La tasa de rebote o bounce rate es un indicador de rendimiento del sitio web que a menudo genera confusión. La tasa de rebote es una métrica que refleja la proporción de abandono de tu sitio web.
La tasa de rebote, o bounce rate, se refiere al porcentaje de visitantes que abandonan un sitio después de ver una sola página sin hacer clic en ningún sitio. Por ejemplo, una tasa de rebote del 50% significa que uno de cada dos visitantes abandona el sitio sin mirar ninguna otra página.
Ten cuidado de no confundir la tasa de rebote con el porcentaje de salida: la primera se refiere a los visitantes que sólo han visto una página del sitio, mientras que la segunda representa el número de veces que una página fue la última de una sesión. El porcentaje de salida no tiene en cuenta el número de páginas visitadas por el visitante antes de abandonar el sitio. Para mejorar la tasa de rebote, es necesario conseguir que los usuarios visiten otras páginas del sitio.
Este indicador proporciona mucha información sobre el rendimiento de tu sitio. La tasa de rebote se calcula dividiendo el número de visitantes que sólo vieron una página por el número total de visitas al sitio. Por ejemplo, si de 1000 visitas el sitio registra 520 sesiones en las que sólo se ve una página, la tasa de rebote es (520/1000) x 100 = 52%. Según el nivel de análisis deseado, es posible aplicar esta fórmula a todo el sitio o a una página, durante un periodo determinado. Sin embargo, no es necesario realizar este cálculo manualmente. Con tan solo unos pocos clics, puedes encontrar esta información en Google Analytics.
Puedes conocer la tasa de rebote de las páginas individuales en Audiencia > Comportamiento > Nuevos vs. En general, una tasa de rebote elevada se interpreta como una señal negativa. Por ello, los webmasters y los proveedores de comercio electrónico tratan de mantener este indicador bajo. Sin embargo, esto está lejos de ser una verdad absoluta. De hecho, no existe una regla precisa para calificar una tasa de rebote como buena o mala.
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De media, la tasa de rebote en el comercio electrónico se sitúa en torno al 54,5%. En otras palabras, en la mayoría de los casos, una de cada dos personas no consulta más de una página de los sitios que visita. Sin embargo, los estudios sobre las tasas de rebote han demostrado que este indicador varía considerablemente según el tipo de sitio, el sector analizado, el tipo de dispositivo utilizado por los usuarios y el origen del tráfico. Las diferencias entre las tasas de rebote de un blog, una tienda online y una enciclopedia online pueden ser considerables.
Según SEMrush, una tasa de rebote óptima está entre el 26% y el 40%. Entre el 41% y el 55%, es bueno. La media global se sitúa entre el 56% y el 70%. Por supuesto, no son valores universales. Son simplemente puntos de referencia para ayudarte a posicionar tu sitio en relación con la media. De hecho, la tasa de rebote por sí sola no puede medir el rendimiento de un sitio. La interpretación de este indicador debe tener en cuenta varios factores, como la naturaleza del sitio y el objetivo de cada página. Evidentemente, una tasa de rebote elevada no es necesariamente una señal negativa. Lo más importante es si se han cumplido las expectativas de los visitantes, si el sitio ha logrado su objetivo.
¿Por Qué es Importante Analizar la Tasa de Rebote?
Saber esto es muy importante por viarios motivos. En primer lugar, conocer la tasa de rebote es esencial para saber si tu estrategia está funcionando o no. La tasa de rebote te ayuda a medir la permanencia de los usuarios en el contenido que has creado para ellos. Si notas que en una de tus landing pages hay una menor tasa de rebote, puedes concluir que esa página ofrece una mejor experiencia al visitante. Esto puede ser muy revelador sobre el comportamiento de navegación de tus consumidores y te puede llevar a elegir otras estrategias de marketing que se ajusten mejor a sus intereses.
