¿Qué es el Crowdfunding? Definición y Tipos

Si eres emprendedor o empresario, seguro que deseas estar al tanto de las diferentes formas de financiación de un proyecto empresarial. En un momento marcado por el bloqueo del crédito y la excesiva dependencia de PYMES, emprendedores y start-ups hacia la financiación bancaria, surgen diferentes modelos de financiación alternativos que pueden ser interesantes para tu negocio, como la financiación colectiva o crowdfunding.

Seguro que, en más de una ocasión, has escuchado el término crowdfunding. El crowdfunding, también conocido como micromecenazgo, es un modelo de financiación colectiva a partir de las donaciones, préstamos o inversiones que realizan pequeños inversores.

Se trata de un término que proviene del inglés y combina las palabras “crowd” (multitud) y “funding” (financiación), lo que da lugar al concepto de “financiación colectiva”. El crowdfunding, también denominado micromecenazgo y financiación colectiva, permite llevar a cabo todo tipo de proyectos sin necesidad de involucrar a inversores acreditados. En lugar de ello, es el conjunto de entusiastas interesados en el proyecto el que lo financia, ya sea con donaciones o préstamos.

Es decir, dejan de ser un agente pasivo para convertirse en un agente activo del mismo mediante aportaciones de capital u otros recursos. El crowdfunding es una fórmula que ha tenido un largo recorrido en el panorama empresarial anglosajón, pero cuya incidencia en España se remonta a apenas un lustro.

Este tipo de búsqueda de financiación no se limita a proyectos de índole social o cultural, sino también apoya la iniciativa emprendedora orientada al lanzamiento de ideas de negocio. Todo emprendedor que quiera poner en marcha un Proyecto de Creación de Empresa puede explorar las posibilidades del crowdfunding. Se trata de una de las diferentes posibilidades de financiación, pero no de la única.

Lea también: Guía de financiación para startups

Referencia histórica del crowdfunding

Aunque el crowdfunding contemporáneo ha florecido con la llegada de plataformas en línea, sus raíces se pueden rastrear a prácticas históricas de financiación colectiva y colaborativa.

Siglo XVII: Suscripciones para libros y obras de arte

En el siglo XVII se utilizó una forma temprana de crowdfunding en el ámbito literario y artístico. Los escritores y artistas buscarían patrocinadores dispuestos a financiar la creación de sus obras a cambio de reconocimiento o incluso una parte de las ganancias futuras. Este modelo se asemeja al crowdfunding moderno, aunque operaba en un contexto más localizado.

Siglo XIX: Torres de iglesias y estatuas monumentales

A finales del siglo XIX, especialmente en Estados Unidos, las comunidades a menudo recurrían a la financiación colectiva para construir iglesias y estatuas monumentales. Este enfoque implicaba que numerosas personas contribuyeran con pequeñas sumas de dinero para lograr un objetivo común, anticipando así la esencia del crowdfunding contemporáneo.

Siglo XX: Emisiones de acciones y causas benéficas

Durante el siglo XX, la emisión de acciones podría considerarse una forma de crowdfunding, ya que las empresas recaudaban fondos al permitir que un gran número de personas compraran pequeñas partes de la empresa. Además, la filantropía operaba como un tipo de financiamiento colectivo cuando las personas donaban pequeñas cantidades de dinero para respaldar causas benéficas.

Auge de las plataformas en línea: Año 2000 en adelante

El crowdfunding experimentó una transformación radical con la llegada de plataformas en línea a principios de la década de 2000. Plataformas como Kickstarter (2009) e Indiegogo (2008) proporcionaron un espacio global donde los creadores de proyectos podían conectarse directamente con un público diverso. Este modelo permitió que proyectos de diversas categorías, desde tecnología hasta arte y diseño, recibieran financiación de personas de todo el mundo.

Lea también: La Caixa y el emprendimiento

Tipos de Crowdfunding

Existen diferentes modalidades de crowdfunding y no todas están indicadas para los proyectos empresariales. Existen diversos tipos, como donación, recompensas, inversión, préstamos e incluso crowdfunding inmobiliario. La contraprestación que el participante recibe por cada aportación determina el modelo de crowdfunding, aunque el tipo de flujos financieros también es importante. Los términos para la denominación de estos modelos, un total de cuatro, aún no son homogéneos, pues no proceden de un principio teórico, sino que se han ido cristalizando en la práctica en los últimos años.

