En los últimos años, la igualdad de género se ha convertido en un tema muy importante en nuestra sociedad. Muchas empresas han comenzado a reconocer el valor de la diversidad y la inclusión en la fuerza laboral. Según recientes estudios, tener mujeres en puestos de liderazgo puede ofrecer muchos y diversos beneficios, tanto para las empresas como para la sociedad en general.
Evolución del Papel de la Mujer en la Empresa
La evolución del papel de la mujer en la empresa ha sido un proceso largo y complejo que se ha desarrollado a lo largo de muchas décadas. En las décadas pasadas, la mayoría de las mujeres eran vistas como «trabajadoras de segunda clase» y estaban relegadas a trabajos de baja remuneración y poco cualificados. Sin embargo, a medida que la igualdad de género se ha convertido en un tema más importante en la sociedad, muchas empresas han comenzado a reconocer el valor de la diversidad y la inclusión en la fuerza laboral.
En la actualidad, hay muchas mujeres que lideran empresas de todo tipo o que tienen a su cargo departamentos de toda índole. Existen diversos estudios que demuestran que las empresas con una mayor diversidad de género en los puestos de liderazgo obtienen mejores resultados, siendo dicha diversidad un factor muy importante para el éxito empresarial.
Estadísticas Actuales del Liderazgo Femenino
Las cifras de mujeres directivas disminuyen en un año en nuestro país. Del histórico 40% que nuestro país logró alcanzar en los últimos dos años se ha pasado a un 38,4%, según los últimos datos del informe Women in Business 2025, elaborado desde hace 21 años por la firma de servicios profesionales Grant Thornton en España y a nivel mundial. Esta ligera caída no impide que España se sitúe por delante de la media europea y global en número de puestos de dirección ocupados por mujeres, ambas con un 34%, y tampoco nos destrona de la posición número uno en Europa y sexta a nivel mundial.
Según Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton, “la equidad es positiva. Las empresas españolas son conscientes de la relación entre diversidad de género y un mejor rendimiento y han acelerado sus acciones y políticas en el último año, lo que ha permitido que España cope de nuevo excelentes posiciones. Los tambores de posibles retrocesos que ocupan titulares en los últimos meses no deberían desviar los objetivos que las empresas se han marcado en materia de equidad tanto a nivel nacional como europeo.
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Por otro lado, las compañías españolas sin mujeres en puestos directivos apenas suponen el 4,5%, una tasa inferior a la de la Unión Europea (4,7%), pero aún superior a la media del estudio (4,1%).
“Pensar que tener un 38% de mujeres directivas es una meta y que ya se ha conseguido todo lo que necesitábamos sería un error. El estancamiento, con un retroceso de dos puntos, muestra la importancia de seguir trabajando para mejorar estas cifras de cara al próximo año. A nivel autonómico, los datos siguen siendo positivos, aunque revelan que en nuestro país la presencia de mujeres en puestos directivos avanza a dos velocidades. En lo que se refiere a variaciones con respecto al año pasado, los datos también sugieren la idea de un avance desigual. Cataluña, con un incremento de 8,2 puntos porcentuales, y Aragón, con 6,9 puntos, registraron los aumentos más notables en sus tasas de presencia femenina en cargos directivos; seguidas por la Comunidad de Madrid (2,2 puntos) y Navarra (0,7 puntos).
“La normativa laboral en materia de diversidad de género se ha reforzado y las empresas tienen que estar atentas para saber si estarán obligadas o no a incorporarlas en los próximos meses. El informe de Grant Thornton también ha tenido en cuenta el liderazgo femenino por puesto directivo. Tanto a nivel internacional como en España, se detecta que todos los cargos han experimentado una tendencia de crecimiento generalizada del talento femenino, aunque se confirma que el acceso de las mujeres a los cargos de mayor responsabilidad ha resultado menos ágil que en el resto de las posiciones. Es el caso del cargo de CEO, que en un año desciende 7 puntos, hasta situarse en el 19,3%. En otras categorías directivas, el cargo de responsable de Recursos Humanos es el que mayor presencia de mujeres tiene en nuestro país, acercándose a la paridad (47,5%), seguido por la dirección de marketing (34,5%), CFO (33,2%) o dirección de operaciones (30%).
