¿Qué es una Startup? Significado y Características

En los últimos años, una nueva forma de emprendimiento ha revolucionado el mundo de los negocios y las finanzas: las empresas emergentes, más conocidas por su nombre en inglés, startups. Pero ¿una startup qué es exactamente?

El término startup se está convirtiendo en uno de los habituales en nuestros días, más aún en el ámbito del emprendimiento. Una startup es una empresa de nueva creación que presenta grandes posibilidades de crecimiento y, en ocasiones, un modelo de negocio escalable, es decir, que nace con un modelo de negocio concreto.

Es evidente que el concepto de ‘startup’ ha trascendido su significado (que alude sencillamente a un determinado tipo de empresas cuando se encuentran en su fase inicial), para comprenderse como una filosofía con una serie de características.

A nivel sectorial, aunque el término de startup puede referirse a compañías de cualquier ámbito, normalmente suele utilizarse para aquellas que tienen un fuerte componente tecnológico y que están relacionadas con el mundo de internet y las TICs.

Características Clave de una Startup

Las startups funcionan de manera diferente a las empresas tradicionales, siendo esta una de las novedades radicales que introducen en el ecosistema empresarial. Están dispuestas a asumir riesgos y son flexibles para adaptarse con rapidez a los retos del mercado, lo que supone una de sus principales fortalezas. Como son pequeñas empresas de nueva creación, se enfocan sobre todo en adquirir rápidamente una cartera de clientes y lograr expandirse en el mercado de manera veloz. El crecimiento rápido es una prioridad constante para las startups.

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En resumen, las startups se caracterizan por ser:

  • Jóvenes: Compañías familiarizadas con un ambiente joven, moderno y tecnológico, que tras nacer, intentan conseguir financiación. Con el objetivo de evolucionar en pyme o gran empresa o directamente vender la idea a una empresa ya consolidada.
  • Escalables: El principal atributo de una startup es la velocidad y la capacidad con la que puede crecer y generar ingresos de una forma rápida. Asimismo, son capaces de incrementar su producción y ventas sin necesidad de aumentar sus gastos. Por lo tanto, su producción y margen de beneficio crece de forma exponencial. Así, a pesar de su pequeño tamaño, son capaces de generar ingresos muy altos.
  • Tecnológicas: Son negocios que se basan en ideas innovadoras para satisfacer una nueva necesidad en el mercado. Estos emprendedores se apoyan en las tecnologías digitales para evolucionar. Además, gracias al mundo digital interconectado, tienen la posibilidad de encontrar la financiación esencial para poder desarrollar su idea.
  • Pequeños costos: El punto de partida de las startups es mantener los costes bajos de producción para crecer más rápidamente. Por ejemplo, en sus inicios suelen desarrollar su actividad empresarial en espacios de coworking, sin necesidad de tener una sede oficial de la empresa.

Casi todas las startups asientan sus servicios o productos en una potente base tecnológica. Por ello, es común que desarrollen software, dispositivos electrónicos o aprovechen al máximo las posibilidades que brinda la inteligencia artificial.

Una parte integral de la vida de una startup es el riesgo, ya que operan en entornos inciertos y competitivos y su idea de negocio no ha sido todavía probada en el mercado. Su capacidad para enfrentar desafíos imprevistos determinará, por tanto, su éxito en gran medida.

Pese a que parezca algo de sentido común, uno de los componentes que diferencian a una gran startup de las demás es solucionar de una manera simple y efectiva un problema grande. Seis de cada diez startups que cierran lo hacen debido a que han creado productos y servicios que no tenían un encaje en el mercado. ¿Por qué es importante que el producto se desarrolle en torno a una necesidad? Para evitar el dilema de la tecnología.

Es decir, mientras que una startup es una organización ágil diseñada para buscar un modelo de negocio (exploración de modelos de negocio), una empresa es una entidad estructurada para ejecutar un modelo de negocio que ya existe (explotación de modelos de negocio). La actividad de búsqueda de un modelo e idea de negocio nuevas a través del cual resolver un problema potencial para el mercado es la parte más complicada de crear y formar una startup.

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Diferencias entre Startup y Pyme

En relación a las startups, es frecuente confundirlas con una pyme -pequeñas y medianas empresas con límites, entre otros, en sus recursos humanos y en su volumen de negocio.

Es relevante saber distinguir entre pyme convencional y startup. Las pymes convencionales salen al mercado tras haber invertido una cierta cantidad de dinero y debe esperar un tiempo para comenzar a disfrutar de beneficios. Las startups, en cambio, salen rápidamente al mercado para lograr el crecimiento y financiación necesarios a través de la transformación digital.

Aquí hay algunas diferencias clave:

  • Innovación: Aunque las pymes puedan contar con tecnologías de última generación, no basan -a diferencia de las startups- su modelo de negocio en la innovación.
  • Escalabilidad: Son negocios que buscan aumentar su magnitud e ingresos en periodos de tiempo cortos, sin que esto conlleve un aumento de sus gastos. Las pymes, por su lado, cuentan con visiones más tradicionales y están en el mercado con el fin de alcanzar una trayectoria más lineal.
  • Costes reducidos: No requieren un elevado coste de recursos para poner en marcha ni desarrollar su actividad. Esto les permite crecer más rápidamente y aumentar su margen de beneficios.
  • Financiación: Frente a la pyme, donde el capital externo es reducido o inexistente, las startups priorizan la inversión de terceros.

Por su parte, las pymes cuentan con visiones más tradicionales y están en el mercado con el fin de alcanzar una trayectoria más lineal.

