Emprendimiento como Alternativa al Desempleo: Estadísticas y Perspectivas en España

España enfrenta un desafío significativo con el desempleo juvenil, una situación que requiere soluciones innovadoras y proactivas. Más allá de simplificaciones sobre la actitud de los jóvenes hacia el trabajo, el problema del paro juvenil en España es complejo y multifacético.

La Cruda Realidad del Desempleo Juvenil en España

Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desempleo juvenil alcanzó el 31% en octubre de 2022, con un aumento de 71.400 jóvenes desempleados. Asempleo advierte que uno de cada cinco parados en España tiene menos de 25 años. De acuerdo con Eurostat, en marzo de este año España duplicaba la media europea de paro juvenil, posicionándose como líder en desempleo juvenil junto a Grecia y Croacia.

El tercer trimestre de 2023 cerró con una tasa de paro juvenil de más del 27% (menores de 25 años). Aunque estamos lejos del 40% alcanzado durante los peores meses de la pandemia en 2020, sigue siendo una cifra alarmante. Además, en los últimos años, el porcentaje de jóvenes de entre 16 y 29 años que ni trabajan ni estudian ha aumentado en un 34%. Este problema no solo afecta al presente de nuestro país y de Europa, sino que tendrá repercusiones significativas en el futuro.

El paro juvenil se disparó por la COVID-19, con cuatro de cada diez jóvenes en situación de desempleo, según datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA). La tasa de paro juvenil, de menores de 25 años, subió diez puntos en 2020, hasta el 40,2%. Esta preocupante situación es un golpe de realidad para los perfiles con educación superior y se agrava especialmente para los perfiles que no tienen formación.

El Emprendimiento como Luz al Final del Túnel

Dentro de estas desoladoras cifras, una buena noticia se asoma: el emprendimiento coge fuerza entre el público juvenil. Estudios como el VII Informe Young Business Talents contemplan que en 2020 el número de jóvenes que querían ser emprendedores superaba ya a los que preferían ser empleados en una compañía. En concreto, el 27% de los participantes aseguró que les gustaría crear su propia empresa y el 8,2% quería ser profesional autónomo. En total, el 35,2% de los jóvenes encuestados manifestaron su intención emprender pese a la emergencia sanitaria que se vivía.

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El emprendimiento como alternativa al desempleo era uno de los planteamientos iniciales del proyecto internacional LINT (Literacy and numeracy training for young entrepreneurs) antes de la aparición de la pandemia. Ahora más que nunca, la propuesta dirigida a jóvenes, puede ser una apuesta para abandonar la situación de desempleo. LINT se enfoca a jóvenes con baja cualificación o en situación de vulnerabilidad. Aproximarse al sector puede ser una oportunidad laboral para estos jóvenes porque España es el país con la tasa de desempleo juvenil más alta de la Unión europea, con un 40,2%.

En este clima de incertidumbre laboral para los jóvenes, el autoempleo se ha convertido en una opción atractiva para 257,892 jóvenes menores de 30 años, según el informe del Ministerio de Trabajo y Economía Social de 2022. De estos/as emprendedores/as, el 63% son hombres y el 37% son mujeres.

La tendencia es creciente, cierto, pero el porcentaje de jóvenes emprendedores en nuestro país registra 4,9%, posicionándose muy lejos de países europeos.

Factores Clave que Influyen en el Emprendimiento Juvenil

En el reciente South Summit se ha presentado el informe GEM Comunidad de Madrid aplicando la metodología del Global Entrepreneurship Monitor, un consorcio de investigación del fenómeno emprendedor que aglutina a decenas de países, y con una trayectoria de algo más de dos décadas. Así, el primer mensaje que arroja el estudio es una caída de la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) general desde el 7,6% al 5,8% de la población entre 18 y 64 años, en línea con lo ocurrido a nivel internacional, pero por encima de la media española. Este comportamiento es similar para hombres y mujeres. No obstante, ha de mencionarse las diferencias entre las diferentes zonas en que se ha estratificado la población madrileña, siendo más emprendedoras la zona Oeste y la capital, y menos la zona Sur y la Norte.

