Suele ser frecuente confundir el contrato de consultoría y el contrato de auditoría, considerando que ambos ofrecen servicios similares. No obstante, existen diferencias muy notables, y es importante comprender sus principales diferencias para contratar adecuadamente el servicio que se necesite.
¿Qué es un contrato de consultoría?
El contrato de consultoría es un acuerdo mediante el cual una persona física o jurídica (una empresa, una asociación, etc.) decide contratar voluntariamente a un consultor a fin de que le proporcione consejo o guía en una determinada materia, rama o industria con el objetivo de resolver problemas concretos o mejorar su rendimiento. Existen multitud de tipos de consultoría, dependiendo del tipo de materia a tratar.
Como ya se ha indicado, un consultor ofrecerá su ayuda especializada en un área concreta gracias a su conocimiento. Tanto si se desea optimizar los resultados, minimizar las perdidas, obtener ayuda con un problema concreto, contratar a un consultor puede ser la solución.
Asimismo, la cláusula de la duración del contrato es muy importante indicarla ya que hay algunas consultorías que pueden durar de manera indefinida (ej. consultorías que ven temas sobre impuestos), o por tiempo definido (ej.
¿Qué es un contrato de auditoría?
El contrato de auditoría es un acuerdo mediante el cual una empresa decide contratar voluntariamente u obligatoriamente a un auditor para que emita un informe con su opinión sobre una materia en concreto. Existen multitud de tipos de auditoría, dependiendo del tipo de materia a tratar.
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Tipos de auditoría
- Auditoría de las cuentas anuales de la empresa: Se contrata a un auditor para revisar y verificar los documentos contables de la empresa. El fin de la auditoría es dictaminar si las cuentas anuales reflejan la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de la empresa auditada de acuerdo con los principios de contabilidad generalmente aceptados.
Como ya se ha indicado, puede ser obligatorio contratar a un auditor para garantizar el cumplimiento de las leyes y reglamentos aplicables. Por último, otra razón para contratar a un auditor puede ser para que simplemente emita una opinión independiente sobre los estados financieros de una empresa.
Diferencias fundamentales entre consultoría y auditoría
A lo largo de la guía ya se ha explicado lo que hace un auditor y lo que hace un consultor, y aunque ambos tipos de contratos consisten en prestar servicios a diferentes empresas para ayudarles a mejorar, en verdad existen grandes diferencias entre ellas. En primer lugar, los consultores ofrecen asesoramiento para ayudar a las empresas a resolver problemas y mejorar las operaciones de la empresa, mientras que los auditores realizan una evaluación independiente de diferentes partes de la empresa para emitir un informe imparcial (ej. estados financieros, su sistema informático, etc).
Es importante tener claro que la simple contratación de un asesor o consultor externo no hará desaparecer los problemas de la empresa por arte de magia. El trabajo de ambos es identificar las causas de estos problemas y ayudarte a encontrar soluciones enfocadas al crecimiento empresarial.
Aunque la asesoría y la consultoría comparten elementos comunes, sus similitudes son más evidentes cuando se esbozan sus definiciones. A grandes rasgos, la principal diferencia radica en que la asesoría tiende a ser de mayor duración, mientras que la consultoría se contrata para abordar problemas específicos y puntuales. Por lo tanto, es esencial comprender a fondo ambas disciplinas.
El trabajo del asesor se centra en analizar el estado financiero de una empresa, sus oportunidades de negocio y el rendimiento que obtiene. En esencia, el asesor proporciona la seguridad de que las cuentas de la empresa están en orden y que la productividad está bien orientada hacia el crecimiento.
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En cambio, la consultoría se enfoca más en resolver un problema puntual que pueda surgir durante el desarrollo de la actividad empresarial. Es importante destacar que el consultor no realiza un seguimiento del progreso de la empresa después de resolver el problema, ya que su contratación se limita a la resolución de este.
Tabla comparativa: Consultoría vs. Auditoría
| Característica | Consultoría | Auditoría |
|---|---|---|
| Objetivo Principal | Mejorar el rendimiento, la eficiencia y la eficacia. Proponer soluciones y estrategias para el futuro. | Verificar la exactitud, la conformidad y la fiabilidad de la información financiera o operativa. Evaluar el cumplimiento normativo. |
| Enfoque | Proactivo, orientado a la solución. | Reactivo, orientado a la verificación. |
| Metodología | Análisis, diagnóstico, planificación, implementación y seguimiento. Se basa en la investigación y el análisis de datos, pero también en la experiencia y el conocimiento del consultor. | Inspección, revisión, análisis de evidencia y pruebas. Se basa en normas y estándares preestablecidos. |
| Resultados | Recomendaciones, planes de acción, estrategias, mejoras en los procesos. | Informes de verificación, opiniones, hallazgos de incumplimiento, recomendaciones para la corrección de errores. |
| Relación con el Cliente | Colaborativa, de asesoramiento y apoyo. | Independiente, objetiva y basada en la verificación de hechos. |
| Responsabilidad | El consultor asume la responsabilidad de las recomendaciones, pero no de su implementación. | El auditor asume la responsabilidad de la opinión expresada en su informe. |
Funciones de los procesos
Dentro de los procedimientos de cada proceso, existen diferencias en las funciones a desarrollar por cada profesional. Si bien el auditor prepara el correspondiente informe de auditoría con los hallazgos obtenidos para presentarlo a la dirección de la empresa, el consultor deberá detectar y analizar un problema para proponer una solución posteriormente.
