El plan de marketing digital es una herramienta clave para toda empresa que pretenda mejorar su beneficio y/o evolucionar en el tiempo de cara a ganar estabilidad. En un mercado saturado de información y cada vez más competitivo, los planes de marketing se han convertido en una herramienta clave para las empresas que buscan crecer.
¿Por Qué Hacer un Plan de Marketing Digital?
Mejorar sin medir es tan difícil como llegar a puerto sin dirección. Un plan de marketing (digital, offline o mixto) es un documento interno de carácter no obligatorio en el que se recogen los objetivos del siguiente periodo, se estudia la posición de la empresa respecto a la competencia, se establece una línea de acción, y que también sirve para comprobar los objetivos al final del periodo. El beneficio principal del plan de marketing es poder marcar un camino que seguir a corto plazo, con un objetivo a largo y algunas metas intermedias.
La presencia online es un elemento más que importante para cualquier tipo de proyecto o empresa en la actualidad. De hecho, suele decirse que si un negocio no está en internet, no existe. En ese sentido, los planes de marketing se han convertido en una herramienta clave para las empresas que buscan crecer en un mercado saturado de información y cada vez más competitivo.
Beneficios de un Plan de Marketing Digital
Implementar un plan de marketing digital en tu negocio ofrece ventajas competitivas como:
- Alcanzar una audiencia más amplia y precisa a través de múltiples canales digitales.
- Permite asignar recursos a las estrategias y canales de forma más eficiente, lo que nos ayuda a maximizar el retorno de inversión.
- Permite prever cambios en el comportamiento del consumidor gracias a la flexibilidad de los medios digitales, y que podamos adaptarnos con mayor facilidad.
- Mide los resultados de manera constante, ajustando las estrategias en tiempo real.
- Refuerza la imagen de marca y aumenta la credibilidad al mantener una presencia coherente en los canales digitales.
- Facilita una segmentación más precisa del público objetivo, aplicando estrategias basadas en las 4 P del marketing mix.
Componentes Clave de un Plan de Marketing Digital
Aunque hay muchas aproximaciones a un plan de marketing digital, la más común sigue la ruta que detallamos a continuación. Veamos cuáles son y en qué consisten estos elementos:
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1. Análisis de la Situación
Si queremos crecer y mejorar, lo primero que tenemos que hacer es conocernos bien a nosotros mismos. El primer paso es realizar un análisis de la situación actual de la empresa. Esto incluye un análisis interno (fortalezas y debilidades) y externo (oportunidades y amenazas), así como un análisis de la competencia y del mercado. Si tenemos la panorámica completa de nuestro negocio, podremos tomar decisiones sobre puntos calientes positivos y negativos, estando seguros de que nada queda olvidado ni ningún factor es tenido en cuenta. Una visión objetiva y detallada de lo que está sucediendo en nuestra empresa es algo básico para poder plantearnos objetivos realistas.
Un análisis interno de la empresa conlleva analizar muchas cosas distintas y, por tanto, hay muchas formas de hacerlo. Una de las opciones más populares es el análisis DAFO en el que detallamos todas las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades a las que se enfrenta nuestro negocio. En este sentido, el estudio de las cinco fuerzas de Porter ayuda a entender nuestro papel en la cadena de valor y compararnos con la competencia. Este análisis nos hace revisar elementos como: los clientes que tenemos, los proveedores, los productos sustitutos, los nuevos competidores potenciales y la competencia. Gracias al análisis de las amenazas de estas fuerzas competitivas, podemos determinar nuestra posición en el mercado y entender por qué tenemos la cuota de mercado actual.
2. Definición de Objetivos de Marketing
Tan importante como conocernos y entender nuestra posición es saber hacia dónde vamos. Los objetivos son una herramienta de prospectiva y futurología que ayudan a comprender dónde se espera estar en una década, un año o un mes. Los objetivos de tu plan deben ser claros, específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo definido, que es a lo que en marketing se le denominan objetivos SMART. Cuanto más próximos estos eventos, más específicos han de ser los objetivos. Lo relevante es plasmarlos de forma concisa.
Estos pueden ser, por ejemplo, aumentar el tráfico web, mejorar la tasa de conversión, incrementar las ventas online o mejorar la presencia en redes sociales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a la hora de definirlos debes hacerlo con todo el detalle posible.
Los objetivos de negocio son puramente económicos, medibles a corto plazo. Aquellos que, como su nombre indica, son sinónimo de viabilidad del negocio dependiendo de si se cumplen o no. Los objetivos de marketing son aquellos que hacen que se cumplan los objetivos de negocio. Es fundamental que los objetivos se puedan cuantificar o cualificar de alguna manera, para así comparar el resultado.
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3. Definición del Público Objetivo
Tenemos ya claro cómo funcionamos y cómo funcionan los demás, ahora es el turno de ver a quién le puede interesar nuestro producto objetivo y conocerlo profundamente. Antes de ponernos a crear contenidos o decidir en qué canales queremos estar, es fundamental definir a quién va dirigida nuestra estrategia. Para ver qué necesidades podemos satisfacer en el mercado, hay que conocer al público: saber qué quiere obtener, qué necesita, qué no le aportan nuestros competidores, cada cuánto compra. Para realizar esto, uno de los mejores métodos es construir un buyer persona, que no es más que realizar fichas en las que recogemos toda la información relevante de los distintos tipos de cliente que tiene nuestra empresa. Esto implica crear perfiles detallados de los buyer personas, que representen a los clientes ideales de la empresa.
