El Rol del Mentor y sus Funciones

Un mentor es una figura fundamental en el crecimiento profesional y personal de una persona. A lo largo de tu carrera profesional, hay personas que marcan la diferencia. Algunas lo hacen con un consejo a tiempo. Otras, dedicándote su experiencia.

Un mentor es alguien con conocimientos especializados en un área particular que comparte su experiencia, ofreciendo orientación, apoyo, y estímulo a una persona menos experimentada. El mentor guía y acompaña a su «mentee» (o «mentorizado») a lo largo de su camino de aprendizaje, ayudándole a superar obstáculos y a tomar decisiones informadas.

Entender qué papel desempeña un mentor en tu día a día laboral es el primer paso para valorar su impacto. Un mentor en el trabajo es alguien que, con más experiencia que tú, te guía en tu desarrollo profesional. La mentoría laboral se basa en una relación de confianza.

El rol principal de un mentor no se limita a la simple transmisión de conocimientos técnicos, sino que se extiende a una dimensión más humana y profunda. Un mentor escucha, motiva, y brinda perspectivas diferentes para que el mentee pueda descubrir su potencial y desarrollar habilidades que le permitan crecer tanto en su vida profesional como personal.

Funciones Clave de un Mentor

Las principales funciones que ejerce un mentor son:

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  • Asesorar y aconsejar: lo hace a través de la transmisión de sus conocimientos y experiencia a los aprendices. De esta forma, es capaz de valorar los riesgos y consecuencias de sus decisiones. Y consecuentemente sabe con mayor seguridad qué acciones tomar en cada momento.
  • Inspirar al aprendiz para que desarrolle al máximo su potencial: esto le ayuda a salir de su zona de confort y asumir ciertos riesgos con más confianza.
  • Brindar todas las herramientas que conozca para que el aprendiz sea capaz de desarrollar sus capacidades y habilidades sin la intervención del mentor.
  • Crear una red de contactos fuerte para el aprendiz: es decir, que le ayuda a hacer networking.
  • Ofrecer feedback: Esto ayuda a que el aprendiz sea consciente de en qué está fallando y en qué no.
  • Compartir conocimientos y habilidades: La transferencia de conocimientos es uno de los pilares de la mentoría.
  • Desarrollar la autoconfianza: La confianza es un factor crítico en cualquier proceso de crecimiento personal y profesional.

Con un mentor, amplías tus competencias técnicas, pero también las habilidades blandas. Un mentor suele tener una red profesional valiosa y consolidada.

Enseña nuevas habilidades para alcanzar competencias. Aporta consejos para alcanzar los objetivos planteados por el/la mentorando/a.

Tipos de Mentoría

Existen diferentes tipos de mentoría, y cada uno puede ofrecer beneficios únicos según el contexto en el que se lleve a cabo.

  1. Mentoría de carrera: Este tipo de mentoría está enfocada en el desarrollo de habilidades profesionales y en el avance en la carrera de un individuo.
  2. Mentoría de negocios: En el ámbito de los negocios, los mentores pueden desempeñar un papel crucial para los emprendedores o aquellos que están desarrollando una startup.
  3. Mentoría personal: Esta forma de mentoría se centra en el desarrollo personal y en la consecución de objetivos individuales.
  4. Mentoría inversa: En la mentoría inversa, una persona más joven o con menos experiencia en un área específica actúa como mentor para alguien mayor o más experimentado en otros ámbitos.
  5. Mentoría formal: La mentoría formal es un proceso estructurado, normalmente impulsado por una organización, en el que se asigna un mentor a un mentee con objetivos claros y un marco temporal definido.
  6. Mentoría informal: Sin embargo, la mentoría informal surge de manera espontánea, sin intervención directa de la organización.
  7. Mentor interno: Un mentor interno es un profesional que ya forma parte de la misma organización que el mentee.
  8. Mentoring peer to peer (entre pares): En este caso, el mentoring consiste en una relación entre personas del mismo rango (cargo, edad, etc.).
  9. Mentoring express: Es un modelo de mentoring que se caracteriza por la realización de encuentros informales y efímeros entre el mentor y el mentorizado.
  10. Mentoring grupal: La práctica versa sobre la relación entre el mentor y un grupo de personas que participan en un mismo proyecto.
  11. Cross mentoring: Se trata de un intercambio de mentores y aprendices entre empresas o instituciones educativas.

