Tipos de Poder de Liderazgo y Ejemplos

El liderazgo es la habilidad de un jefe para influir en su equipo y gestionarlo, con el objetivo de maximizar los beneficios y alcanzar los objetivos marcados. Cada empresa debe conocer los tipos de liderazgo que existen y elegir el más adecuado, ya que un buen o mal liderazgo tendrá su reflejo directo en el rendimiento de la compañía.

Es importante destacar que dentro de la jerarquía empresarial pueden convivir distintos tipos de liderazgo. La combinación de varias formas de dirigir una empresa puede ser la clave para maximizar la productividad.

Para elegir entre los diferentes tipos de poder de liderazgo hay que conocer las cualidades de los empleados y ajustarse a los valores de la compañía. Pero, además, el momento económico por el que esté pasando el grupo será otro factor determinante.

Una forma de dirigir a los empleados es positiva cuando se amolda a los ideales y a la filosofía del grupo. Por el contrario, un liderazgo es negativo cuando dificulta conseguir los objetivos fijados por la empresa.

A continuación, exploraremos diferentes tipos de liderazgo, cada uno con sus ventajas e inconvenientes.

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Tipos de Liderazgo

Liderazgo Autocrático

El liderazgo autocrático concentra todo el poder en un solo directivo y no deja espacio a las opiniones de los subordinados. En este caso, la jerarquía es rígida y la comunicación es unidireccional.

Este tipo de líder puede resultar útil cuando se deben tomar decisiones rápidas, ya que solo el jefe decide qué hacer, lo que reduce mucho la cadena de mando. Sin embargo, el estilo autocrático cada vez se utiliza menos en las empresas modernas, que buscan empleados comprometidos y leales, pues son más productivos.

Liderazgo Democrático

También llamado “liderazgo participativo”, este estilo de dirigir se enfoca en motivar la colaboración de todo el grupo en la toma de decisiones. Se busca la participación de todos los empleados en la toma de decisiones. Los empleados se sienten involucrados con la compañía, lo que aumenta su compromiso y productividad. El diálogo es constante entre todos los miembros del grupo de trabajo. No obstante, la decisión final la tomará el jefe.

El permitir la intervención de los empleados colabora a que estos se sientan valorados y motivados. El sentido de pertenencia del grupo se consolida de forma mucho más sólida y se pueden usar los conocimientos y habilidades de cada empleado para resolver situaciones específicas. Sin embargo, contar con gran variedad de opiniones puede frenar la toma de decisiones, por lo que el jefe democrático es más lento para alcanzar objetivos.

Liderazgo Transaccional

Este tipo de liderazgo se basa en transacciones entre los altos cargos y el resto de la plantilla. Los trabajadores reciben algún tipo de premio como compensación por alcanzar un objetivo. En este caso, las recompensas o incentivos que reciben los trabajadores se traducen en mayor motivación. Así, tanto empleados como directivos se benefician de que los empleados realicen sus tareas correctamente.

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El líder transaccional es racional y útil para dirigir una compañía en momentos de estabilidad. Sin embargo, supone mayores costes en incentivos económicos.

Liderazgo Transformacional

El líder transformacional se centra en el capital humano. Para él, la transformación de una empresa solo puede llegar a través de los empleados. Por ello, mantiene una comunicación constante con su grupo para contrastar ideas y definir estrategias compartidas. Este tipo de jefes sabe motivar a su equipo e inspirarlo.

No obstante, este tipo de liderazgo se centra en cualidades intangibles (ideas, valores…); en definitiva, incide sobre todo en el ambiente laboral.

Liderazgo Laissez Faire

El líder laissez faire confía en sus empleados y les deja cumplir con su puesto con una mínima intervención. Se basa en la idea de que los trabajadores experimentados incrementan su productividad con menor supervisión.

Por ello, para los empleados supone más autonomía, y eso les hace sentirse valorados y motivados. No obstante, no todos los trabajadores son igualmente productivos sin supervisión. Tampoco es una forma útil de liderar a empleados con poca experiencia. En este caso, es indispensable conocer los rasgos de la plantilla para determinar si el laissez faire es el tipo de liderazgo más adecuado.

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Liderazgo Situacional

El liderazgo situacional es una poderosa herramienta para la gestión de personas y se trata de un tipo de liderazgo que consiste en conocer las necesidades, la preparación y las capacidades de cada miembro del equipo con la finalidad de saber adaptar el estilo de liderazgo a cada situación.