En general, la principal motivación para emprender (81% de los casos) es ganarse la vida porque el trabajo de calidad escasea, seguido generar riqueza (33,9%), y de marcar una diferencia en el mundo (27,8%). Aunque en la mayoría de las etapas del proceso emprendedor el hombre tiene un mayor protagonismo que la mujer, sin embargo, en el perfil de persona emprendedora que pone en marcha un proyecto empresarial en la Comunidad de Madrid en el año 2020 ambos sexos muestran una gran similitud en términos de edad (35 a 54 años) y condiciones socioeconómicas, predominando el acceso a estudios secundarios y superiores en cerca del 75% de los casos, lo que justifica el impacto de la formación en el fenómeno emprendedor.

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Otra cuestión complementaria a lo dicho es el nivel de renta de la población emprendedora, que en torno al 50% de los casos se sitúa por encima de los 40.000€ anuales, que es, precisamente, el colectivo más proclive a emprender, aunque muestra un cierto desconcierto ante la percepción de oportunidades como consecuencia de la COVID-19.

Este hecho se complementa con la circunstancia de que en torno al 64% de los emprendedores tienen un trabajo por cuenta ajena, un 20% está en situación de desempleo, y el resto son estudiantes.

Las condiciones económicas que caracterizan a las iniciativas emprendedoras de la Comunidad de Madrid se pueden resumir en una aportación habitual de 3.000€ a 15.000€, oscilando entre los mencionados 3.000€ y los 600.000€. Estas cifras han caído significativamente respecto a las del año 2019. Estos recursos proceden mayoritariamente del entorno personal de la persona emprendedora (en torno al 81%), y, en menor medida, de instituciones financieras (12,8%) y de programas públicos e inversores especializados.

Sólo el 29% de la población percibe que existen oportunidades de negocio. O lo que es lo mismo el 71% de la población percibe que no hay oportunidades de negocio. Este dato, que claramente nos posiciona por debajo de otros países, es muy preocupante porque incide sobre la motivación frustrando el emprendedor que no percibe el retorno del esfuerzo y riesgos que asume. El 43% de la población tiene miedo al fracaso lo que sitúa a España también por debajo de la media Europea.

El 53,1% de la población considera el emprendimiento como una buena opción profesional lo que sitúa a España también por debajo de la media global e incluso también por debajo de la media de los países desarrollados. Apenas el 49,8% de la población considera que el emprendedor tiene un status social positivo.

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El 48,5% de la población posee los conocimientos y habilidades para emprender. España tiene potencial emprendedor que evoluciona con tasas positivas.

En negativo, por una parte un factor cultural muy arraigado que fomenta el pesimismo, el miedo al fracaso y el rechazo social e incentiva las alternativas laborales, tanto en el ámbito privado como en la función pública, en detrimento del emprendimiento. Por otra parte la falta de compromiso de Administración Pública aplicando políticas más contundentes encaminadas a combatir prejuicios culturales y minimizar el efecto negativo que tiene el fracaso para el emprendedor.

Teniendo el potencial que tiene España en el emprendimiento, el hecho de que no despuntemos más en nuestro entorno parece poner en evidencia que los factures negativos pesan más que los positivos.

Historias de Éxito: Jóvenes que Marcan la Diferencia

Capital charla con cuatro miembros de este pequeño porcentaje. Un vídeo en la famosa red social mostrando su trabajo en Needcarhelp alcanzó en cuestión de días 7 millones de reproducciones. Desde el vídeo, los inversores se interesaron, lo legalizamos y empezamos a crecer muchísimo, de la noche a la mañana”, relata la CEO.

