El emprendimiento es un término muy utilizado en todo el mundo, inherente a la historia de la humanidad y de suma importancia ante la necesidad de superar los constantes y crecientes problemas económicos.
Definición de Emprendimiento
Con el término emprendimiento identificamos el efecto de emprender, un verbo que hace referencia a llevar adelante una obra o un negocio. No existe una definición comúnmente aceptada de iniciativa emprendedora.
Algunos autores la consideran una actividad relacionada con la destrucción creativa de Schumpeter, otros han puesto el énfasis en el descubrimiento de oportunidades y otros se han centrado en la creación de nuevas empresas.
La definición de emprendimiento implica convertir una idea nueva en una innovación exitosa utilizando habilidades, visión, creatividad, persistencia y exposición al riesgo.
En definitiva, un emprendimiento es cualquier actividad nueva que hace una persona, que puede tener como finalidad lograr ganancias económicas o no. El emprendimiento es llevado a cabo por los emprendedores.
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Concepto de Emprendimiento
De acuerdo con Wikipedia, la palabra emprendimiento, proviene del francés entrepreneur (pionero), y se refiere a la capacidad de una persona para hacer un esfuerzo adicional por alcanzar una meta u objetivo, siendo utilizada también para referirse a la persona que iniciaba una nueva empresa o proyecto, término que después fue aplicado a empresarios que fueron innovadores o agregaban valor a un producto o proceso ya existente, lo que hoy ha derivado en el concepto de emprendimiento actual.
Tipos de Emprendimiento
El emprendimiento es el proceso de diseñar, lanzar y administrar un nuevo negocio, que generalmente comienza como una pequeña empresa o una emergente, ofreciendo a la venta un producto, servicio o proceso.
A continuación, algunos de los tipos de emprendimiento:
Emprendimiento Empresarial
El emprendimiento empresarial es la iniciativa o aptitud de un individuo para desarrollar un proyecto de negocio. Por lo tanto, una idea que genere ingresos que le permite cubrir principalmente sus gastos básicos, y el de su familia.
El emprendimiento empresarial ha surgido por las crisis económicas del país, lo cual lleva al individuo desarrollar ideas innovadoras en el mercado que le permita crecer en momentos dificultosos.
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No obstante, el emprendimiento empresarial tiene sus ventajas, en primer lugar, el de generar ingresos, empleos. Luego, permite al individuo ser su propio jefe, y por lo tanto, manejar su propio tiempo y tomar sus propias decisiones.
Emprendimiento Cultural
El emprendimiento cultural puede ser visto como el generador de empresas u organizaciones culturales con el objetivo de que no se pierda el significado, ni el valor simbólico de los productos y costumbres pertenecientes de un país.
Emprendimiento Social
El emprendimiento social busca satisfacer las necesidades de la sociedad en donde se desenvuelve.
El Emprendedor Cultural: Clave en la Innovación
La figura del emprendedor cultural está en auge desde hace ya varios años. Su presencia es garantía de innovación y eso, cuando se habla de cultura que es sinónimo de movimiento, cambio y avance continuo, es un valor fundamental.
El emprendedor cultural es aquel profesional capaz de analizar los retos, presentes y futuros, a los que se enfrenta su sector para, a continuación, definir una estrategia enfocada a diseñar, financiar e implementar ese nuevo producto o servicio en el mercado.
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Se trata de un profesional inquieto y en continua formación, que se mantiene al día de las vanguardias culturales. A su vez, debe poseer conocimientos económicos y empresariales para escoger la mejor fuente de financiación que le permita dotar de fondos a su proyecto, así como de las últimas tendencias en innovación tecnológica para maximizar la eficiencia y eficacia de los procesos.
Impulsar y fomentar al emprendedor cultural es el primer paso para asegurar la supervivencia de un sector cimentado en la música, las letras y la imagen en todas sus vertientes.
Un respaldo innegable vertebrado en el compromiso de que, gracias a él, la industria cultural será capaz de adaptarse a las nuevas tendencias que, sin duda, irán surgiendo en las próximas décadas.
Tipos de Emprendimiento Cultural
El emprendimiento cultural es un modelo de emprendimiento social que busca dar respuesta a las necesidades cambiantes del mercado. Entrando al detalle de los tipos de emprendimiento cultural que existen en la actualidad, es posible clasificarlos según:
- Las industrias culturales en las que los emprendedores culturales desarrollan su actividad, abarcando desde las relacionadas con la imagen y el vídeo (fotografía o cine), hasta el musical, sin olvidar las artes escénicas, escultóricas, pictóricas o literarias.
- El tipo de actividad que realizan como emprendedores culturales, tantas modalidades como puestos en el mercado laboral existen. Es importante recordar que pueden centrar su atención tanto en la conceptualización o el diseño del proyecto, como en la captación de recursos para el mismo, pasando por la gestión y dirección de la idea.
