Agosto de 1970. Marbella celebra la inauguración de su proyecto arquitectónico más emblemático: Puerto Banús. Hace medio siglo, el pequeño pueblo de pescadores que descubrió el príncipe Alfonso de Hohenlohe en 1946 ya se había convertido en un reducto de aristócratas y ricos en busca de sol y buena vida.
Según las crónicas, los festejos con motivo de la apertura fueron desmedidos. La celebración duró una semana. La guinda fue una cena para 1.000 personas. El fundador de Playboy, Hugh Hefner, se presentó rodeado de una corte de mujeres y un solo hombre, Roman Polanski. Desde Montecarlo aterrizaron Rainiero y Grace Kelly. Esa noche actuó Julio Iglesias y la princesa de Mónaco bailó con el artífice de todo aquello, José Banús Masdeu.
Su nombre quizá no les resulte familiar, pero el autor del que hoy es el puerto más famoso de España fue el empresario inmobiliario más influyente y poderoso del Régimen. Además de Puerto Banús, construyó dos conocidos barrios de la capital, La Concepción y el Barrio del Pilar, y fue el creador junto con sus dos hermanos de uno de los monumentos más controvertidos de nuestro país: el Valle de los Caídos.
Indagar sobre su existencia es una tarea tan vasta como el patrimonio que amasó. Obtener información, tan complejo como las obras que edificaba. Tras contactar con más de 15 descendientes, ningún miembro de su familia directa -tuvo 20 sobrinos y más de 50 sobrinos nietos- quiere participar en el reportaje.
El Legado de Puerto Banús
Su construcción más simbólica no necesita, sin embargo, presentación. En Puerto Banús hay famosos, tiendas de lujo y atracan más de 900 yates cada verano. El promotor llegó a la Costa del Sol en 1962 para visitar El Ángel, una extensa finca de 1.200 hectáreas junto al mar que compró por unos 200 millones de pesetas. En menos de una década, transformó aquel secarral desmayado en un universo de glamour.
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Para concebir Puerto Banús confió en Pierre Canto, el creador del puerto de Cannes; para levantar Nueva Andalucía, la exclusiva urbanización que lo rodea, contrató a uno de los mejores diseñadores del mundo, Noldi Schreck, responsable de parte de Beverly Hills.
El primer pueblo creado por un solo arquitecto estaba en las antípodas de donde creció José Banús, nacido en el seno de una familia numerosa y humilde de La Masó, una localidad de 200 habitantes del interior de Tarragona. La historia de su vecino más insigne es la de un hombre hecho a sí mismo. La hazaña del pequeño de seis los cinco hijos del modesto contratista Isidro Banús Queralt y el ama de casa Dolores Masdeu Punyed que abandonó la escuela a los 14 años para trabajar con su padre en la construcción.
Ascenso en Madrid y el Valle de los Caídos
Nuestro protagonista se mudó a Madrid con sus progenitores y sus cuatro hermanos -Dolores, Elvira, Isidro y Juan- antes de la Guerra Civil. Allí, en 1943, terminada la contienda -José fue espía del bando nacional y estuvo condenado a muerte- recibió el encargo que marcaría el punto de inflexión de su carrera: levantar el Valle de los Caídos. Tenía 37 años, casi 20 menos que cuando erigió Puerto Banús.
En dos décadas, este empresario trajeado, que fumaba con boquilla y tenía una voz cavernosa con marcado acento catalán, logró ascender hasta la cumbre.
El Valle de los Caídos fue el primer trabajo que acometió. Lo hizo junto con sus hermanos y socios de la empresa Hermanos Banús, los también promotores inmobiliarios Juan e Isidro Banús. Los tres fueron concesionarios del suministro de grava y de la realización de las carreteras de acceso al mausoleo. La sociedad Agromán, más tarde absorbida por Ferrovial, se encargó de la perforación de la cripta. Estudios y Construcciones Molán, de la edificación del monasterio. En 1952 se unió Huarte - la “H” de la constructora OHL-, quien levantó la cruz. Trabajaron unos 20.000 presos políticos.
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En abril de 1959, dos décadas después del final de la guerra, Franco pudo inaugurar “el templo grandioso de nuestros muertos”. Isidro Banús estuvo a punto de no verlo acabado. En aquellos años le diagnosticaron un cáncer fatal. Murió en 1961 en Alemania, donde había viajado para tratarse. Tenía 58 años y se había casado dos veces. “Le pidió a su hermano pequeño, José, que cuidase de sus hijos”, relataba Álvaro Banús, nieto de Isidro a Vanity Fair en 2019.