Por tanto, la auditoría se enfoca en detectar problemas específicos que surgen en un área, sector o la empresa en conjunto, pero no consultan el historial ni realizan seguimientos. Por el contrario, las funciones del consultor consisten en analizar una organización de forma permanente, controlar sus cuentas y favorecer el crecimiento del negocio.
Objetivos
Aunque la misión de ambos es encontrar nuevas oportunidades de negocio y respaldarte en la búsqueda de soluciones para las irregularidades en la gestión empresarial, las diferencias se encuentran en el proceso de asesoramiento. Para lograr el éxito, existen diferentes métodos según sea una consultoría o auditoría.
A este respecto, un auditor pretende optimizar el funcionamiento de cualquier entidad. En el caso de que sea una auditoría interna, está compuesto por una serie de subprocesos para lograr un resultado final eficaz.
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Por otro lado, la consultoría organizacional detecta errores internos de cualquier empresa para poder corregirlos. Además, estudia la viabilidad de un proyecto y la prevención de crisis reputacionales ante un cambio en el sistema estructural de cualquier entidad.
Importante: los consultores de empresas tienen que mejorar la imagen de marca, basándose en el incremento de la eficiencia de los sistemas productivos de la empresa.
Normas de gestión ambiental
La legislación medioambiental para empresas es de obligado cumplimiento y su no aplicación puede suponer una sanción. Por ello, respetar las normas es algo esencial y para ello, la auditoría y consultoría te pueden ayudar.
Las diferencias, en este caso, radican en la metodología utilizada para certificar el cumplimiento del contenido del ordenamiento jurídico.
La auditoría interna ambiental se encarga de analizar si la empresa realiza sus actividades responsablemente y cumpliendo con los parámetros de seguridad ambiental. Y la auditoría ambiental busca aplicar la normativa vigente en la relación de tu empresa y el medio ambiente. Por ello, tienen que estudiar los factores ambientales que afectan directamente a la empresa en sus procesos productivos.
Resultados
Los resultados serán similares, pero hay disparidad en qué beneficios te aporta.
En el caso de los auditores, podrán detectar posibles puntos débiles y de mejora para lograr la optimización de los sistemas de gestión y una mejora continua. Con el tiempo, cada vez más empresas recurren a consultores externos para obtener asesoramiento. Esto no es negativo; al contrario, indica que están tomando medidas para enfocarse en sus objetivos y crecer.
Puntos en común entre auditoría y consultoría
Las consultorías y auditorías también se parecen en muchas cosas. Las principales semejanzas que existen son:
- Ambas parten de un análisis de la situación actual.
- Las dos sirven para corregir errores que se están produciendo en el seno de la empresa.
- Tanto una auditoría como una consultoría requieren una alta especialización profesional en la materia de la que se trate.
- Las áreas en las que se suelen llevar a cabo auditorías y consultorías son las mismas.
- Ambas son servicios ofrecidos por una empresa externa a la propia empresa u organización.
- Los dos servicios tienen un principio y un final y tienen unas fases marcadas y delimitadas. Aunque en el caso de la consultoría, esta puede acabar convirtiéndose en un servicio duradero o periódico en el tiempo si el cliente así lo necesita.
¿En qué ámbitos se aplican las auditorías y consultorías?
Tanto las auditorías como las consultorías suelen ser procesos que se llevan a cabo en el mundo de los negocios. Son especialmente recurrentes en aquellos sectores o campos en los que es necesario someterse a la evaluación de profesionales externos para obtener una visión más real y precisa de la situación en torno a determinadas áreas de la empresa.
Ejemplos concretos
- Caso 1: El Restaurante Familiar - Imagine un pequeño restaurante familiar que lucha por mantener la rentabilidad. Una auditoría podría centrarse en verificar la exactitud de sus estados financieros, buscando posibles fraudes o errores contables. Por otro lado, una consultoría podría ayudar a mejorar la eficiencia operativa, analizando el menú, los procesos de servicio al cliente, la gestión de inventarios y sugiriendo estrategias de marketing para atraer más clientes. La auditoría se centra en la exactitud del pasado, mientras que la consultoría busca mejorar el futuro.
- Caso 2: Una Empresa Multinacional de Tecnología - Una gran empresa tecnológica puede contratar una auditoría para cumplir con las regulaciones financieras y demostrar la transparencia a sus inversores. Un auditor independiente verificará la precisión de sus registros financieros, la conformidad con las leyes y normativas, y la eficacia de sus controles internos. Simultáneamente, podrían contratar una consultoría para optimizar sus procesos de desarrollo de software, mejorar la gestión del talento o implementar una nueva estrategia de innovación. Aquí vemos cómo ambas disciplinas pueden coexistir, pero con objetivos distintos.
- Caso 3: Un Hospital Público - Un hospital público podría someterse a una auditoría para evaluar la eficiencia del uso de los fondos públicos y la calidad de la atención médica prestada. Esto implicaría examinar los registros médicos, las finanzas y los procedimientos operativos para detectar posibles áreas de mejora en términos de cumplimiento normativo y gestión de recursos. Una consultoría, en cambio, podría enfocarse en optimizar los flujos de trabajo, mejorar la experiencia del paciente, implementar nuevas tecnologías médicas o desarrollar programas de formación para el personal.
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