- El modelo de financiación escogido para dotar de fondos a su proyecto, un mundo de inmensas posibilidades. Desde las más tradicionales como los bancos, entidades financieras o ayudas y subvenciones (locales, autonómicas, estatales o internacionales), hasta aquellas consideradas alternativas como el crowdfunding, crowdlending o el bootstrapping. Todo ello, sin olvidar el mecenazgo, una fuente de respaldo económico que tradicionalmente ha impulsado la cultura.
Ejemplos de Emprendimiento Cultural
Entre los casos de éxito que se pueden destacar como ejemplos de éxito en emprendimiento cultural resaltan, entre otros:
- Muddy Waters Books: editorial que se define en su web como un espacio “con espíritu crítico, alma pop y un afilado sentido del humor”, especializada en el ensayo periodístico.
- Meninas Cartoneras: que tal y como explican en su site, se han marcado como objetivo “formar las capacidades emprendedoras de las personas jóvenes en el sector cultural, a través de un itinerario educativo virtual y presencial”, mediante su programa Hélice.
- Gre2 Jazz: un festival musical internacional que traspasa fronteras para convertirse en un espacio cultural que tiene como objetivo acercar las diferentes sensibilidades artísticas al mundo rural.
Emprendimiento Cultural e Innovación
Lograr una cultura inclusiva y cercana, en la que todo el mundo tenga un espacio que sienta como suyo, que le represente, le emocione y le ofrezca ese aporte de belleza que solo las industrias culturales son capaces de alcanzar. Un cambio de paradigma que se está traduciendo en:
- Museos que se pueden visitar a miles de kilómetros de distancia, con tan solo un ratón y una buena conexión a internet.
- Exposiciones artísticas inmersivas sensoriales, que apuestan por introducir a los visitantes directamente en los cuadros a través de la realidad virtual para ofrecer una visión diferente del artista en cuestión.
- Aplicación de la inteligencia artificial a la posproducción de audio que facilita, entre otras cosas, la recuperación de maquetas que quedaron pendientes de ser lanzadas al mercado por sus autores, fallecidos hace años o incluso décadas.
- Conciertos virtuales con hologramas o duetos entre cantantes vivos y leyendas de la esfera musical que hace tiempo que murieron.
- Incorporación del uso de la inteligencia artificial al cine para la recreación de mundos, personajes fantásticos, escenas de acción de gran peligrosidad o, incluso, para devolver a la vida, durante unos minutos, a actores que perdieron la suya antes de que hubiera concluido el rodaje de la película.
- Utilización de la inteligencia artificial en la industria fotográfica para agilizar los procesos de posproducción, jugar con la realidad reflejada en la imagen o proponer nuevas formas de expresión a través de la fotografía.
- Activación de campañas de financiación de proyectos artísticos directamente a través de plataformas digitales, muchos de los cuales han finalizado de forma exitosa, por ejemplo, con el lanzamiento de nuevos productos musicales o teatrales.
- Elaboración de novelas transmedia, en las que los autores piden a sus seguidores opinión sobre el desarrollo de la trama o los giros argumentales.
- Adaptación de los espacios culturales a las personas con capacidades diferentes para acercar un evento artístico, para que así puedan disfrutar de la sensibilidad y la emoción ideada por su autor.
- Restaurantes multisensoriales que tienen por objetivo alcanzar una experiencia inmersiva del comensal, con una activación plena de los cinco sentidos.
En definitiva, la visión 360º del emprendedor cultural se convierte en un revulsivo que, a corto plazo, impulsa el desarrollo de su industria, logrando con ello un crecimiento económico y del mercado laboral al que se dirige, al incrementar tanto el número de puestos como de capacidades profesionales demandadas.
A largo plazo, esta revolución se transformará en un aumento de los beneficios y de la capacidad de invertir en ideas innovadoras que afiancen la sostenibilidad de la cultura en el tiempo.
La Investigación del Emprendimiento Cultural y Creativo
Esta reciente corriente de investigación del emprendimiento cultural y creativo se ha centrado en estudiar las particularidades de dichos emprendedores, analizando tanto sus circunstancias como sus características como individuos.
En lo que se refiere a sus circunstancias, las industrias culturales y creativas habitualmente implican procesos de toma de decisiones más largos y complejos que otras industrias, al ser muy difícil definir a priori la calidad de estos productos culturales. También sufren una mayor incertidumbre y riesgo, ya que es muy difícil predecir la demanda y el éxito de estos productos. Además, estas industrias presentan mayor precariedad y los emprendedores culturales y creativos se consideran emprendedores “por necesidad”, ya que habitualmente crean una empresa condicionados por la dificultad para conseguir un empleo por cuenta ajena en dichas industrias.
En cuanto a sus características como individuos, los emprendedores culturales y creativos son considerados más originales e imaginativos y más hábiles a la hora de utilizar pensamiento divergente (utilizar estrategias de pensamiento divergente implica que afloren ideas que se caracterizan por una alta singularidad, sensibilidad y pensamiento no lineal). Asimismo, los emprendedores culturales y creativos tienden a ser más cercanos a sus emociones y conscientes de ellas.