Crowdfunding de donación

Este es el micromecenazgo más sencillo de todos. En él, la recaudación se lleva a cabo sin prometer ninguna contraprestación. Los donantes de fondos lo hacen por el mero hecho de que el proyecto cuente con suficiente capital para salir adelante. Se suele tratar de proyectos solidarios o humanitarios o sociales.

Anteriormente, este concepto era entendido como una simple donación o recaudación de fondos pero, con la digitalización, estas ideas también se incluyen en el ámbito del crowdfunding.

Ejemplo: una comunidad de vecinos quiere que el parque del barrio disponga de una zona de juegos, no obstante, no tienen recursos económicos para llevarlo a cabo, pues el ayuntamiento ha rechazado el proyecto. Para poder financiarlo, un grupo de padres y madres crea una página web de crowdfunding para recibir donaciones por parte de los habitantes de la zona. Además, para ganar visibilidad comparten la página web en diversas redes sociales e inesperadamente el proyecto se hace viral. Cuál es su sorpresa cuando una escritora de renombre, que se ha enterado del problema a través de las redes, ha decidido tomar parte en la causa donando una importante suma de dinero.

Crowdfunding de recompensa

Este es el modelo de crowdfunding más conocido. Se trata de la financiación de un proyecto a partir de las aportaciones económicas de los mecenas. En el crowdfunding de recompensa, los colaboradores reciben una recompensa no monetaria a cambio de su apoyo.

Lea también: Estrategias de Financiación

Es el crowdfunding en el que se ofrece una recompensa como contraprestación a las aportaciones. Aquellos que realizan las aportaciones son los denominados “mecenas”.

Así, los mecenas aportan capital a un proyecto y a cambio reciben recompensas (en función de la cantidad aportada) que suelen estar directamente relacionadas con el proyecto, como productos o servicios (artísticos, culturales o de empresas) o experiencias que hagan que los mecenas colaboren formando parte del proyecto.

Es el tipo de crowdfunding clásico y consiste en reunir fondos a partir de diversas aportaciones y prometer como contrapartida la realización del producto final. Además, a menudo se dan a los participantes compensaciones inmateriales (inclusión en los créditos, acceso a la versión beta, prioridad en los pedidos, etc.) o materiales (merchandising, prototipos, etc.). Es por ello por lo que se usa el término “recompensa” en su denominación. Normalmente, esta recompensa depende de la cantidad donada.

Ejemplo: un pequeño equipo de desarrolladores quiere crear un videojuego basado en un concepto nuevo e innovador, pero no tienen ningún socio que se ocupe de invertir en el proyecto, motivo por el que se deciden por el micromecenazgo: a cambio de 50 000 euros en total, el equipo se compromete a tener el juego terminado en un año como máximo y, además, incluirán todos los nombres de los “mecenas” en los créditos finales del videojuego. No obstante, quienes realicen una donación a partir de 50 euros recibirán también una camiseta; a partir de 100, el acceso a la fase de prueba beta, y a los inversores más generosos, es decir, aquellos que donen al menos 500 euros, los desarrolladores les dedican una figura personalizada que aparece en algún momento del juego.

Crowdlending (préstamo)

Se trata de un modelo de financiación en el que los participantes prestan una cantidad económica para iniciar el proyecto empresarial. A cambio, estos reciben una comisión según el capital aportado, es decir, obtienen una contraprestación monetaria. Esta modalidad de financiación permite a las startups disponer de un capital para iniciar un proyecto empresarial o el lanzamiento de un producto, que debe ser devuelto en un plazo determinado con una comisión proporcional a la aportación realizada.

Fórmula de financiación colectiva en la que son los particulares los que realizan préstamos a empresas a través, generalmente, de plataformas online. Así, se ofrece un tipo de interés sobre el dinero recibido como contraprestación a las aportaciones recibidas, que suele ser del “precio del dinero”. En este caso, el proyecto o receptor de la financiación debe devolver el dinero recibido más un tipo de interés determinado. No obstante, en algunas plataformas cada prestamista puede fijar el tipo de interés al que presta el dinero.

