El Mercado del Puerto de Las Palmas de Gran Canaria, con más de un siglo de historia, es un emblema arquitectónico y un punto de encuentro esencial para la ciudad. Su diseño, inspirado en la arquitectura de hierro de la Torre Eiffel, lo convierte en un lugar único lleno de historia y encanto.
Inspiración y Orígenes
Tras la construcción de la Torre Eiffel en 1889, gracias a los planos de Gustave Eiffel, este modelo de arquitectura llegó también a Gran Canaria, impulsado por la necesidad de la ciudad de crecer en torno al recién formado Puerto de la Luz. Aunque hoy pase inadvertida para muchos, el resultado marcaría una forma de estar. Un edificio pensado para durar, sin excesivas pretensiones.
Así, no es de extrañar que durante años se haya dicho -y aún se repite- que el Mercado del Puerto de Las Palmas de Gran Canaria guarda una conexión directa con la Torre Eiffel. Algunos incluso aseguran que fueron los mismos técnicos que trabajaron en la creación parisina quienes viajaron hasta Gran Canaria para construirlo. Pero no hay pruebas de ello.
"Para comprobarlo habría que raspar bien el forjado y buscar un sello que así lo identifique", explicaba hace años la arquitecta Magüi González.
El Arquitecto: Laureano Arroyo
El artífice de la obra no fue un francés, aunque no estuvo lejos. El arquitecto catalán Laureano Arroyo llegó a Gran Canaria en 1888, motivado por la delicada salud de su mujer, y ya no abandonó la isla hasta su muerte en 1910. Desde su llegada asumió el cargo de arquitecto municipal de Las Palmas de Gran Canaria y fue responsable de algunos de los proyectos más emblemáticos de la ciudad entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, como la Comandancia Militar de Marina o la Casa-Asilo de San José, actual Clínica San José.
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El historiador Miguel Rodríguez Díaz de Quintana llegó a identificar hasta 500 planos firmados por Arroyo en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Entre ellos, el definitivo que serviría para construir el Mercado del Puerto. Concebía su estructura "toda ella de hierro", siguiendo el modelo de arquitectura funcional y moderna que se expandió por Europa tras la Exposición Universal de París de 1889.
Construcción y Diseño
Una planta cuadrada de cruz centralizada y una arquitectura en hierro forjado, sostenida por 44 columnas de hierro fundido en el exterior y otras 20 en el interior. Todo llegado de talleres belgas, presumiblemente. "La simetría y la funcionalidad presiden siempre las características de la obra", resumió el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Pablo Pujadas Álvarez.
La parcela destinada al mercado fue analizada por el propio Laureano Arroyo como parte del plan de ensanche de la ciudad en la zona del Puerto, recoge la arquitecta Gazmira Galtier Barroso en su tesis doctoral. Al tratarse de un terreno ubicado en la zona marítimo-terrestre, el Ayuntamiento se vio obligado a solicitar una concesión estatal para su uso.
Según recoge Martín Galán, las obras tuvieron un coste de 183.385 pesetas de la época. En términos actuales, eso equivaldría aproximadamente a entre 1,1 y 1,5 millones de euros.
Demoras y Finalización
Aunque el proyecto del Mercado del Puerto fue encargado por el Ayuntamiento en 1891, no sería hasta más de veinte años después cuando finalmente se construiría, como explica Fernando Martín Galán en La formación de Las Palmas: Ciudad y Puerto. A pesar de tratarse de una necesidad evidente para la ciudad, el proyecto quedó paralizado durante años.
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Fue la presión vecinal, organizada en 1903, la que resultó decisiva: los residentes del barrio, conscientes del crecimiento del Puerto de La Luz, exigieron al consistorio sustituir el "tinglado provisional", que servía de mercado improvisado, por una estructura definitiva y techada. Su insistencia dio sus frutos.
El expediente se inició en 1898, pero entre los costes previstos de la obra y la complejidad administrativa del trámite, pasarían diez años hasta que se redactara un proyecto definitivo. La concesión fue finalmente otorgada por Real Orden del 20 de enero de 1909, sobre la base del último proyecto redactado por el propio Arroyo en 1908. Las obras comenzarían en 1911, ya fallecido el famoso arquitecto.
Desafíos Actuales y Necesidad de Renovación
El edificio tiene 114 años y fue remodelado en 1997, por lo que la infraestructura cuenta con deficiencias ante su antigüedad y la falta de mantenimiento. En un informe elaborado por una arquitecta en mayo de 2025 se afirma que es necesaria la reparación de elementos ornamentales que presentan un riesgo de caída para los usuarios y viandantes. Es cierto que la profesional certificó la estabilidad estructural del edificio, pero expuso algunos daños que deben ser reparados. Hay pilares afectados por filtraciones de agua, así como piezas oxidadas y deformadas.
El Mercado del Puerto ha perdido una subvención de 500.000 euros para su reforma. El concejal de Desarrollo Local de Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Quevedo, explicó este martes en comisión plenaria a la pregunta formulada por el Partido Popular, que la pérdida de la ayuda se debe a la ausencia de un proyecto técnico que permitiera ejecutar los fondos.
Quevedo señaló que la ayuda, procedente del Cabildo de Gran Canaria a través del Fedecan, había sido gestionada por su área «con la voluntad de mejorar el Mercado del Puerto y la zona Puerto-Canteras», pero que las dificultades administrativas y la falta de documentación adecuada impidieron utilizar el dinero en el plazo previsto.
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«No es la voluntad de no hacerlo, la voluntad es hacerlo», subrayó el edil. «El problema es que no hay un proyecto, y sin proyecto no se puede justificar el gasto ni licitar las obras», explicó.
El concejal reconoció que el área de Desarrollo Local no dispone de servicio de arquitectura ni de inspección, lo que complica la tramitación de proyectos de este tipo. Añadió que, según los informes técnicos, «los documentos presentados por el Mercado del Puerto no constituían un proyecto formal», motivo por el cual el Ayuntamiento no pudo iniciar la licitación. «Si hay un proyecto, Urbanismo lo valida y se licita. Pero si no lo hay, no se puede. Y como no lo hay, perdemos el dinero», resumió.
Aun así, Quevedo aseguró que su departamento ya ha logrado una nueva partida para el próximo año con el fin de retomar la iniciativa y resolver los problemas pendientes. «Si se nos presenta un proyecto sensato, estamos dispuestos a licitar y sacar adelante la reforma», apuntó Quevedo.