Una vez que conoces tu tasa de rebote, puedes experimentar variando las características de tu público de destino. La tasa de rebote ayuda a Google a entender si lo que una persona ve en tu anuncio o sitio es interesante o pertinente. Algunos especialistas consideran que una tasa de rebote promedio está entre el 26 y 70 %. Arriba del 70 % puede significar que algo está mal, mientras que estar entre el 26 y 40 % denota que estás gestionando adecuadamente la experiencia de navegación de tus visitantes.
Cuántas páginas tiene tu sitio web. Si se trata de una única página de destino, la tasa de rebote será alta, pues no hay otro lugar a dónde ir. Si es un blog de publicación periódica. Tus seguidores ya saben cada cuánto tiempo actualizas tu contenido y es posible que únicamente ingresen al contenido más nuevo para después abandonarlo.
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Herramientas para Medir la Tasa de Rebote
Google es muy claro sobre la forma en que calcula la tasa de rebote: un rebote es una sesión que activa una sola acción en el servidor de Analytics. Es por ello que Google ofrece distintas tasas de rebote, dependiendo del origen de las visitas. La diferencia entre Google y Clicky Analytics no es tan amplia, pero la herramienta sigue siendo bastante útil para medir datos en tiempo real de tu sitio o blog. Puedes usar una versión gratuita (ideal para cuando únicamente tienes un sitio con poco tráfico) o elegir uno de sus planes de pago.
Su tipo de métrica para la tasa de rebote indica que si un usuario se queda en una página por 5 minutos y después se va, no lo toma como rebote. Como lo indica su nombre, es un software de código abierto, por lo que para usarlo como profesional tendrás que dar una donación. En cuanto a su formato y secciones se parece mucho a Google Analytics, pero tiene la ventaja de que agrega un mapa de calor para que le sigas el rastro a los punteros de tus visitantes. Al ofrecer datos muy similares a los demás, el diferenciador de StatCounter es que por su precio es ideal para sitios web con poco tráfico y que no tienen la capacidad de invertir muchos recursos en una herramienta de analíticas todavía.
Matomo es una herramienta que le hace competencia a Google, aunque con la ventaja de que almacena todos los datos en su propio servidor, por lo que estarán bien protegidos. Una vez que te sumerges en el mundo de la tasa de rebote, es posible que sientas que no estás haciendo un buen trabajo porque el número no está en el 1 %. Si quieres hacer un blog o un sitio web, es importante que sepas que existen varias formas de hacer un contraste que te arroje datos verdaderamente valiosos sobre el desempeño de tus espacio en la red (y no números irreales o una meta que no cuadra con tu proyecto).
Cada tipo de sitio web tiene una diferente tasa de rebote. Por ejemplo, los sitios de comercio electrónico tienen en promedio un 33 %, mientas que los sitios de servicio entre el 10 y 30 %. Una tasa de rebote baja más allá del promedio (hablamos de menos del 20 %) es demasiado buena para ser verdad.
¿Cómo Reducir la Tasa de Rebote?
Antes de intentar reducir la tasa de rebote, es necesario entender por qué es alta. Para ello, es necesario realizar algunas comprobaciones.
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- Esta frase se aplica a los títulos y las meta descripciones engañosas. De hecho, estos dos elementos se muestran en los resultados de Google y sirven para dar a los usuarios una visión general del contenido de una de tus páginas. De este modo, podrán juzgar si el sitio cumple o no sus expectativas. Es aconsejable optimizarlos para invitar a los usuarios a hacer clic en ellos, pero hay que tener cuidado de no exagerar creando expectativas que no se cumplirán. De lo contrario, tu sitio web atraerá a los visitantes, pero éstos se marcharán rápidamente, lo que provocará una alta tasa de rebote.
- ¿Pueden los visitantes pasar fácilmente de una página a otra? ¿Tienen acceso a las páginas de productos desde las páginas de categorías? Hay que saber que los usuarios quieren obtener una respuesta lo más rápida y sencilla posible. Si la navegación en tu sitio es demasiado exigente, lo abandonarán rápidamente. Por esta razón, se recomienda optimizar la estructura de tu sitio.