Jorge Branger, 25 años, es fundador de las compañías de marketing digital Fluence Leaders y Flyt Experiences. Siempre tuvo en la mente emprender, pero se define a sí mismo como creador de contenido. “El emprendimiento lo llevo en el ADN. Vengo sugestionado por parte de mi padre que era empresario. Más allá de ser emprendedor, soy creador. Esas ganas de materializar mis ideas se extrapolaron hasta que se hicieron realidad. Es trabajo duro, pero lo llevas en la sangre. Si volviera al pasado, lo volvería a hacer pese al sacrificio de haber perdido familiares, amigos o parejas. Estoy estirando porque mi ambición es enorme. “Lo más duro de las redes es que afectan a la salud mental porque pueden crear una vida ficticia, pero lo mejor es el acceso a construir y la magia de conectarse con miles de millones de personas. Es súper bonito. Las redes son una necesidad, aunque especulen sobre ello, y no van a desaparecer. La mayoría de los negocios necesitan de las redes sociales para permanecer durante el tiempo y escalar”.

Guillermo Alén, 24 años, CEO y fundador de Getlife, una startup de seguros de vida. Él es un ejemplo de que el fracaso es solo un impulso para seguir adelante. “Yo fundé otra compañía startup, una plataforma en la que ofrecíamos servicios de automóvil para empresas, en la que aprendí mucho porque no fue bien. Conocí a mi socio en una insurtech, que invertía en startups que aportan valor y tecnología al mundo de los seguros. Adentrándonos en cómo funcionaba la industria del insurtech, conocimos el ecosistema de cómo es la empresa tradicional del seguro y qué se necesita. El mercado de seguros de vida en Europa es 700 billones de euros y se introdujeron en él siguiendo dos pilares: el acceso al seguro con una visión inclusiva y la experiencia del cliente. “Nadie ha revolucionado todavía los seguros de vida en Europa, que es nuestro principal objetivo. Es el sector más injusto desde el punto de vista del consumidor. Lo que nos mueve es crear un impacto positivo en la sociedad y dar protección a las familias en momentos tan duros como un siniestro”.

Gloria Gubianas, 27 años, es CEO y cofundadora de Hemper, una marca de ropa, mochilas y complementos sostenibles. Todo empezó con un voluntariado. “Hemper comienza cuando fui voluntaria en Nepal. Ese compromiso me impulsó a hacer algo al haber estado en un país con un 25% de población en el umbral de la pobreza cuyo desarrollo es muy complicado. Al cabo de unos años, mi socio y yo juntos decidimos vender productos con cáñamo, que es un producto tradicional de allí en la parte textil. Empezamos a vender desde la web y en 2018-2019 fue cuando tuvimos el boom. La cofundadora cuenta que desde el colegio siempre tuvo la ambición por realizar algo por sí misma, aunque en ese momento no conocía las herramientas para alcanzarlo. “En el fondo de mi ser yo sabía que quería esto, pero no sabía por dónde ir. No sabía el camino para emprender ni que quería tirar por el emprendimiento social. Estudiando la carrera empecé a adquirir habilidades y se me encendió la bombilla”, dice Gubianas. Hemper es la historia de un viaje desde Nepal a Madrid que junta activismo, cultura y tradición a través de la moda sostenible.

En España parece una excepción que una persona entre 16 y 30 años trabaje, ni mencionar si ha abierto su propio negocio. Branger alude a lo que se conoce como síndrome del impostor, pese a que él tenga cierta suerte al ser sus negocios de nativo digital. Gubianas considera que, a veces, puede ser una ventaja. “Lo intento aprovechar para mi beneficio. En las rondas de inversión muchos pensarán ‘y esta tía que hace aquí’. Ellos son todos iguales y yo, sin embargo, capto su atención”. Alén cree que es algo común, pero que se rompe demostrando que puedes. “Apoyándote en el equipo que tienes y llevando tiempo en el mercado, te ayuda porque creas confianza y certeza. Los resultados hablan por sí solos, ya no es la edad”.