“Podemos ser complacientes pensando que los datos obtenidos por nuestro país en la nueva edición del estudio son buenos, pero si sólo 2 de cada 10 CEOs en España son mujeres entonces la perspectiva cambia, porque es este puesto el que logra ejercer una verdadera influencia de la compañía en temas de diversida de género a nivel interno y externo.
Según el estudio elaborado por Grant Thornton, el 83% de las empresas españolas asegura que la información sobre el porcentaje de mujeres directivas está a disposición del público, una tasa superior tanto a la media de la UE (78%) como a la global (77%). En cuanto las fuentes que han presionado para obtener información, las más habituales en nuestro son un cliente existente (28,2%), un asesor o consultor externo (22,4%), un regulador (21,5%), un nuevo cliente (19,7%) o un inversor (19,7%).
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Además, las presiones externas funcionan. Según Isabel Perea, “estas presiones se originan porque la cultura empresarial actual afecta a todos los stakeholders, desde inversores, clientes potenciales y prestamistas o bancos. Las empresas españolas siguen poniendo en marcha políticas de diversidad de género en sus cúpulas directivas. Los líderes empresariales consultados por Grant Thornton que confirman haber incrementado sus directivas han apostado por otras acciones. Seis de cada 10 (58,7%) han puesto en marcha bonificaciones a empleados sujetas a consecución de objetivos de diversidad.
Este estudio también ha revelado otros datos muy significativos, como que las mujeres representan un 49% de la fuerza laboral española al principio de su carrera. Sin embargo, este porcentaje cae hasta el 34% en puestos de vicepresidentas. Además, los sectores con mayor proporción de mujeres en la alta dirección son el de Servicios al consumidor, Educación y Administración pública.
Como señala el siguiente gráfico, este año ha registrado un 36,4% de contratación femenina en puestos de liderazgo a nivel global. Los sectores con más féminas en la alta dirección son Servicios al consumidor, con un 62% de mujeres; Educación, simbolizando el 59%; y Administración pública, con una marca del 59%.
Según Rosario Sierra, la "diversidad puede impulsar la innovación y mejorar la toma de decisiones en las organizaciones". Por su parte, Irene Navarro, presidenta de AMMDE (Asociación Multisectorial de Mujeres Directivas y Empresarias), añade que las mujeres "somos menos exigentes con las retribuciones porque nos cuesta más llegar a puestos de liderazgo". Por lo tanto, una vez que llegamos, "nos conformamos con menos". Además, Rosario Sierra advierte: "Más allá de los números, esta tendencia también puede tener un impacto negativo en la competitividad y rentabilidad de las empresas.
Por su parte, Irene Navarro, presidenta de AMMDE, afirma que "ya no hay un debate abierto sobre si las cuotas paritarias son positivas o negativas porque la Unión Europea se ha mostrado afín a ellas". Además, reconoce que hace unos años ella misma pensaba que establecer cuotas no era necesario.
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Otro de los aspectos a abordar es la formación de los trabajadores. Incluir planes de crecimiento con formación y mentoring, especialmente en los cargos de dirección, podría ser otro incentivo para conseguir un entorno de trabajo justo y equitativo.
"Implementar mentorías específicas, revaluar y actualizar las políticas laborales son pasos esenciales para retener el talento femenino.
En Presidencia de Gobierno, Vicepresidencias y Ministerios el porcentaje ha descendido con respecto al año anterior, quedando en un 47,8%. En las Secretarías de Estado el porcentaje ha aumentado 1 punto, hasta el 41,7%. En el año 2024, el porcentaje de mujeres en el conjunto de Consejos de Administración de las empresas que forman parte del Ibex-35 ha sido del 39,2%, porcentaje 1,9 puntos superior al del año anterior.