- Si la presentación es poco profesional, los visitantes abandonarán rápidamente tu sitio. Por lo tanto, para ofrecer una experiencia de usuario agradable, asegúrate de que tu contenido está bien espaciado para que sea fácil de leer. Elige un tamaño de letra suficientemente grande y utiliza imágenes de calidad.
- Según un estudio realizado por Google, el tiempo de carga tiene un fuerte impacto en la tasa de rebote de un sitio. Una lentitud de 1 a 3 segundos es suficiente para aumentar la tasa de rebote en un 32%. Esta tasa puede alcanzar el 90% si el tiempo de carga es de 5 segundos. Por ello, aumentar la velocidad de carga de la página ayuda a reducir la tasa de rebote.
- La gran mayoría de los compradores de hoy en día utilizan dispositivos móviles para navegar por internet. El hecho de que un sitio no se visualice correctamente en el móvil puede conducir a una alta tasa de rebote. Para remediar este problema, es aconsejable asegurarse de que tu sitio web es responsive o está optimizado para dispositivos móviles.
Ahora que ya has tenido oportunidad de revisar los datos, compararlos y darte cuenta en dónde hay problemas, ¿qué sigue? ¡Solucionarlos uno a uno, por supuesto!
- Ver a tu sitio con ojos de visitante te podrá dar información que no habías pensado: ¿qué tan fácil se lee tu contenido? y ¿qué tan sencillo de seguir son tus llamadas a la acción? ¿Es fácil ver una imagen? ¿Tu sitio es adaptativo?
- No es necesario que te esfuerces por tener un diseño espectacular sino crear una página web funcional. Una buena forma de hacer esto es apoyándote en una plataforma CMS que te permita integrar un buen diseño con contenidos de calidad.
- Asegúrate de que tu contenido responda de manera efectiva a las keywords que insertas.
- Si tu página tiene un buen alojamiento, cargará sin problemas. Dale el mantenimiento necesario y agrega únicamente los plugins necesarios para que trabaje de manera eficiente.
- Un contenido bien redactado, que ofrezca pausas entre temas, que evite palabras rebuscadas o ideas mal estructuradas son ventajas que los blogs deben aprender con la experiencia.
- No por estar al último es menos importante. Las llamadas a la acción son un aspecto vital para que logres que tus visitantes realicen los pasos que deseas. Si tu tasa de rebote no es la ideal, no te preocupes. La experiencia te irá ayudando a mejorar lo que debe perfeccionarse.
Una tasa de rebote elevada como tal no es el problema, es un síntoma de que algo no está funcionando bien. Puede ser técnico, de contenido o de experiencia de usuario.
- Contenido irrelevante o engañoso: si el contenido no responde a lo que el usuario esperaba encontrar, es muy probable que abandone tu página sin pensarlo dos veces.
- Mala experiencia móvil o de diseño: en muchos sitios, más del 60% del tráfico proviene de móviles.
- Estructura confusa o navegación poco clara: si un visitante no sabe qué hacer ni hacia dónde ir desde que entra a tu página, se irá.
- Intención de búsqueda mal alineada: a veces el problema no es técnico ni visual, sino estratégico: estás atrayendo al tipo equivocado de usuario.
Tener una tasa de rebote alta no siempre es sinónimo de fracasar, pero cuando refleja falta de interés o una experiencia pobre, es momento de actuar. La paciencia de los usuarios cuando navegan es limitada. Si tu sitio tarda más de 3 segundos en cargar, muchos usuarios se irán antes de ver siquiera tu contenido. Cuando un usuario llega a tu web, ni él ni tú tenéis tiempo que perder. Dicen que no hay que juzgar el libro por su portada, pero esto es algo que la gente no lleva a la práctica cuando utiliza internet. Tu diseño debe ser claro, intuitivo y libre de distracciones innecesarias para evitar el abandono rápido de tus páginas. En la era del smartphone, si tu sitio no se adapta perfectamente a teléfonos y tablets, estás perdiendo la mitad (o más) de tu audiencia. No es opcional. Cuantas más oportunidades le des al visitante para interactuar, menor será la probabilidad de que rebote.