Uno de ellos, Javier Banús, siguió los pasos de sus antepasados y es arquitecto y constructor. En los ochenta se instaló en Marbella, donde ha ejercido su profesión: “Ha construido casas a rusos, judíos, árabes... y le diseñó la casa a Juan Abelló”, nos contaba Álvaro de su padre. Javier no trabaja solo. Su hija Marta, también arquitecta y especializada en reformas e interiorismo, es su socia en el estudio taller Banús Arquitectura.
Vida Personal y Matrimonio
Tras la muerte de Isidro, José colocó a varios de sus ocho sobrinos en sus empresas. Unos años antes, José y Juan ya habían tomado caminos separados. “Eran distintos. A José le gustaba salir en la prensa y tenía una intensa vida social. Juan se distinguía por la discreción”, reflexiona Jorge Lemos, autor del libro Puerto Banús, historia de un ambicioso proyecto.
En 1953, con 47 años, José compró unos terrenos en las afueras de Madrid y edificó una mole residencial, el barrio de La Concepción. En total, 8.000 viviendas sociales donde se instalaron los estratos más bajos de la sociedad. Juan, por su parte, no le andaba a la zaga y proyectó el barrio de Mirasierra, una de las zonas residenciales más elitistas de la capital.
Centrado como estaba en su profesión, José tardó tiempo en pasar por el altar. En 1961, tres meses después de enterrar a su hermano Isidro, se casó con la madrileña María del Pilar Calvo Sánchez de León. Él tenía 55 años; ella, 51. La señora de Banús era una mujer de rompe y rasga nacida en el seno de una familia acomodada de la capital. Había estudiado canto en Italia, tenía una gran voz para la lírica y el aspecto de una estrella castiza de la canción. Vestía de forma ostentosa, le gustaban las joyas y siempre iba perfectamente peinada.
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Al contraer matrimonio, decidió aportar a la empresa de su marido lo que mejor sabía hacer: sus dotes de relaciones públicas y anfitriona. “Lo ayudó mucho. Se encargaba de organizar comidas de negocios con gente importante en su casa de la calle Monte Esquinza de Madrid. Recibía fenomenal. En el sótano tenían una discoteca. Por las noches, invitaban a sus amigos y organizaban espectáculos.
Relaciones con la Élite
Desde 1970 los condes de Barcelona solían recalar en Puerto Banús con su yate Giralda. “En pleno franquismo, la aristocracia local acudía a rendirles pleitesía”, recuerda Pepe Marpy. Fue este fotógrafo, hoy ya jubilado, el primero en inmortalizar la finca que José Banús transformó en Nueva Andalucía.
En 1972 los reyes Juan Carlos y Sofía visitaron los predios del promotor en la Costa del Sol. Un año más tarde lo hicieron Franco y su esposa. José tuvo trato con la élite mundial. Compaginaba el veraneo entre Marbella, Biarritz y Montecarlo, donde alternaba con Rainiero y Grace. En España su camarilla la formaban los condes de Elda y Manuel Hidalgo, el médico de Franco.
La esposa de Banús era su aliada en la promoción del puerto. Pilar, además, era una mujer muy previsora. El año de su boda construyó un panteón de estilo neogótico donde el matrimonio sería enterrado. La leyenda dice que fue un regalo de su marido. Una demostración de amor eterno; su propio Taj Mahal. Sus cercanos ponen esta romántica versión en duda. Lo que sí es cierto es que José bautizó el proyecto urbanístico que lo hizo despegar con el nombre de su esposa.
El Barrio del Pilar
Esta zona tampoco necesita presentación. El promotor construyó unas 14.000 viviendas destinadas a satisfacer la demanda de los inmigrantes que llegaban a la ciudad desde zonas rurales. La rentabilidad estaba asegurada. Cada uno de los inmuebles le costaba 35.000 pesetas -200 euros- y los vendía por 100.000 pesetas -600 euros-. Además, gracias a su cercanía con las administraciones, Banús recibía dinero del erario público por “estimular la construcción de viviendas”. El negocio era redondo. “Conseguía tratos de favor. Incluso participó en la comisión de urbanismo que tenía que recalificar los terrenos de El Pilar. Así eran las cosas en la dictadura”, desliza el periodista de investigación Mariano Sánchez Soler.
