El Mercado Negro Estudiantil: Un Análisis Profundo de Prácticas y Consecuencias

El término "mercado negro" evoca imágenes de transacciones ilícitas y productos prohibidos. Sin embargo, en el contexto estudiantil, la frase se utiliza de manera irónica y humorística para referirse a una red informal, donde los estudiantes intercambian, venden o comparten acceso a descuentos, ofertas y promociones que, en teoría, solo deberían estar disponibles para ellos.

¿Qué Entendemos por "Mercado Negro" Estudiantil?

No se trata de un mercado ilegal en el sentido estricto de la palabra. La vida estudiantil suele estar marcada por presupuestos ajustados, especialmente en ciudades con altos costos de vida. La necesidad de acceder a recursos educativos (libros, software, plataformas online) y de ocio (streaming, entretenimiento) sin arruinarse impulsa a los estudiantes a buscar alternativas.

Otros factores contribuyen:

  • Facilidad de acceso: Las redes sociales y las plataformas de mensajería facilitan la creación y el mantenimiento de estas redes informales.
  • Sentido de comunidad: Compartir recursos y descuentos crea un sentido de pertenencia y solidaridad entre los estudiantes.
  • "Hackeo" del sistema: Algunos estudiantes ven estas prácticas como una forma de "hackear" el sistema y obtener ventajas que de otra manera no podrían permitirse.
  • Eficiencia: Acceder rápidamente a información o recursos a través de estas redes puede ahorrar tiempo y esfuerzo.

Ejemplos Concretos y Casos de Uso

Caso 1: Software educativo. Un estudiante de ingeniería necesita acceder a un software de diseño costoso. En lugar de comprar una licencia completa, busca en un grupo de Telegram donde otros estudiantes comparten licencias o códigos de descuento. Esto le permite acceder al software a una fracción del precio original.

Caso 2: Plataformas de Streaming. Un grupo de amigos se organiza para compartir una cuenta familiar de una plataforma de streaming. Cada uno paga una parte proporcional, reduciendo significativamente el costo individual.

Lea también: Black Friday y reacondicionado: ¡tu guía!

Caso 3: Libros de texto. Un estudiante vende sus libros de texto usados a otros estudiantes a través de un foro online, obteniendo algo de dinero y ayudando a otros a ahorrar en material escolar.

Caso 4: Apuntes y exámenes. Un estudiante comparte apuntes de alta calidad que ha tomado durante el curso a cambio de una pequeña contribución económica. Otro estudiante ofrece exámenes resueltos de años anteriores (esta práctica es éticamente más cuestionable).

Aprobar a Golpe de Click: La Compra de Trabajos Académicos

Muchos alumnos españoles han acabado oficialmente los exámenes de la EvAU. Mientras unos acaban las pruebas de Selectividad, otros finalizan sus trabajos de fin de grado, los denominados TFG. Y en esta época proliferan las "ofertas" ilegales.

El TFG es un método de evaluación sobre las competencias y conocimientos adquiridos durante la carrera. Requiere de un esfuerzo extra por parte del alumno, sin embargo, por un módico precio es fácil comprar en internet uno de esos trabajos. De hecho, desde hace algunos años el negocio de las webs que se ofrecen a redactar proyectos universitarios a cambio de dinero ha crecido de manera exponencial.

Los nervios, la carga de exámenes finales y la falta de tiempo pueden llevar a los alumnos a apostar por un aprobado fácil y rápido. La idea es muy atractiva: el estudiante paga mientras otros hacen sus trabajos académicos. La forma de hacerlo también resulta muy sencilla: a través de internet contactan con empresas que se encargan de realizar el TFG, todo claro está, dependiendo de las necesidades de cada estudiante.

Lea también: El mercado negro de móviles reacondicionados: un análisis

"¡Deja de preocuparte! Te ayudamos y asesoramos en toda la realización del proyecto. Si no tienes tiempo, lo hacemos por ti". Si es estudiante universitario, está en el último año de carrera, tiene dinero y le da pereza hacer el trabajo de fin de grado (TFG), está de suerte. Si es profesor universitario y quiere evitar que sus alumnos hagan trampas en sus trabajos académicos, lea atentamente las líneas que vienen a continuación.