La Tasa de Rebote en el Ecommerce
¿Tu ecommerce tiene muchas visitas pero pocas conversiones? La tasa de rebote en un ecommerce es un indicador crucial que mide la interacción de los usuarios con un sitio web. Cuando un visitante llega a una página y, sin realizar ninguna interacción, se va rápidamente, se considera que ha rebotado. La tasa de rebote es un indicador fundamental para evaluar la efectividad de un sitio web en términos de satisfacción y engagement de los usuarios.
Existen diversas causas que pueden contribuir a una alta tasa de rebote en un ecommerce. Si el contenido no satisface sus expectativas o no les proporciona información útil, es probable que abandonen el sitio. Los visitantes deben poder encontrar información fácilmente y navegar sin problemas por el sitio. Si un sitio web tarda mucho en cargarse, es probable que los visitantes se impacienten y abandonen. Los errores técnicos pueden generar una experiencia negativa para los visitantes. Si los visitantes no confían en la seguridad de su sitio web o en los productos/servicios que ofrece, es probable que no realicen transacciones o compartan información personal.
Para ilustrar el cálculo de la tasa de rebote en un ecommerce, supongamos que en un periodo de tiempo determinado, ingresaron a una página de nuestro sitio web un total de 1000 visitantes. Al configurar una cuenta de Google Analytics y agregar el código de seguimiento en el sitio web, se puede acceder a informes que muestran la tasa de rebote en diferentes páginas, periodos de tiempo y otros datos relevantes. La tasa de rebote en un ecommerce puede variar según el sector y los objetivos comerciales de cada negocio. Por lo que cuando te preguntes ¿cuál debe ser tu tasa de rebote?
Estrategias para Mejorar la Tasa de Rebote en tu Ecommerce
Para mejorar la tasa de rebote en tu ecommerce, es fundamental implementar estrategias efectivas que mantengan a los visitantes interesados y comprometidos con tu sitio web. La velocidad de carga de un sitio web juega un papel crucial en la retención de los usuarios. El contenido es una parte fundamental de tu ecommerce. Asegúrate de ofrecer información relevante, actualizada y útil para tus clientes potenciales. Con el creciente uso de dispositivos móviles, es esencial asegurarse de que tu ecommerce esté optimizado para su visualización en smartphones y tablets. El marketing de contenidos te permite generar confianza y mantener a los visitantes interesados en tu ecommerce. Otros tipos de contenido relevantes para tu público objetivo. Las llamadas a la acción persuasivas y fáciles de seguir pueden ayudar a mejorar la retención de los visitantes y reducir la tasa de rebote. Un buen enlazado interno y una navegación clara y fácil de seguir son fundamentales para mantener a los usuarios en tu sitio web. Utiliza enlaces relevantes y relacionados dentro de tu contenido para ofrecer a los visitantes la posibilidad de explorar más páginas y productos.
La tasa de rebote en un ecommerce tiene un impacto directo en la conversión y las ventas. La tasa de rebote y la tasa de conversión están estrechamente relacionadas. Una alta tasa de rebote indica que los visitantes no están encontrando lo que buscan o no están satisfechos con la experiencia del sitio web. Por otro lado, una baja tasa de rebote indica que los visitantes están navegando por el sitio web, interactuando con el contenido y mostrando interés en los productos o servicios ofrecidos. Una tasa de rebote alta en un ecommerce indica que un gran porcentaje de visitantes abandona la página web sin realizar ninguna acción. u003cbru003eu003cbru003eEsto puede significar que los usuarios no encuentran lo que están buscando, no se sienten atraídos por el contenido o encuentran dificultades para navegar en el sitio. Para calcular la tasa de rebote de tu página web, debes dividir el número de visitas que abandonan tu sitio sin realizar acciones específicas por el número total de visitas, y luego multiplicarlo por 100.