Este método de crowdfunding funciona a través de muchos y pequeños créditos. Con los inversores (prestamistas, al fin y al cabo) se acuerdan una serie de intereses, cuyo cumplimiento es negociado por una entidad de prestigio. A diferencia del crowdfunding de inversión, con este método se reembolsa el crédito prestado junto a los intereses pactados.

Ejemplo: una startup quiere invertir en un proyecto nuevo pero le faltan los medios necesarios para ello. Por eso decide iniciar una campaña de crowdfunding en la que se negocia con los inversores una devolución del crédito prestado con un interés del 5 % en un periodo menor a dos años. En cuanto se obtiene la cantidad, comienzan a trabajar en el proyecto.

Crowdfunding de inversión

En este caso ya estaríamos hablando de una inversión propiamente dicha, donde el inversor obtiene un interés o participación en los beneficios de la organización, que pueden expresarse en forma de porcentaje o a través de acciones.

En el caso del crowdfunding de inversión, los aportantes pueden recibir una parte de las ganancias futuras. El crowdfunding de inversión, también conocido como equity crowdfunding, permite a los participantes convertirse en accionistas del proyecto o empresa que apoyan. A diferencia de otros tipos de crowdfunding, en este modelo los colaboradores se convierten en socios del proyecto, con derecho a beneficios económicos si la empresa tiene éxito.

Es la fórmula mediante la que se ofrecen acciones, participaciones o beneficios de una empresa como contraprestación al dinero aportado. Es un modelo menos conocido por el gran público y más enfocado a los inversores de capital riesgo.

Por lo general, este tipo de financiación parte de un enfoque a largo plazo, ya que el inversor no puede tener expectativas de obtener grandes resultados de forma inmediata a la aportación económica. No se trataría de un préstamo, por lo que el inversor corre el riesgo de que los beneficios no lleguen a superar la inversión que ha realizado. Es el tipo de crowdfunding que tiene un mayor riesgo.

Este método permite a los inversores participar del beneficio posterior y es comúnmente utilizado por startups y otros ámbitos de fundación. Para que este tipo de micromecenazgo sea efectivo es esencial que la idea muestre cierto potencial de éxito comercial: si este es lo suficientemente alto, no solo será posible obtener la base financiera del proyecto, sino también mejorar su alcance comercial. Dado que el crowdfunding tiene una naturaleza viral, la popularidad de la propia marca aumenta, abriéndose a nuevos mercados.

Ejemplo: una startup recién creada produce de forma local una bebida refrescante ecológica que tiene mucho éxito entre la población joven. La empresa quiere expandirse por todo el territorio español y comercializar la bebida. Para ello comienza una campaña de crowdfunding y promete a los inversores una parte de los beneficios futuros en función de la inversión realizada. Además, a partir de una determinada suma, los inversores también recibirán mensualmente una suscripción a la bebida.

Ventajas y desventajas del crowdfunding

Gracias al crowdfunding se han llevado a cabo proyectos remarcables pero, por otro lado, también ha habido muchos que han fracasado, causando importantes daños en algunos casos. Y es que hay que tener en cuenta que el micromecenazgo no es ningún método milagroso para financiar proyectos y que exige mucho trabajo, constancia y habilidad por parte de los desarrolladores. Al fin y al cabo, un crowdfunding de éxito se basa en la interacción de numerosos factores:

A continuación se presentan las ventajas y desventajas del crowdfunding:

Ventajas Desventajas
✓ Libertad en la planificación del proyecto sin compromisos no deseados. ✗ El estrés constante puede desembocar en frustración y decepción cuando no se pueden cumplir las metas establecidas. Una ola de publicidad negativa puede poner en peligro el proyecto.
✓ El proyecto se somete a pruebas de mercado: si la idea no es buena, o la presentación no es lo suficiente atractiva, no recibirá financiación. Pero, al mismo tiempo, se va recogiendo un feedback muy valioso para mejorar el proyecto en el futuro. ✗La presentación detallada del plan del proyecto con todos y cada uno de los pasos puede causar plagios y robo de ideas por parte de la competencia.
✓ Construcción de una comunidad en torno al proyecto: creación de campañas publicitarias y propagación viral en las redes sociales. ✗ Mucha competencia: las plataformas de crowdfunding han sido invadidas con proyectos poco viables. Por eso, el proyecto presentado ha de destacar entre el resto y llamar la atención frente a la competencia.
✓ La financiación a través de este método suele ser más rentable que la que opta por intermediarios (por ejemplo, los créditos bancarios). ✗ Los grupos de miembros de las plataformas de micromecenazgo poseen las mismas características que una comunidad online, por lo que también cuenta con los aspectos negativos: hay que lidiar con troles, críticas injustas y excesivas, así como con ataques personales.
✓ Una comunicación permanente con la comunidad y la obtención de feedback garantiza el flujo constante de nuevas ideas. ✗ La gestión, a veces lenta, de la comunidad puede desviar la atención de los avances del proyecto
✓ El éxito del producto final se puede determinar mejor al analizar a la comunidad.
✓ La obligación de realizar una planificación competente del proyecto y de actualizarlo constantemente requiere una mayor concentración y hace que el trabajo en el proyecto sea más eficiente.

Factores para tener éxito con una campaña de crowdfunding

Al fin y al cabo, un crowdfunding de éxito se basa en la interacción de numerosos factores:

  • Ser realista: Tanto la planificación del proyecto como la cuantía han de definirse de forma realista, lo que depende de muchos factores. No se debe requerir más dinero del que corresponda al sector y al tamaño del proyecto y es indispensable que en la planificación financiera se fije la cantidad requerida de la forma más realista posible. Solo cuando se conocen los costes que derivan del proyecto es posible comunicar a los inversores y mecenas potenciales un objetivo económico creíble. La descripción del proyecto tampoco ha de ser excesiva pues, si se promete lo imposible, se corre el peligro de no ser tomado en serio, más si se tiene en cuenta el escepticismo que ha ido calando con el tiempo en los posibles interesados en financiar los proyectos de crowdfunding, ya que han tenido que afrontar diversas decepciones. Por ello, hay que dar motivos suficientes para que el escepticismo no rodee a la campaña de crowdfunding.
  • Mantener la transparencia: Ser honestos con el equipo y con las personas que han apostado por el proyecto y participar activamente en alcanzar el objetivo establecido es esencial para mantener la confianza. Por ello, no puede desatenderse la comunicación, para lo que resulta ideal informar con cierta regularidad sobre el estado del proyecto. De esta forma también se aumenta el grado de satisfacción de estos mecenas de la era virtual, que pueden ver el efecto de las aportaciones y decidirse, por qué no, a participar de nuevo. Además, como ya se ha indicado, hacer público el estado del proyecto puede atraer la atención de nuevos interesados, aumentado así la participación.
  • Imagen profesional sin alejarse del público: El contenido que se comparte ha de ser profesional: nada de textos con errores, ni imágenes o vídeos de aficionados, aunque no por ello hay que alejarse demasiado del perfil de las personas que han realizado las aportaciones: en un proyecto de videojuegos se puede utilizar un tono mucho más relajado que el que se usa cuando el objetivo en cuestión es el desarrollo de un software para empresas. Conseguir el equilibrio perfecto entre profesionalidad y accesibilidad es determinante para ganarse la simpatía de los interesados. De hecho, muchas de las directrices no escritas del marketing online también son aplicables al crowdfunding.
  • Cumplir las promesas: Si el equipo ha prometido que las aportaciones de cierta cantidad van a tener una contraprestación, tiene que cumplir con su palabra. Así, no solo se mantiene la confianza, sino que además puede que los participantes se decidan a hacer publicidad del proyecto. Lo mejor es realizar promesas que puedan hacerse realidad lo antes posible: por ejemplo, con artículos de merchandising como camisetas y gorras, que se fabrican rápidamente y que, dotados con el logo del proyecto, también hacen publicidad de este. Otra de las promesas que no hay que olvidar es la relativa a informar sobre el estado del proyecto. Si, por ejemplo, se ha establecido que en el blog del proyecto se subirá semanalmente una comunicación al respecto, ha de ser así. Además, compartir un tweet o post en Instagram sobre los pequeños avances de vez en cuando también contribuirá a mejorar la imagen de la campaña.

tags: #financiacion #colectiva #crowdfunding #definicion #tipos