Beneficios de Contar con un Mentor

Contar con un mentor puede traer una variedad de beneficios para el crecimiento personal y profesional.

  • Potencia el talento innato de cada individuo.
  • Aumenta el rendimiento y la productividad, gracias a la motivación que transmite el mentor al aprendiz. Por ello, los resultados de sus tareas mejoran mucho.
  • Mejora la gestión del conocimiento. Gracias al mentor, se potencia todo el talento innato que posee la gente. De esta forma, se forjan a los líderes del futuro.
  • Incrementa la capacidad de resiliencia.
  • Fomenta la cultura empresarial de cooperación.
  • Mejora la comunicación de las personas que intervienen en la práctica.
  • Mejora la capacidad de adaptación de las personas en diferentes entornos.

Pero más allá de la proyección laboral, la mentoría tiene un impacto directo en tu motivación, tu capacidad de aprendizaje y tu confianza. Un mentor no solo te ayuda a avanzar en tu carrera, también te acompaña en el descubrimiento de tus fortalezas.

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Cómo Encontrar un Mentor Adecuado

Encontrar al mentor adecuado puede marcar un antes y un después en tu desarrollo. Antes de buscar, define qué tipo de apoyo necesitas.

Antes de buscar un mentor, es esencial que el mentorizado tenga claridad sobre sus objetivos y expectativas. Considerar la compatibilidad: La relación entre mentor y mentee se construye sobre la confianza y la afinidad.

No todos los profesionales con experiencia están listos para ser mentores. Un mentor te escucha para entenderte, no para juzgarte. Sus preguntas te invitan a reflexionar y sus comentarios son directos pero constructivos. Un buen mentor tiene una base sólida de experiencia en el área que te interesa. No necesita saberlo todo, pero sí tener criterio para ayudarte a tomar mejores decisiones. Más que soluciones, te ofrece confianza. Cree en tu potencial, te reta con respeto y celebra tus avances.

El Rol de la Persona Mentora y Mentorizada

A continuación, explicamos el rol de la persona mentora y de la persona mentorizada con el objetivo de alcanzar una conexión efectiva entre ambos/as. Es importante tener en cuenta, que no es necesario que se cumplan siempre todas las condiciones para alcanzar el éxito.

La persona mentora como:

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  • Profesor/a: comparte conocimientos y experiencias.
  • Mediador/a: identifica recursos y sugiere enfoques alternativos.
  • Motivador/a: alienta, apoya y promueve nuevas ideas por parte de la persona mentorizada.
  • Entrenador/a: acompaña y ofrece comentarios positivos y constructivos.
  • Guía: ayuda al/a la mentorando/a a identificar y establecer objetivos realistas.

Rol del/de la mentorando/a:

Se trata de una persona que se encuentra en un periodo de transición o de fuerte desarrollo, y que decide de forma voluntaria recibir la ayuda y orientación de otra persona con más experiencia, con el objetivo de adquirir determinadas habilidades y experiencias para su desarrollo personal y profesional.

Los/las mentorados/as serán siempre libres de implementar las sugerencias recibidas de un/a mentor/a y tendrán la responsabilidad de su implementación en el cumplimiento de sus obligaciones.

Características de un Buen Mentor

Un buen mentor tiene que reunir ciertas características, además de contar con amplia experiencia en su sector.

Se caracteriza por su capacidad de motivar e inspirar a la gente gracias al desarrollo de su empatía y asertividad a la hora de comunicarse. Además, suele tratarse de personas que saben escuchar y que generan mucha confianza en su receptor.

Pero lo que realmente caracteriza a un buen mentor es su pasión por lo que hace.

Por lo tanto, los 3 pilares esenciales para ser un buen mentor son:

  1. Escuchar de manera activa. Debe estar atento a cada detalle de lo que su aprendiz le cuenta.
  2. Preguntar. Una vez haya escuchado al mentorizado, sabrá las preguntas que tiene que hacer para profundizar en la práctica.
  3. Opinar. Siempre y cuando su opinión esté fundada en sus conocimientos y experiencia.

Con estas 3 premisas, será necesario que el mentor:

  1. Tenga pasión por lo que hace y se comprometa con su trabajo. Así, la práctica se desarrollará de forma correcta.
  2. Respete la confidencialidad de cada sesión.