Marilyn Loden, Sally Helgessen y Helen Fisher fueron las primeras autoras que, a finales del siglo XX, empezaron a teorizar sobre las mujeres y el liderazgo. Según estas autoras, el liderazgo femenino es la forma de dirección basada en la escucha, la empatía, la comunicación y el trabajo en equipo.
Lo cierto es que, si el liderazgo ha sido un terreno masculino no ha sido porque las mujeres carezcan de las habilidades necesarias para poder gestionar posiciones de poder. Sino porque no tenían la posibilidad de acceder a él.
¿Es el liderazgo empresarial una cuestión de género? Las cifras aportan pruebas significativas: actualmente, a pesar de que las mujeres representan el 43% de la fuerza laboral a nivel mundial, solo el 36% de los cargos gerentes del sector privado y de los puestos de funcionariado del sector público son mujeres.
Como indica Cristina de la Fuente, experta en economía y coach personal y ejecutiva, “durante los últimos años la mentalidad está cambiando en dirección a la diversidad y la inclusión, y aunque el número de mujeres ejerciendo roles de liderazgo femenino efectivo se ha incrementado, todavía es insuficiente”.
El liderazgo de la mujer es diferente al liderazgo masculino, ni mejor ni peor, sólo diferente. Son distintas las energías que los mueven y, sin dudas, lo más beneficioso para una empresa es tener líderes de ambos sexos y líderes integrales, es decir, que integren las energías y aptitudes femenina y masculina.
El concepto de liderazgo está cambiando, añade De la Fuente. “Se identifica cada vez más con un modo ‘más femenino’ de gestionar. Esto juega a nuestro favor. Aunque no se puede generalizar, no es ningún secreto que el liderazgo femenino es distinto al masculino. Se trata de un liderazgo “de apoyo” que busca sobre todo la cooperación, el consenso y el diálogo. Es decir, se trata de un liderazgo más basado en el equipo que en la autoridad personal y en la imposición de reglas.
“Esto es una consecuencia positiva de las situaciones económicas y políticas que hemos vivido. Además, ellas son más expresivas y cercanas, lo que les da un potencial importante a la hora de lograr un compromiso con la organización. Una líder logra darle un matiz de familia y resalta los valores en cada ámbito.
Está claro que en materia de igualdad, el mejor liderazgo es aquel que, tal y como decía Pizan, atienda a la perfección de la conducta y de las virtudes, y no a razones de género.
Quizás parezca imperceptible, pero las mujeres encuentran barreras en su progresión profesional que no se dan en el caso de los hombres. “Este concepto se refiere a las redes que se generan en los entornos corporativos, y en las que los cargos más elevados de las empresas, de mayoría masculina, tienden a mentorizar más a sus iguales. Es decir, a otros hombres.
Este concepto (en inglés, glass cliff), se refiere a las barreras invisibles que impiden a las mujeres alcanzar los puestos de máxima responsabilidad. El techo de cemento, también denominado techo de cristal autoimpuesto, es la percepción negativa de las mujeres sobre sus posibilidades de crecimiento. La falta de autoestima y confianza para desarrollar puestos en espacios tradicionalmente masculinos, que se suple con exceso de presión y carga de trabajo, constituye el popular síndrome de la impostora.
La socialización enseña a las niñas a ser discretas, a pedir permiso para hablar y a mostrarse educadas. El liderazgo femenino es sinónimo de crecimiento en el siglo XXI y debemos atenderlo como tal, apoyarlo, ayudar al desarrollo y formación de las mujeres y trabajar para que más de ellas lleguen a posiciones directivas y de responsabilidad. Y todo ello porque el contexto actual requiere nuevas miradas y perfiles que pasan por trascender el género. Las organizaciones son más planas e interconectadas ya que los cambios son más rápidos que antes.
Por eso, Cristina de la Fuente, asegura que en la actualidad se pone el foco en el liderazgo «humanista», relacionados con atributos tradicionalmente asociados a las mujeres como la empatía, la cercanía o la organización horizontal. «El modelo clásico hablaba de atributos más masculinos como la demostración de fuerza, la jerarquía o la competitividad», continúa la experta. «No es casualidad que con el incremento del liderazgo femenino se haya cambiado esa mirada y valorado otros aspectos que en realidad beneficial al conjunto.