Financiación de una Startup

Para poner en marcha una startup se requiere una inversión inicial con la que desarrollar productos, contratar personal, adquirir equipos y cubrir gastos operativos. No obstante, los costes de todo ello varían radicalmente según la industria, la escala y la ubicación geográfica.

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La financiación juega un papel clave en todo ello. Es el motor principal de toda startup.

Las dos fuentes de ingresos principales al inicio son mediante el capital aportado por los fundadores (bootstrapping) y el equity-funding, que no es otra cosa que dar participaciones o acciones de la empresa a un inversor a cambio de dinero. Ese inversor puede llegar de muy diferentes formas, como pueden ser:

  • FFF (Family, friends and fools): Se refiere a personas cercanas al entorno del emprendedor que aportan un capital reducido para apoyar cuando el proyecto está dando sus primeros pasos, y resulta pronto para disponer de la confianza de un inversor externo.
  • Capital semilla: Este aporte económico se realiza en una fase inicial de la empresa, más por el potencial de la idea y el equipo que la lleva a cabo, que por los resultados.
  • Crowfunding: Consiste en obtener la financiación a través de un colectivo o grupo de personas, vía Internet. Dentro de este mecanismo de financiación, existen dos tipos, como son otorgar un tipo de interés por el capital recibido (lending) o ofrecer a cambio acciones o participaciones de la empresa (equity).
  • Business Angels: Estos ángeles de los negocios, son personas especializadas en startups, que deciden apostar por determinados proyectos, con una inversión económica personal.
  • Subvenciones públicas: Existen diferentes opciones para conseguir inversión pública, ya sea a nivel Estado o Comunidades Autónomas, para las startups.
  • Incubadoras o aceleradoras: Se dedican a ayudar a acelerar el crecimiento de la startup, lo que da una mayor posibilidad de éxito, al estar tuteladas por expertos, y que luego pueden participar en la financiación del proyecto.
  • Venture Capital: Se refiere al concepto de capital riesgo, y que tiene lugar con la startup ya avanzada en su propuesta. Son aportados por fondos especializados de inversión y en mayores cantidades que otros tipos de financiación. Es habitual que esta financiación se divida en distintas rondas.

El capital semilla suele aparecer en la fase más temprana del ciclo de financiación de la compañía, cuando todavía no genera beneficios. Cuantas más semillas consiga la empresa, más altas serán sus posibilidades de crecimiento y normalmente, según el experto en rondas de ‘seed capital’ Carlos Guerrero, las inversiones rondan entre los 200.000 y los 700.000 euros.

Este tipo de inversión, conocido en español como capital riesgo, suele aparecer cuando la ‘startup’ se encuentra en una etapa más avanzada aunque todavía representa un riesgo.

Ley de Startups en España

El pasado diciembre el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, más conocido como Ley de Startups, que ahora se encuentra en tramitación parlamentaria, paso previo para su aprobación definitiva, que se espera que pueda llegar antes de final de año.

En este texto legal se incluyen medidas fiscales, se eliminan trabas burocráticas y se flexibilizan trámites para fomentar la creación y la inversión en startups. También se incluyen medidas para atraer y recuperar el talento internacional y nacional, favoreciendo el establecimiento en España de teletrabajadores y “nómadas digitales”.

En el texto del proyecto de ley se define a una startup como una empresa de nueva creación o de menos de 5 años, 7 años en el caso de empresas de biotecnología, energía, industriales y otros sectores estratégicos o que hayan desarrollado tecnología propia diseñada íntegramente en España, independientes de otras empresas, que no coticen en un mercado de valores, no distribuyan ni haya distribuido beneficios, tengan carácter innovador y tengan un volumen de negocios anual de hasta 5 millones de euros.

Etapas de una Startup

Además de la startup propiamente dicha, en función de crecimiento se puede hablar de distintos tipos de startups.

Aquí están las etapas principales:

  • Etapa seed o semilla: En esta fase, el proyecto toma forma y se busca el desarrollo de un producto mínimo viable que puedan probar clientes reales.
  • Etapa growth stage: En la fase de crecimiento, el producto ya se considera validado y es un momento de progresión rápida, en el que se contrata más personal y se realizan inversiones importantes.
  • Etapa de expansión: El producto ya está consolidado en el mercado y el objetivo es ampliar fronteras, bien geográficas o bien respecto a nichos de mercado.
  • Etapa de exit o salida: Esta etapa hace referencia a la venta de la startup, bien mediante la entrega de las acciones de los fundadores a otras empresas, bien mediante su salida a bolsa o su absorción por una compañía más grande.

Ejemplos de Startups Exitosas

Hoy en día, es muy común escuchar y conocer testimonios y ejemplos de casos de startups de éxito a nivel nacional e internacional, aunque lo cierto es que muchas de ellas, antes de triunfar, también fracasaron.

Algunos ejemplos son:

  • Factorial: Factorial es un software de recursos humanos para pymes con base en Barcelona.
  • Heura Foods: Es una startups catalana de carne vegetal que ha logrado facturar ocho millones de euros. Venden productos 100% vegetales, sostenibles y saludables.
  • Platanomelón: Esta empresa se ha hecho muy conocida en los últimos años hasta convertirse en la marca líder de juguetes eróticos.
  • Travelperk: TravelPerk se fundó en 2015 y ya cuenta con casi 500 trabajadores. Se dedica a la gestión online de viajes para pequeñas y medianas empresas.
  • Freshly Cosmetics: El sector de la cosmética natural es un mundo cada vez más en alza.
  • Colvin: Es una floristería online que conecta, mediante una plataforma, a los productores con los clientes.

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