El Mentor como Peregrino: Nueve Características Esenciales

Ser mentor es un camino de largo recorrido en el que deben estar muy alineados el ser, el saber y el hacer, porque no se trata solo ponerse delante de una persona y darle consejos acerca de lo que tiene que hacer o no hacer para lograr lo que quiere. No todo el mundo ejerce como mentor por los mismos motivos y estos cambian mucho el tipo de mentor/a que somos. Por eso como buenos peregrinos no debemos perder nunca nuestro norte, nuestro santuario: acompañar a otros para que logren por sí mismos sus metas.

  1. CREYENTE: Un mentor es un creyente. Cree firmemente en que todas las personas tienen un potencial a desarrollar y una inclinación natural a hacerlo. Creemos que las personas son lo suficientemente inteligentes para encontrar las respuestas por sí mismas, no necesitan que otro se las de.
  2. SERVIDOR: Un mentor excelente lo es por vocación, tenemos una inclinación natural a acompañar a otros a superarse, a desarrollarse por sí mismos. Esto es lo que nos ayuda a no dirigir, a acompañar orientando, respetando la individualidad de aquellos a quienes acompañamos, sin imponer nuestros puntos de vista, nuestra manera de ver y hacer las cosas. Aceptamos de forma incondicional a nuestros mentees y nos adaptamos a ellos, a sus características personales, a su forma y ritmo de aprender, respetando sus decisiones y no tratando de influirlas o cambiarlas.
  3. APRENDIZ ETERNO: Estamos siempre abiertos a la experiencia, por mucha que tengamos nos enfrentamos a cada actividad, a cada situación y al propio proceso de ser mentor con una mentalidad de principiante. No nos quedamos instalados en nuestra atalaya de conocimiento, sino que pisamos la arena para aprender de la experiencia de ser mentor, de nuestros mentees y de cada sesión de mentoring. El mentoring no es una práctica estructurada, estandarizada y rígida, no es un proceso en el que en se sabe de antemano en cada sesión qué hacer y cómo, porque cada persona necesita cosas diferentes, tiene circunstancias y problemas distintos, ritmos y estilos de aprendizaje diversos y objetivos muy personales a lograr.
  4. HERMANO: El mentoring es una relación de hermano a hermano, de ser humano a ser humano, sin jerarquías, sin relaciones asimétricas o de poder, sin «yo sé y tu no», o «yo sé más» (porque soy más mayor, tengo más experiencia, he tenido mucho éxito en la vida, o tengo 3 master en las mejores universidades del mundo). Cuando nos hermanamos las personas se abren y eso es lo que permite aflorar el talento para poder desarrollarlo.
  5. RESONANTE: La resonancia amplifica y prolonga el impacto de las palabras, las acciones, las sensaciones y los aprendizajes. Hace que tus actos (una pregunta, una palabra, una frase, una forma de hacer) se mantengan presentes, a pesar de la distancia, y sigan sirviendo como fuente de aprendizaje a tu mentee, porque le resuenan una y otra vez en su cabeza, como si estuvieran flotando en el aire y no se pudieran despegar de ellas. Para resonar necesitamos tener una presencia plena y consciente en las sesiones de mentoring, estar solo centrados en nuestro mentee, sin diálogo interno, sin distracciones, sin interrupciones, escuchando con atención plena, actuando con autenticidad, honestidad y congruencia. Solo así evitaremos que nuestras emociones, creencias, juicios y prejuicios intoxiquen la relación, sesguen la visión que tenemos del mentee y condicionen la forma de guiarlo adecuadamente, según sus necesidades.
  6. INVERSOR: Un mentor es un inversor porque invierte en el autoconocimiento, autoconfianza, autoreflexión, automotivación, autofeedback de su mentee, activando sus recursos para que puedan producir resultados de forma independiente. Para inspirar a otros hay que estar inspirado.
  7. LIBERTADOR: Somos aceleradores de las carreras profesionales de otros porque les ayudamos a liberar todo su potencial, a desarrollarlo y usarlo para lograr sus metas. Brindamos ocasiones para poner en acción el talento diferencial de cada persona, conectándolo a las oportunidades que lo hacen posible y haciendo visibles sus logros y contribuciones. Un libertador del potencial deja espacio para pensar, expresar y hacer, para contribuir, reflexionar, parar y repensar, evitando la tendencia a ocupar la conversación con nuestras opiniones, ideas o sugerencias.
  8. ALQUIMISTA: Un mentor sabe como ser un catalizador del cambio del mentee, ayudándole a transformar su negatividad en positividad, sus dudas en claridad, su inseguridad en confianza, su inacción en acción. Lo hace estimulando su pensamiento a través de una conversación reflexiva: primero escucha con atención para comprender que es lo que quiere exactamente el mentee y dónde está teniendo dificultades para lograrlo, reformula y enmarca el tema de la sesión y realiza preguntas provocadoras para guiar un proceso de toma de decisiones sólidas. Ser un alquimista conversacional supone darse cuenta que nuestra mayor contribución es hacer preguntas que favorezcan un pensamiento de calidad.