“España no es el país que mejor fomente en emprendimiento a nivel gubernamental y cultural. La gente se acomoda con la mentalidad funcionaria de un sueldo base y vivir tranquilo. En Estados Unidos, por ejemplo, van a crecer y construir un imperio. Si las cifras de paro, las condiciones y el ecosistema cultural fomentasen el emprendimiento, sería positivo”, afirma Branger. Gubianas lo relaciona más con la pasión. “Esto no fue pensando en el paro. Me lancé porque me encantaba. De hecho, seguramente me iría mejor económicamente si estuviese en una empresa”.

Consejos para Jóvenes Emprendedores

Ante estas cifras de sueldo, emprender puede aparentemente ser una opción factible. Pero, ¿qué debe saber alguien joven antes de emprender? “Cuidado con el compromiso, con los socios y con las amistades. El negocio se carga amistades, es complicado. Y cuidado con lo que firmas y los inversores. No hay que tener miedo, pero sí ser cautos”, aconseja Gubianas.

“Que se lance, no lo va a saber todo, pero hay que animarse. “Se vende una imagen de vida perfecta emprendiendo que no es real. La presión existe y los problemas de salud mental están ahí. Lo llevo bien, pero no desaparece. Esto es trabajo muy duro, pero eres más feliz proporcionalmente”, resalta Branger.

En este punto coincide Alén, asegurando que lo bueno supera a lo malo. “Intenta ser resiliente y perseverante. Ser emprendedor conlleva altibajos. No es estable. Hay que creer en la visión que uno tiene y confiar en la gente. La clave es no rendirse”, cita Alén. Ellos no se rindieron y sus resultados lo han demostrado.

Apoyo y Recursos para Jóvenes Emprendedores

Los/as jóvenes emprendedores/as pueden aprovechar la capitalización de su prestación por desempleo para financiar su proyecto empresarial. Esta medida aprobada por el Gobierno está destinada a fomentar y facilitar el autoempleo entre las personas desempleadas. Consiste en recibir todo el importe pendiente de la prestación por desempleo en un solo pago único. De este modo puedes contar con un capital inicial para invertir en tu proyecto de emprendimiento.

Durante los primeros años de tu actividad como autónomo/a, tienes la posibilidad de disfrutar de una tarifa reducida en las cotizaciones a la seguridad social. La solicitud se realiza en el momento de tramitar el alta así que es importante tenerlo en cuenta al inicio de un proyecto.

Estos préstamos en forma de microcréditos proporcionan financiación adicional a emprendedores, especialmente a mujeres, para impulsar sus proyectos. El Programa Enisa ofrece préstamos participativos para apoyar a emprendedores/as menores de 40 años en la fase inicial de sus proyectos. Los préstamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) son una fuente de financiación adicional para jóvenes emprendedores/as que desean iniciar o expandir sus negocios.

Desde la Fundación Nantik Lum y como parte de Youth Business Spain, ofrecemos apoyo en la elaboración de planes de empresa, acceso a financiación y asesorías generales. Y como siempre, si decides emprender tu propio proyecto o si tu negocio ya es una realidad, tienes a tu disposición la PEM, nuestra plataforma gratuita que apoya el proceso de formación de los jóvenes con mentalidad emprendedora.

Tabla: Resumen de Incentivos y Ayudas al Emprendimiento Juvenil en España

Incentivo/Ayuda Descripción
Capitalización del Desempleo Recibir el importe total del paro en un pago único para invertir en un proyecto empresarial.
Tarifa Reducida en Cotizaciones Disfrutar de una tarifa reducida en las cotizaciones a la seguridad social durante los primeros años como autónomo.
Microcréditos Préstamos con financiación adicional para emprendedores, especialmente mujeres.
Programa Enisa Préstamos participativos para apoyar a emprendedores menores de 40 años en la fase inicial de sus proyectos.
Préstamos ICO Financiación adicional para jóvenes emprendedores que desean iniciar o expandir sus negocios.

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