El estándar de una buena tasa de rebote puede variar según el tipo de negocio y el objetivo del sitio web. u003cbru003eu003cbru003eEn general, una tasa de rebote inferior al 50% se considera buena. u003cbru003eu003cbru003eSin embargo, es esencial tener en cuenta el contexto y el sector de tu ecommerce, ya que ciertas industrias pueden tener tasas de rebote naturalmente más altas que otras. Si tu página web tiene una tasa de rebote del 100%, es necesario identificar los problemas subyacentes que están alejando a todos los visitantes. u003cbru003eu003cbru003ePara reducir esta tasa, es fundamental realizar un análisis exhaustivo del sitio, solucionar los problemas técnicos y ofrecer una experiencia de usuario atractiva y fluida.
Si tuvieras que elegir en qué ejemplos la visita muestra más interés por tu blog, seguramente escojas el 2 y el 3. Por eso Google no tiene en cuenta sólo el rebote, sino también el tiempo de permanencia en la página; otro concepto importantísimo en el comportamiento del usuario (y que precisamente te había marcado con colores). Ok, está claro que no todo el rebote tiene por qué ser malo ni afectar al SEO.
No sólo se posiciona bien, sino que además es rentable al generar comisiones de afiliación cuando el lector se dirige a la página del proveedor de hosting para contratarlo, pero antes de que eso pase es normal que el usuario investigue más, que vuelva al buscador sin interactuar más con el post para seguir buscando, etc. En otras palabras, en búsquedas relacionadas con ese post es normal tener mucho rebote. ¿Entonces de qué me vale que Google Analytics me avise de que tengo un porcentaje de rebote brutal como si por ello tuviera que sacrificarme en un ritual satánico?
Ojo, quiero que entiendas bien el concepto «arreglar el rebote» porque realmente no va a cambiar nada en cuanto al comportamiento real del usuario. Lo que pretendo con estos «arreglos» es que Google Analytics me muestre los datos de otra forma. Por ejemplo, para mí un rebote «real» y que me preocuparía es que la visita se vaya a los pocos segundos de haber entrado. Ésta es la modificación más lógica y por la que optan muchos bloggers. Poner un valor a X que tenga sentido con el contenido de tu blog y el tiempo medio de permanencia en el sitio.
Primero busca el código de seguimiento de Google Analytics que tengas puesto en tu blog y comprueba que es el nuevo código de Google Analytics que con tiene la librería gtag.js (de Google Tag Manager), porque la llamada a los eventos cambia tal y como se explica aquí y es la más nueva. Si no la tienes, te aconsejo que la cambies porque es mejor. Cuidado al copiar las líneas de color azul directamente porque puede copiarte mal las comillas dobles («) y simples (‘). Esta modificación es quizá más «exigente» y más precisa a la hora de entender que el usuario ha «conectado» con el contenido. En este caso también verás como visitas «normales» las que por definición serían un rebote pero han estado más de X segundos y luego hayan hecho scroll en la página.
Que sea un evento de scroll el que anule el rebote si el contenido de tu blog no tiene la longitud suficiente para que se pueda hacer scroll. Cuidado al copiar las líneas de color azul directamente porque puede copiarte mal las comillas dobles («) y simples (‘). Pues aquí están las gráficas con el porcentaje de rebote y la duración media de la sesión. Ahora por ejemplo tiene en cuenta el tiempo que pasan los lectores fieles que normalmente entran a leer sólo el nuevo post publicado (porque el resto ya lo conocen).
A la hora de trabajar el posicionamiento SEO de un negocio online es muy importante tener presente la tasa de rebote, puesto que la navegación de los usuarios internamente en un sitio web sumado al tiempo que permanecen son métricas de mucho valor. Además de informar a Google de la importancia y utilidad de tu web, para conocer si los usuarios pasan más tiempo y navegan por más páginas, la tasa de rebote informa, también, del tipo de contenido. Que nuestra página web reciba muchas visitas es algo bueno, pero tener un porcentaje de rebote muy alto puede hacer que este número de visitas no sea tan bueno. Como ya sabemos, para Google Analytics, se considera un rebote aquellas sesiones en las que no se genera ninguna interacción.