El informe “Is Gender Diversity Profitable?”, elaborado conjuntamente por EY y el Peterson Institute for International Economics, revela que la existencia de mujeres en los puestos directivos conlleva un aumento significativo de la rentabilidad de la empresa. El estudio pone de manifiesto que una empresa rentable con un 30% de mujeres en puestos de alta dirección puede aumentar hasta un punto porcentual su margen neto en comparación con otra de iguales características que carezca de presencia femenina.
“Las empresas con una mayor presencia de la mujer en puestos clave pueden tener un mejor comportamiento en sus negocios. Son organizaciones más visionarias y receptivas al pulso del mercado”, asegura De la Fuente.
Beneficios de Tener Mujeres en Puestos de Liderazgo
- Mejora en la cultura laboral y en la retención de empleados: La inclusión de mujeres en puestos de liderazgo puede ayudar a mejorar la cultura laboral, haciendo que los empleados se sientan más valorados e incluidos.
- Incremento en la rentabilidad y la productividad: Diversos estudios han demostrado que las empresas con una mayor diversidad de género en los puestos de liderazgo tienen un mejor desempeño financiero y una mayor productividad.
- Mayor responsabilidad social: Las empresas con mujeres en puestos directivos pueden ser percibidas como más responsables socialmente, ya que se sabe que las mujeres a menudo tienen un enfoque más colaborativo y empático en la toma de decisiones empresariales.
En resumen, tener mujeres en puestos de liderazgo conlleva una serie de importantes beneficios para las empresas, la sociedad y la economía en general.
Desafíos que Enfrentan las Mujeres Líderes
A pesar de los avances significativos en la equidad de género en el lugar de trabajo, todavía existen desafíos a los que se enfrentan las mujeres líderes en el mundo empresarial.
- Las mujeres líderes pueden enfrentarse a prejuicios de género y discriminación en el lugar de trabajo, lo que dificulta su avance profesional y su capacidad para liderar equipos.
- La falta de representación de las mujeres en los puestos de liderazgo puede ser un obstáculo para las mujeres que buscan avanzar en sus carreras y convertirse en líderes.
- Las mujeres líderes a menudo carecen de la red de apoyo y mentores necesarios para avanzar en sus carreras y enfrentar desafíos.
- Las mujeres pueden enfrentar desafíos únicos para equilibrar sus responsabilidades laborales con sus responsabilidades familiares y personales.
- A pesar de que las mujeres pueden tener un nivel educativo y experiencia similar a la de sus colegas masculinos, a menudo se encuentran con una brecha salarial significativa en comparación con ellos.
En definitiva, aunque en los últimos años se han experimentado importantes progresos en la equidad de género en el lugar de trabajo, todavía existen desafíos importantes que las mujeres deben afrontar en el mundo empresarial.
Fomentar la Igualdad de Género en el Lugar de Trabajo
Fomentar la igualdad de género en el lugar de trabajo es fundamental para crear un ambiente laboral justo y equitativo, y para permitir que todos los trabajadores, independientemente de su género, puedan desarrollarse plenamente y contribuir al éxito de la empresa.
- El personal de la empresa debe recibir formación sobre la igualdad de género y el acoso sexual.
- Las empresas deben esforzarse por contratar a una diversidad de personas, incluyendo a mujeres y a personas de distintas etnias y culturas.
- Se pueden ofrecer prácticas laborales flexibles que permitan a los trabajadores conciliar entre sus responsabilidades laborales y personales.
- Las empresas pueden fomentar el liderazgo femenino al ofrecer oportunidades de desarrollo profesional para mujeres, incluyendo programas de mentoría y de liderazgo.
Tabla: Presencia Femenina en Puestos Directivos en España
| Posición | Porcentaje de Mujeres |
|---|---|
| CEO | 19.3% |
| Responsable de Recursos Humanos | 47.5% |
| Dirección de Marketing | 34.5% |
| CFO | 33.2% |
| Dirección de Operaciones | 30% |