Uno de estos casos es el de Alonso, 23 años, estudiante de Periodismo en Madrid. Esta semana expondrá su TFG ante su tutor y demás profesores de la carrera. Durante 10 minutos tendrá que explicar, con ayuda de un Power Point, cómo ha hecho el trabajo. Un dossier encuadernado de 80 páginas con un minucioso análisis del tratamiento por parte de los diferentes medios de comunicación de las noticias sobre actualidad política.

"Parece sencillo si no fuera porque el trabajo no lo he redactado yo. "Busco a alguien que me haga el trabajo de fin de grado de Periodismo". A los dos días ya había recibido 10 correos. Todos eran de profesores de instituto, que adjuntaban sus currículums, y se ofrecían a echar una mano remunerada al chaval.

Alonso eligió a una joven profesora de la ESO de Madrid que le aseguraba confidencialidad, un trabajo inédito y un aprobado garantizado. "Para que me hiciera un presupuesto, le envié las pautas que me había dado mi tutor. Al principio me cobraba 300 euros, pero negocié con ella para que se quedara en 250", cuenta el estudiante, que le pagó la mitad por adelantado antes de empezar y la otra parte, una vez le había entregado el trabajo finalizado. En 15 días ya lo tenía. Un análisis de comunicación política exhaustivo adaptado al nivel de redacción de Alonso.

La profesora, que nos pide que no desvelemos su identidad, nos explica por qué ayuda a los estudiantes a hacer trampas en sus TFG. "En el instituto me pagan muy mal y esto es un sobresueldo que me saco. En esta época hago unos tres trabajos al mes y me puedo sacar cerca de 1.000 euros. Sé que no está bien, pero esto a mí me sirve para llegar a fin de mes", sentencia la mujer, que ahora está terminando el proyecto de fin de grado de un estudiante de Derecho.

Lea también: Guía Completa: Carrefour Market

Como ella, muchos profesores de instituto y de universidad se ofrecen en internet para "asesorar" a los estudiantes en sus trabajos. Tan fácil como poner en Google "comprar TFG" y te aparecen cientos de anuncios. Como el de Laura, una doctora en ingeniería que dice cobrar alrededor de 300 euros por ayudar por Skype a los estudiantes. "Veo muchas carencias en el trato y seguimiento de los tutores hacia los alumnos a la hora de hacer este trabajo. Muchos se sienten desprotegidos y yo les asesoro en la parte que más les cuesta hacer", asegura.

Es solo un ejemplo de las decenas de webs que llevan años proliferando y que se ofrecen a que otra persona redacte tu trabajo final de carrera o de máster por tí. La citada es una de las webs más baratas, a 7 euros la página, otras llegan hasta los 17 euros por plana (unos mil euros un TFG). En realidad hay decenas, algunas que prometen entregar el trabajo en 7 días y dicen tener "un equipo de expertos" que en realidad son perfiles con foto generada por Inteligencia Artificial.

Pero las páginas y las referencias citadas no son lo único que marca el precio, varía sobre todo por la titulación. Educación y Ciencias Sociales son los más baratos, con precios de 300 a 700 euros; Ingeniería es el más caro, y el precio ronda enre 1.000 y 1.500 euros. El tipo de trabajo también cambia un poco el precio, las revisiones bibliográficas son 150 euros más baratas que una investigación.

Un Negocio en Auge

No es nada nuevo, pero este negocio se ha disparado en los últimos años por dos motivos: el paro y el Plan Bolonia, que ha convertido las Licenciaturas en Grados donde el alumno tiene que hacer un trabajo al final de la carrera si quiere obtener el título. Buceando por internet, lo más llamativo es la gran cantidad de páginas webs que hay dedicadas exclusivamente a ofrecer a los estudiantes la ayuda de profesores expertos para realizar el TFG o el trabajo de fin de master (TFM). Un negocio muy rentable.

Nos lo cuenta Eduardo, de la empresa Trabajos y Proyectos, que tiene en Alicante una oficina con un equipo de cinco personas que hacen de intermediarios entre el profesor y el alumno. "Tenemos a 31 docentes universitarios por toda España y en los dos años que llevamos en esto hemos recibido a 565 alumnos. Cada vez nos llaman más y esto se debe a que en los tutores de las universidades no les dan los soportes adecuados para hacer los trabajos", explica Eduardo.