El principal cambio es el método de medición que usan ambas versiones, por un lado Universal trabajaba con los conceptos de hits, sesiones y usuarios. Estos eventos por tanto afectan a nuestra tasa de rebote, y por regla general ya están medidos de antemano. Para contrarrestar esta situación con Google Analytics 4, se ha incluído además la tasa de interacción. Mala elección de palabras clave. El usuario llega a una web que no tiene nada que ver con lo que buscaba originalmente. Dependiendo del sector, un porcentaje de rebote puede ser aceptable o no, es decir, dentro de la normalidad. Da igual si nuestro producto es el mejor, el más bonito y el más asequible, siempre tendremos visitas que saldrán directamente de nuestra web.
Llega el momento de ponernos manos a la obra y ver cómo andamos de rebotes. Lo primero que debemos hacer es analizar cada uno de los puntos anteriores para hacernos una idea de por dónde van los tiros. Mejorando la relevancia de nuestra página web. Debemos asegurarnos de que el contenido es único, relevante y original. Ofrece menús de navegación limpios. Conectar de forma adecuada la página de destino con la fuente de tráfico.
Si tuvieras que elegir en qué ejemplos la visita muestra más interés por tu blog, seguramente escojas el 2 y el 3. Por eso Google no tiene en cuenta sólo el rebote, sino también el tiempo de permanencia en la página; otro concepto importantísimo en el comportamiento del usuario (y que precisamente te había marcado con colores). Ok, está claro que no todo el rebote tiene por qué ser malo ni afectar al SEO.
No sólo se posiciona bien, sino que además es rentable al generar comisiones de afiliación cuando el lector se dirige a la página del proveedor de hosting para contratarlo, pero antes de que eso pase es normal que el usuario investigue más, que vuelva al buscador sin interactuar más con el post para seguir buscando, etc. En otras palabras, en búsquedas relacionadas con ese post es normal tener mucho rebote. ¿Entonces de qué me vale que Google Analytics me avise de que tengo un porcentaje de rebote brutal como si por ello tuviera que sacrificarme en un ritual satánico?
Ojo, quiero que entiendas bien el concepto «arreglar el rebote» porque realmente no va a cambiar nada en cuanto al comportamiento real del usuario. Lo que pretendo con estos «arreglos» es que Google Analytics me muestre los datos de otra forma. Por ejemplo, para mí un rebote «real» y que me preocuparía es que la visita se vaya a los pocos segundos de haber entrado. Ésta es la modificación más lógica y por la que optan muchos bloggers. Poner un valor a X que tenga sentido con el contenido de tu blog y el tiempo medio de permanencia en el sitio.
Primero busca el código de seguimiento de Google Analytics que tengas puesto en tu blog y comprueba que es el nuevo código de Google Analytics que con tiene la librería gtag.js (de Google Tag Manager), porque la llamada a los eventos cambia tal y como se explica aquí y es la más nueva. Si no la tienes, te aconsejo que la cambies porque es mejor. Cuidado al copiar las líneas de color azul directamente porque puede copiarte mal las comillas dobles («) y simples (‘). Esta modificación es quizá más «exigente» y más precisa a la hora de entender que el usuario ha «conectado» con el contenido. En este caso también verás como visitas «normales» las que por definición serían un rebote pero han estado más de X segundos y luego hayan hecho scroll en la página.
Que sea un evento de scroll el que anule el rebote si el contenido de tu blog no tiene la longitud suficiente para que se pueda hacer scroll. Cuidado al copiar las líneas de color azul directamente porque puede copiarte mal las comillas dobles («) y simples (‘). Pues aquí están las gráficas con el porcentaje de rebote y la duración media de la sesión. Ahora por ejemplo tiene en cuenta el tiempo que pasan los lectores fieles que normalmente entran a leer sólo el nuevo post publicado (porque el resto ya lo conocen).
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