Josefina Banús: Una Hija Secreta
Mientras el Barrio del Pilar daba sus primeras señales de vida y José Banús ampliaba su fortuna, en febrero de 1963 nacía en Madrid la pequeña Josefina Banús. Había sido concebida más de un año después de que el promotor se casara con Pilar y había crecido en la clandestinidad mediática. Oficialmente, el empresario no había tenido descendencia. Aquella niña es hoy una mujer de 57 años y reside en Sevilla con su marido, Fernando de la Lastra Marcos, un reputado empresario vinculado a la nobleza hispalense. La pareja tiene un hijo.
Tras su muerte en 1984, una joven llamada Fina reclamó ante el juez ser hija de José Banús. Su muerte a causa de un angioma en 1984 pasó desapercibida para la prensa. Fue enterrado en la capilla de mármol del sepulcro que su esposa levantó unos años antes en el cementerio San Isidro de la capital -y no en Mingorrubio, tal y como se ha publicado-. Desaparecido el promotor, Fina acudió a los tribunales para pleitear por ser reconocida legalmente como su hija. Tras conseguirlo en 1985, accedió a su parte legítima de la herencia. Actualmente, Josefina regenta una SICAV con activos millonarios.
Conflictos Hereditarios en la Familia Banús
Los Banús están acostumbrados a las guerras judiciales. Cuando Juan Banús falleció en 1980, legó a sus cinco hijos -Pilar, Elvira, María Dolores, Antonio y Juan- un patrimonio de más de 50 millones de euros. Tras construir Mirasierra se había convertido en millonario. Hoy la discreción que este empresario practicó en vida se ha visto salpicada por las consecutivas batallas por su herencia. Aunque en su testamento estipuló una cláusula que penalizaba a los herederos que pleitearan entre ellos, sus tres hijas consideraron que sus hermanos habían sido mayormente beneficiados y les reclamaron una compensación de 33 millones de euros. En 2014 el Tribunal Supremo dio la razón al fallecido y las tres hijas se tuvieron que conformar con la legítima. El enfrentamiento continúa entre algunos de sus nietos.
La familia Banús sigue siendo una de las más extensas y discretas del tejido económico español. Más allá de las gestas de los tres hermanos Banús -Juan, Isidro y José-, las mujeres de la casa también consiguieron su lugar en la sociedad española. Dolores Banús se casó con el catalán Juan Miarnau, un empresario inmobiliario que convirtió Salou (Tarragona) en un referente turístico para la clase media. Estos descendientes se han convertido en una de las familias más ricas de Cataluña con un patrimonio de 410 millones de euros y conexiones al más alto nivel político. Elvira Banús, por su parte, se casó con Josep Vallvé, muerto en la Guerra Civil, y resultó ser la más discreta de los cinco hermanos.
Declive del Imperio Banús
Cuando Franco murió, en 1975, el imperio del promotor José Banús empezó a agonizar. -30 millones de euros- y tuvo que presentar un concurso de acreedores. A la crisis del petróleo de los años setenta se unió una nueva forma de hacer negocios y el relevo generacional en la escala política. Aunque tuvo varios intentos de compra, ninguno llegó a buen puerto. José María Ruiz-Mateos quiso hacerse con la inmobiliaria, pero el Banco de España desautorizó la operación. En 1980 el propio José viajó a Arabia Saudí para cerrar una operación con el rey Fahd por unos 30 millones de euros. A cambio, el monarca se quedaría con gran parte de Nueva Andalucía y Puerto Banús. Tampoco hubo trato. El imperio Banús siguió cayendo en picado. Fue entonces cuando entró en escena Alberto Vidiella, hijo de una prima segunda del constructor, quien, sin un delfín para sucederle, le vendió las acciones de Puerto Banús.
De aquel patrimonio milmillonario que calcularon a José en sus mejores tiempos solo quedaron cuatro millones de euros cuando su viuda, Pilar Calvo Sánchez de León, murió en 1996. Una cantidad que donó a su fundación homónima. Hoy las elegantes celebrities que paseaban antaño por Puerto Banús se han convertido en oligarcas rusos en chanclas y pocos saben que el nombre del puerto más famoso de España corresponde al apellido de un gran constructor: “A veces, cuando enseño mi DNI, la gente comenta: ‘Ah, como el puerto”, recordaba su sobrino nieto a Vanity Fair.
| Año | Acontecimiento |
|---|---|
| 1906 | Nace en La Masó, Tarragona. |
| 1943 | Recibe el encargo de construir el Valle de los Caídos. |
| 1961 | Se casa con María del Pilar Calvo Sánchez de León. |
| 1962 | Compra la finca El Ángel en la Costa del Sol. |
| 1970 | Inauguración de Puerto Banús. |
| 1984 | Fallece a causa de un angioma. |
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