Retomando la creencia general de que los artistas son más emocionales y apasionados, y tratando de trasladar esta idea al estudio de las particularidades de los emprendedores culturales y creativos, ¿tiene esta característica algún efecto a la hora de decidir emprender?
El Poder de las Emociones Positivas
En primer lugar, y hablando de los emprendedores en general, las investigaciones hasta el momento han demostrado que las emociones y, más concretamente las emociones positivas, influyen en las decisiones que se toman en el proceso emprendedor.
Estas emociones positivas de los emprendedores (tales como estar animado/a, inspirado/a o entusiasmado/a) favorecen que, cuando los emprendedores analizan la información sobre su oportunidad de negocio, recuerden más fácilmente los datos favorables y olviden los desfavorables. Así, los emprendedores, al experimentar emociones positivas, tienden a evaluar sus oportunidades de forma más favorable -las van a percibir como más novedosas e innovadoras- pues dichas emociones los llevan a interpretaciones sesgadas de la información que analizan.
En lo que se refiere a los emprendedores culturales y creativos, ¿el estereotipo de que los artistas son más emocionales se traduce en una mayor influencia de sus emociones en este caso? ¿La evaluación de la oportunidad de negocio de estos emprendedores culturales y creativos es más sesgada que la de los emprendedores de otras industrias?
Contrariamente a lo que se podría presuponer, la influencia de las emociones positivas es menor en el caso de los emprendedores culturales y creativos. Dos razones obedecen a este menor efecto de las emociones. La primera tiene que ver con sus características como individuos y, concretamente, con su tendencia a utilizar más frecuentemente el pensamiento imaginativo y divergente. Los individuos que usan procesos de pensamiento divergente y que tienden a ser más imaginativos suelen ser más precisos cuando hacen inferencias y perciben mejor la creatividad y la originalidad que aquellos individuos que utilizan otros procesos de pensamiento.
La segunda de las razones está relacionada con las circunstancias que rodean el proceso de toma de decisiones en las industrias culturales y creativas, que dura mucho más tiempo que en otras industrias. Diferentes estudios en materia de psicología han demostrado que los sesgos inducidos por las emociones positivas son menores en procesos más largos, pues estos procesos de desarrollo de ideas tienen menos presiones temporales y son más reflexivos. Es decir, los emprendedores culturales perciben de forma más clara si su idea de negocio es creativa u original y se toman más tiempo en analizarla, lo que hace que el efecto de las emociones a la hora de evaluar esa idea sea menor.
Una vez evaluada la oportunidad de negocio, los emprendedores deben valorar si las ganancias obtenidas en esa futura empresa les permitirían abandonar su trabajo por cuenta ajena -o no buscarlo- y, si es así, deben continuar con los siguientes pasos para la creación de esa nueva empresa (confirmar la financiación de la que disponen, contratar al personal que necesiten, etc). De nuevo, las emociones positivas fomentan una mayor autoestima y tendencia a asumir riesgos, pues llevan a los emprendedores a centrarse en las ganancias futuras y el éxito potencial y a ignorar las posibles pérdidas y fracasos.
No Todo es Color de Rosa
¿Qué ocurre en este caso con los emprendedores culturales y creativos? ¿Se cumple por fin el mito del artista pasional en la disposición a emprender? Los resultados de nuestro estudio indican que no. En este caso el efecto de las emociones positivas también es menor para los emprendedores culturales y creativos, que son más reticentes a crear una empresa que otros emprendedores.
Nuevamente, las circunstancias de las industrias culturales y creativas y sus características individuales están detrás de esta menor influencia de las emociones positivas. Como se ha mencionado, los emprendedores culturales y creativos son emprendedores por necesidad -suelen crear una empresa porque no encuentran un trabajo por cuenta ajena- lo que hace que sean más objetivos en su percepción de esa futura empresa como fuente de ganancias. Asimismo, los emprendedores culturales están más en contacto con sus emociones y son más conscientes de ellas, lo que hace que estén más al tanto de los efectos de estas emociones y protejan mejor sus decisiones de dichas emociones. Es decir, los emprendedores culturales y creativos no ven de color de rosa su futura empresa y solo emprenden por la necesidad de desarrollar su carrera creativa. Además, paradójicamente, ser más conscientes de sus emociones hace que estas les influyan menos a la hora de correr los riesgos relacionados con emprender.
El Plan de Empresa
Para que un estudio de mercado resulte exitoso, los emprendedores culturales también deben ser honestos y tener en cuenta las capacidades y necesidades de su proyecto. En este sentido, hay una herramienta que juega un papel fundamental: el plan de empresa, un escrito que describe el proyecto y analiza su viabilidad técnica, financiera y económica. Este documento es de vital importancia de cara a conseguir financiación, por lo que debe detallarse de la mejor manera posible.
- Descripción de la empresa.
- Descripción del servicio o actividad cultural que se va a desarrollar.
- Estrategia de marketing.
- El plan financiero.
- El plan de contingencia.
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