En todas estas empresas, el sistema es el mismo. Lo primero que hay que hacer es rellenar un formulario online con el tipo de trabajo que se necesita y el número de páginas. Después de que varios profesores estudien el proyecto, te responden en pocos días con un presupuesto. Todos te garantizan un servicio 100% libre de plagio y de confidencialidad absoluta. También tienen en común su reticencia a hablar con los medios. Piensan que están en un limbo legal y que no está bien visto lo que hacen.

Martin, de Tfgmasters, dice que su empresa tiene a 140 profesores que te hacen hasta la tesis doctoral. Antes de darnos más información tiene que consultarlo con su departamento jurídico. En las páginas webs de estas empresas, vemos que su equipo no sólo lo forman profesores. También hay psicólogos, filósofos, sociólogo, abogados o economistas. Aseguran que tienen una amplia experiencia en la elaboración y corrección de textos académicos y que cada proyecto es asignado a la persona experta en la materia. La tercera parte del mercado negro de los TFG lo ocupan los recién licenciados en paro. Se sacan un pequeño sueldo haciendo los trabajos a la carta.

Un TFG de Magisterio de Primaria, de 60 páginas de extensión para finales de abril cuesta 412 euros con un número medio de referencias en el texto. A más referencias citadas, más caro.

En un Limbo Legal

¿Cuál es la opción de las universidades? Cada facultad cuenta con su propia legislatura interna para regular los posibles engaños. No obstante, este tipo de servicio se encuentra en una especie de limbo legal, ya que al actuar de manera confidencial es complicado rastrear la pista. A pesar de ello, los expertos advierten que esos proyectos no dejan de ser fraudes y que deben ser sancionados. Sin embargo, este mercado negro de trabajos se extiende más allá. Incluso en las tesis doctorales, algunos optan por el camino más corto.

La realidad es que estas empresas sí que son legales. O mejor dicho, no son ilegales. Según el reputado abogado penalista Juan Molpeceres, "la conducta está en el límite de considerarse un delito de falsedad de documento oficial, aunque personalmente entiendo que no cumple los resquisitos de este tipo de delito (que es la alteración de los elementos esenciales del documento) y que una denuncia terminaría en un archivo", explica.

Tampoco se podría hablar de estafa ya que hay engaño, pero no está destinado a un desplazamiento patrimonial. La propia Universitat de València ya ha consultado a la Fiscalía sobre la aparición de este tipo de empresas, y el Ministerio Público tampoco ve delito.

Las Consecuencias

Sin embargo todo esto no significa que utilizar uno de estos servicios no tenga consecuencias. Para las empresas es cierto que no las hay, pero sí para el estudiante, algunas muy graves como retirar el derecho a matrícula durante varios años o quitarle el título académico.

Andrés Boix Palop, profesor de derecho administrativo de la UV explica que la universidad ya ha sancionado a varios estudiantes por este motivo. "Si se detecta que se ha usado uno de estos servicios se retira el título automáticamente, y da igual que se sepa años después; el alumno o alumna pierde el título. Otra consecuencia es cerrarle las puertas de la facultad varios años quitándole el derecho a matrícula, explica.

La mayoría de estas trampas se acaban pillando pronto de una manera bien sencilla: las revisiones del trabajo. Un TFG o un TFM tiene un tutor, con un calendario de reuniones y fechas de entrega de las distintas partes hasta llegar a tener el trabajo final redactado. "Cuando el tutor se pone a hacer preguntas al alumno sobre el proceso que ha seguido para escribir en una de las reuniones se nota a la legua quién lo ha hecho y quién no. Todos se detectan así. Es cierto que hay webs que incluso te preparan las posibles preguntas que te pueden hacer en la reunión, pero ni aún así. Para que un estudiante lo consiga debe tener un tutor que no esté haciendo bien su trabajo, si no que se olviden", cuenta.

El software antiplagio, que hace ya tiempo que no es el turnitin aunque las webs de venta digan que es ese, en realidad no se utiliza para cazar estos engaños. "Es la primera vez en su vida que estos chicos hacen un trabajo de estas dimensiones, y a veces se basan demasiado en las fuentes, con lo que el antiplagio salta. Cuando pasa nos sirve para dirigirles y tutorizarles mejor en el trabajo, explicarles cómo se tiene que hacer y en qué están fallando.