Diferencias entre Coaching y Mentoring

Aunque a menudo el mentoring se compara con el coaching, ya que ambos buscan el desarrollo personal y profesional, y aunque comparten objetivos similares, se diferencian en su enfoque, métodos y propósitos.

El mentor te aporta experiencia, mientras que el coach te ayuda a que tomes las mejores decisiones por ti mismo para que alcances tus objetivos.

En el coaching las directrices las da el alumno, es decir, es quien debe resolver cuál es su necesidad. Por lo tanto, el coach no aconseja ni recomienda nada, sino que le orienta para que sepa encontrar sus respuestas. En el mentoring las directrices la da el mentor. En este caso, da consejos y recomendaciones. Ambas partes se hacen preguntas y se produce una transmisión de conocimientos.

En el coaching la relación con el cliente es de igualdad y se centran en las tareas marcadas, mientras que en el mentoring, el mentor tiene más experiencia que el aprendiz, y se establecen vínculos emocionales más profundos.

El mentoring requiere el diseño de un programa, mientras que el coaching no requiere ningún programa.

El coaching es una disciplina más cortoplacista, ya que existe un objetivo concreto, mientras que el mentoring es una práctica más largoplacista, ya que en este caso se forja una relación de confianza. De esta forma, el aprendiz se siente cómodo al compartir todas sus experiencias y al recibir consejos por parte del mentor para crecer personal y profesionalmente.

El coach nunca comparte su punto de vista, ya que el objetivo es guiar al coachee para que descubra su camino. El mentor sí que comparte su punto de vista y sus experiencias, ya que su objetivo es que el mentorizado adquiera nuevos conocimientos y expertise.

El mentor tiene como objetivo desarrollar habilidades personales y profesionales del mentorizado, que podrá aplicar en cualquier momento de su vida. Por su parte, el coach trata temas más concretos que pueden estar afectando actualmente al coachee.

Consejos para Elegir un Buen Programa de Mentoring

Para que sepas cuál es el programa de mentoring que mejor encaja contigo, a continuación te explicamos qué factores debes tener en cuenta para acertar con el programa que escojas:

  1. Busca la compatibilidad con el mentor: En el mentoring la relación con tu mentor es muy importante. Por ello, antes de elegir un profesional u otro, asegúrate de que sea una persona a la que admiras profesional y personalmente, y con la que compartas valores. Es decir, alguien con quien conectes.
  2. Busca un mentor en activo: Para hacer la función de mentor, no sirve cualquier persona. Es importante que sea alguien en activo en el área de tu interés. Debe ser un profesional que te aporte herramientas y recursos eficaces.
  3. Busca un mentor que cuente con un programa muy bien estructurado: Para avanzar hacia tus objetivos necesitas un mentor que cuente con un método bien definido: una auditoría inicial, la definición de objetivos, el diseño de la estrategia, el plan de acción y la medición de resultados.
  4. Busca el tipo de mentoring que creas que más te conviene: En función de los diferentes tipos de mentoring que hemos citado con anterioridad, piensa si prefieres asistir a una mentoría grupal, a una mentoría de pares, a la inversa, etc. Por ejemplo, la mentoría en grupo te ayudará a expandir tu red de contactos. Pero antes de decantarte por este tipo de mentoring, corrobora que los requisitos de admisión para las reuniones sean exigentes y que el nivel del grupo sea alto.

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