4. Estrategia de Contenidos de Marketing Digital
Uno de los elementos más importantes dentro del plan de marketing digital de tu empresa es establecer y contar quién eres como compañía: qué buscas, cuáles son tus valores, qué ofreces (más allá de un producto o servicio) a tus clientes. La creación y distribución de contenido relevante, valioso y original es central en el desarrollo de un plan de marketing digital. Este contenido puede adoptar diversas formas, como blogs que aborden temas de interés para tu audiencia, vídeos que expliquen cómo utilizar tus productos o servicios, infografías que simplifiquen información compleja, podcasts que ofrezcan contenido más profundo en formato auditivo, y publicaciones en redes sociales que fomenten la interacción y el compromiso con tu marca. Todo va a depender de tus objetivos y la audiencia que hayas definido previamente.
Para que el SEO funcione, el contenido de tu web y tu blog debe ser bueno. ¿Y para qué sirve este tipo de estrategia? Pues para crear una voz de marca (autoridad), es decir, para reflejar que eres experto en cierto ámbito y que tanto el público como Google (esto es lo que hace que luego salgas más arriba en buscadores) confíen en tu marca.
5. Selección de Canales Digitales
Una vez sepas qué tipo de contenidos vas a generar, deberás determinar en qué plataformas y canales digitales quieres posicionarte. Como seguro ya sabes, esto también va a depender del público al que quieras llegar. Estos canales pueden ser redes sociales, blogs, correo electrónico, y todos aquellos que sean vitales para maximizar el alcance y el impacto de tu marca.
Hoy en día, una marca que no está en redes sociales, parece que no existe: te quedas fuera de la conversación y te pierdes a gran parte del público consumidor. Así que sí, debes estar ahí y participar. Eso sí, no tienes por qué estar en todas las redes sociales: reflexiona sobre tu producto o servicio y vuelve al buyer persona: ¿qué red social usa? Las redes sociales son útiles y sirven para hacerte crecer si las usas correctamente: crea un calendario de publicaciones que te guíe y que respetes siempre, pero, por favor, sé flexible y adáptate al momento para romperlo si hace falta. Si hay un trend viral que encaja con tu marca, úsalo y métete en la conversación. La clave está en combinar bien las publicaciones que son de carácter publicitario, con las que hablan de ti como marca, con las que, simplemente, siguen el día a día de la red social y se suben a la conversación del momento.
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Muchas veces las empresas se centran en captar nuevos clientes con grandes ofertas y parece que no tienen nada que ofrecer a los que ya han comprado.
6. Plan de Acción
Estrategias, tácticas, operaciones… Las metas intermedias de los objetivos marcan el paso por aquellas ‘huellas’ que es necesario pisar para lograr los objetivos. Este apartado detalla las acciones específicas que se llevarán a cabo, quién será responsable de cada tarea y los plazos para completarlas. Diseñar estrategias y tácticas de marketing es crear un plan de acción desarrollado para promover y vender tus productos o servicios a través de los canales y mensajes relevantes para tu público objetivo. Lo ideal es que exista un plan mensual que sirva como guía de la campaña que se va a seguir, aunque luego las acciones puedan ir cambiando según las necesidades y objetivos.
Las estrategias de marketing pueden estar orientadas a muchas cosas distintas, no tienes por qué hacerlas tan grandes que abarquen todo el proceso de compra: puedes crear pequeñas tácticas que vayan influyendo en departamentos por separado, por ejemplo. Algunas ideas pueden ser: estrategias de lanzamiento de nuevos productos, de fidelización o de segmentación de tu público. Mientras que los objetivos pueden ser algo más ambiguos, las estrategias suelen ser más extensas y detalladas.
7. Medición y Análisis
Ya tenemos en marcha buena parte de nuestro plan de marketing, pero ¿cómo vamos a saber si está funcionando? ¿O cómo de bien o mal nos está yendo? Finalmente, se deben establecer KPIs (Indicadores Clave de Desempeño) para medir el éxito de las estrategias implementadas. Es fundamental que en el plan de marketing digital tengamos un apartado en el que establezcamos KPIs (key performance indicator - indicador clave de rendimiento), que no son más que pequeñas ‘metas’ que vamos marcando dentro del objetivo global que queremos conseguir. Todo esto lo analizamos a través de un plan de seguimiento, como puede ser un informe mensual, en el que recojamos la evolución de los KPIs respecto al objetivo final, lo cual nos sirve para estar siempre al día de lo que está ocurriendo en nuestro negocio. Es importante tener en cuenta que fijar objetivos demasiado ambiciosos o sin metas intermedias es tan poco útil como redactar objetivos coherentes, pero no revisar qué puede ser mejorado en caso de no alcanzarse. A raíz de este análisis continuo los objetivos pueden cambiar con rapidez, y más aún las metas.
Implementación y Presupuesto
El plan de implementación no es otra cosa que un documento compartido en el que todo el equipo ve en qué punto estamos de la estrategia y cuáles son los siguientes pasos a dar para abordar la siguiente fase. En cuanto al calendario de acciones es una planificación en la que recogemos todo aquello que se sale del always on (las tareas que hacemos en el día a día en las distintas plataformas): por ejemplo, si vamos a hacer un envío de ofertas a través de la newsletter o si tenemos una colaboración en redes sociales con un creador de contenido.
La asignación de un presupuesto para marketing es extraordinariamente compleja debido a la dificultad que se tiene para registrar los retornos en detalle. Ocurre algo similar al invertir en innovación o en personal. Para esto hay expertos en marketing digital que saben generar metadatos que vinculan una determinada campaña con ingresos concretos.
Según la encuesta The CMO Survey, de Christine Moorman, el presupuesto dedicado a marketing depende de factores como el tipo de empresa (B2B, B2C), el sector (producto, servicios), o la antigüedad.