Palencia, que se encontraba desaparecido desde este domingo. Se trata de Luis Á. Gómez Herrezuelo, cofundador de la marca Paleobull de nutrición especializada en productos con ingredientes naturales, sin azúcares añadidos ni aditivos.

El desaparecido habría abandonado en solitario un evento social al que asistía como invitado en la localidad de Medina de Rioseco con la intención de dirigirse al hotel donde se encontraba alojado. Sin embargo, tras las comprobaciones oportunas, se verificó que no llegó a pernoctar en dicho establecimiento, según fuentes de la Guardia Civil.

Durante la mañana de ayer se localizó en la zona de la dársena el cuerpo sin vida de una persona cuya descripción física coincide con la del varón desaparecido. El hallazgo ha sido posible gracias a la intervención de un dron del equipo Pegaso de la Guardia Civil, especializado en vigilancia aérea y apoyo en operaciones de búsqueda.

Tras el descubrimiento, se procedió a dar aviso inmediato a la autoridad judicial y al médico forense, quienes han iniciado las diligencias correspondientes.

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