"Concerta": La Anfetamina en el Mercado Negro Estudiantil

“Es una anfetamina cada vez más habitual en el mercado negro. Ayuda a opositores y estudiantes a mantener la concentración. Tu cerebro entra en bucle”. Así nos describe Sergio la droga que abunda en campus y Colegios Mayores. No es nuevo que los estudiantes recurran a caminos paralelos para sacar los exámenes. Ahora esa “fórmula mágica” se llama “Concerta”. Un medicamento eficaz para los pacientes con TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), pero peligroso si se consume sin prescripción médica. Y por lo que hemos comprobado entre los estudiantes, esa percepción del riesgo no existe.

María es opositora, y hablamos con ella a la puerta de la biblioteca. Le enseñamos el envase, afina la vista sobre el contenido y responde de inmediato: “Concerta. Sí, sé lo que es. Para concentrarse, memorizar. Lo conozco por gente que lo consume. Yo no lo tomo”. Preguntamos a otros dos estudiantes. Ambos conocen el fármaco. Ninguno dice consumirlo. Tampoco cómo se consigue en el mercado negro.

Te lo Ofrecen en el Campus, la Residencia, a la Salida del Metro…

Volvemos con Sergio. Se graduó en Farmacia antes de ayer, por lo que hasta el viernes pasado estuvo acudiendo a la Universidad. Tampoco lo consume, pero sabe que se consigue en los campus o en la salida del metro: ”Se ve, se habla, está a la orden del día. He oído que una bolsita con tres pastillas puede costar veinte o treinta euros”.

Recetas Falsas

Lorena admite que es frecuente que el medicamento esté en falta en su farmacia. Especialmente de época de exámenes. “Es habitual que vengan con recetas falsas. Sobre todo jóvenes”. Acuden a la farmacia con burdas fotocopias y en estado de nerviosismo. Lorena conoce perfectamente los efectos secundarios de este fármaco indicado para fines muy específicos y bajo supervisión médica: “aumenta el ritmo cardíaco, la presión arterial… te puede dar un infarto”.

Riesgos y Consecuencias del Mercado Negro Estudiantil

Aunque el "Mercado Negro" estudiantil puede parecer una solución atractiva a corto plazo, implica ciertos riesgos:

  • Riesgos de seguridad: Compartir contraseñas o datos personales en plataformas no seguras puede exponer a los estudiantes a fraudes y robos de identidad.
  • Violación de términos de servicio: Compartir cuentas o usar software pirateado puede acarrear la suspensión de la cuenta o incluso acciones legales.
  • Consecuencias académicas: El plagio o la compra de trabajos académicos pueden resultar en la suspensión o expulsión de la universidad.
  • Riesgos para la calidad del aprendizaje: Depender demasiado de apuntes o exámenes resueltos puede impedir un aprendizaje profundo y significativo.
  • Implicaciones éticas: Participar en prácticas deshonestas o ilegales puede tener un impacto negativo en el desarrollo moral y profesional del estudiante.

Alternativas Legales y Éticas

Existen alternativas legales y éticas para acceder a recursos y descuentos para estudiantes:

  • Programas de descuento oficiales: Muchas empresas ofrecen descuentos especiales para estudiantes. Es importante investigar y aprovechar estos programas.
  • Bibliotecas universitarias: Las bibliotecas ofrecen acceso gratuito a una amplia gama de libros, revistas y bases de datos online.
  • Recursos educativos abiertos (REA): Existen numerosos recursos educativos gratuitos y de acceso abierto disponibles online.
  • Grupos de estudio: Formar grupos de estudio con compañeros puede ayudar a compartir apuntes, ideas y recursos.
  • Búsqueda de becas y ayudas económicas: Existen becas y ayudas económicas disponibles para estudiantes con dificultades económicas.
  • Comunicación con profesores: Los profesores a menudo pueden ofrecer alternativas o recursos adicionales para aquellos que tienen dificultades para acceder a los materiales del curso.

El Futuro del "Mercado Negro" Estudiantil

Es probable que el "Mercado Negro" estudiantil continúe existiendo en alguna forma mientras persistan las presiones económicas sobre los estudiantes. Sin embargo, la creciente conciencia sobre los riesgos y las consecuencias de estas prácticas, así como la disponibilidad de alternativas legales y éticas, pueden contribuir a reducir su alcance y a promover un comportamiento más responsable entre los estudiantes.

tags: #mercado #negro #estudiantes