Liderazgo Estratégico

Se conoce como liderazgo estratégico al proceso de elaborar una serie de pautas eficaces que ayudan a una organización a conseguir un objetivo preestablecido. En este tipo de liderazgo es muy importante que los equipos expresen las necesidades de la organización en el contexto de sus propias labores. El líder no solo alienta al resto de las personas de su organización, sino que también recibe la inspiración necesaria para crear e implementar una visión compartida.

Liderazgo Natural

Este estilo de liderazgo surge naturalmente en el líder. A estos líderes no se les reconoce de manera formal como tal, pero, gracias a sus características de comunicación, a su carisma y a su personalidad, se les da muy fácilmente el guiar a otros y lograr organizar a un grupo de manera exitosa.

Liderazgo Burocrático

De acuerdo a los líderes burocráticos, las reglas no se hicieron para romperse. Por el contrario, la meta ideal es apegarse lo más posible a ellas. Las políticas y procedimientos de la empresa son lo más importante para este líder y por lo que cada una de las labores debe de llevarse a cabo de forma meticulosa y sin tomarse libertades creativas o desvíos de los procesos previamente aprobados por la compañía.

Liderazgo Carismático

El liderazgo carismático implica un sentido de estilo y confianza que lo diferencia de otros tipos de líderes. El liderazgo carismático se basa, más que nada, en la personalidad del líder. Sus habilidades interpersonales y de comunicación ayudan a motivar al equipo y a hacer que todos se sientan parte de un mismo grupo.

Los líderes carismáticos tienen habilidades extraordinarias en comunicación. Esto les ayuda a motivar a los empleados en los momentos difíciles y también a mantenerse firmes cuando las circunstancias lo requieren. Los líderes se sienten igualmente cómodos comunicándose uno a uno o en grupo.

Los líderes carismáticos también tienen un sentido de humildad. Ponen mucho valor en cada empleado y tienen la capacidad de escuchar realmente sus preocupaciones. El líder carismático puede convencer a la persona que tiene enfrente del valor de su aportación individual a la organización y mostrarle cómo sus contribuciones afectan los intereses estratégicos de la empresa.

Cualquiera de los ejemplos de liderazgo carismático que se evalúen confirma que se trata de personas que inspiran una gran lealtad en su entorno.

Los líderes carismáticos de éxito también son compasivos. El carisma por sí solo puede no ser suficiente, sin embargo, la compasión, la integridad, la honestidad y la fortaleza son cualidades que hace diferente a un individuo.

Un líder carismático no solo debe hablar, sino también demostrar su visión con hechos.

No hace falta decir que los líderes carismáticos tienen verdadera confianza en sí mismos. Se sienten cómodos con quienes son. Se entienden bien y no intentan ser nadie más. Transmiten un lenguaje corporal positivo.

Los líderes carismáticos son extremadamente buenos oyentes. Cuando te escuchan, no se inquietan ni se muestran distraídos. Un líder carismático presta atención a lo que se dice y escucha con interés. Participan en la conversación y actúan con empatía.

Uno de los atributos de los líderes carismáticos es que a menudo tienden a observarse a sí mismos. Son conscientes de su poderosa personalidad y del hecho de que sus seguidores analizan sus acciones constantemente. Por esta razón, consideran importante retratar una buena imagen de sí mismos ante sus seguidores. Esto solo se puede lograr con el autocontrol.

Un líder carismático comprende que tiene ciertas cualidades que lo hacen diferente de los demás, que son las que le aportan ese carisma. Ejerces un gran poder de atracción sobre los demás. La principal característica que diferencia al líder carismático de los demás es su capacidad para atraer a las personas, de conseguir que los demás se sientan interesados por su figura, gracias a sus cualidades y habilidades personales.

Este tipo de personas se enfrentan a la vida con una actitud positiva y optimista. Esta actitud provoca que sean vistos como luchadores que no se rinden ante los obstáculos.

Todo líder carismático busca una transformación, un cambio en la empresa. Sin embargo, para conseguir ese cambio, en ocasiones es necesario arriesgarse. Estas personas saben que el riesgo conlleva consecuencias y que no siempre se gana. El fracaso no es percibido como algo negativo para estos líderes.

Otra de las grandes cualidades de estos líderes es su capacidad de escucha. Siempre están dispuestos no sólo a oír las propuestas de los demás, también a valorarlas seriamente y aceptarlas, si consideran que son acertadas. Pero esta capacidad de escucha va más allá del ámbito profesional. Los líderes carismáticos se preocupan sinceramente por los miembros de su equipo, motivo por el que se ganan la confianza y respeto de éstos.

Tan importante como saber escuchar es saber comunicar tus ideas. Esta habilidad la manejan al a perfección estos líderes, que parece que siempre saben qué, cómo y cuándo decir las cosas. Una comunicación clara favorece que todo el mundo sepa qué tiene que hacer y qué se espera de ellos.

El líder carismático espera lo mejor de los demás. Está convencido de las capacidades de los otros y se lo hace ver y sentir. Esta actitud hace que los demás se esfuercen y saquen lo mejor de sí mismos.

Compartir tus conocimientos es sinónimo de enriquecimiento. No sólo sale beneficiada la persona a la que instruyes, esta acción también favorece al grupo, al proyecto y a la empresa en general.

Si los grupos son muy grandes, su efecto tiende a diluirse. El carisma no es una facultad ilimitada o que crezca hasta el infinito. Cuantas más personas dependan del líder carismático, más difícil será generar los cambios propuestos. En cambio, en grupos pequeños es una garantía de éxito.

Cuando el carisma no se enfoca bien y el líder persigue otros fines, lo más probable es que pierda el rumbo de sus funciones y acabe buscando notoriedad o visibilidad.

Si lo que se busca son resultados a corto plazo y en sistemas jerarquizados o en los que la personalidad tenga poco impacto, este modelo de liderazgo se revelará ineficaz. Los sistemas cerrados son incompatibles con el desarrollo del carisma.

Si el líder se centra de lleno en la gestión de relaciones y del capital humano, es probable que pierda de vista las amenazas del entorno. Ojo, el carisma no es un antídoto contra todo.

Liderazgo Orientado a las Personas

En este caso, la prioridad son los miembros del equipo. Como su nombre lo indica, las personas son las que se encuentran en el centro de la atención de los líderes. Para ejercerlo de forma apropiada, un líder debe de ser capaz de conocer la personalidad de sus empleados e identificar sus principales fortalezas y habilidades, así como también generar un plan para usar dichas aptitudes en favor de la empresa.

Liderazgo Orientado a las Tareas

Al contrario del liderazgo orientado a las personas, en este caso, el enfoque se encuentra completamente en el trabajo y no en los empleados. El líder orientado a las tareas debe de delegar lo que se necesita llevar a cabo y organizar funciones y roles con el objetivo de cumplir una labor.

Ejemplos de Liderazgo en la Historia

Uno de los temas que nunca pasan de moda es el del liderazgo, ese gran hombre o esa gran mujer que dejan una huella indeleble en su paso por el mundo y que son admirados, envidiados, seguidos e imitados por millones de personas.

  • Nelson Mandela: liderazgo basado en valores. Su liderazgo transformador, basado en la empatía, la resiliencia y la defensa incansable de los derechos humanos, lo convirtió en una figura respetada en todo el mundo.
  • Indra Nooyi: liderazgo empático y con propósito. Revolucionó el liderazgo empresarial al apostar por un modelo más humano, sostenible e inclusivo.
  • Steve Jobs: liderazgo creativo y exigente. Su estilo de liderazgo audaz, exigente y orientado a la excelencia impulsó la transformación de Apple y marcó una era.
  • Amancio Ortega: liderazgo discreto y estratégico. Es conocido por su estilo de liderazgo discreto, basado en el trabajo constante, la capacidad de delegar y la inteligencia para rodearse del mejor talento.

¿Qué Significa Ser un Buen Líder?

Un buen líder es una persona honesta, íntegra, empática, capaz de inspirar, comunicar con claridad, generar confianza y compromiso y adaptarse a los desafíos con determinación. En el entorno laboral actual, el liderazgo va mucho más allá de dirigir equipos o tomar decisiones estratégicas.

Hoy más que nunca, buscamos referentes que no solo destaquen por su éxito profesional, sino por su capacidad de movilizar a las personas, impulsar el cambio y dejar huella.

Conclusión

En definitiva un buen liderazgo empresarial mejora los resultados de la empresa, crea un clima laboral favorable e incrementa la participación de los empleados y mejora la confianza y fiabilidad en la organización. No obstante, cada grupo de trabajo y cada situación económica responderán mejor ante un tipo de liderazgo. Los responsables de la corporación deben ajustar el modo de gestión de sus directivos para dar con el más adecuado en cada momento.

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