La Montaña Rusa del Emprendedor: Entendiendo las Emociones de un Emprendedor

Emprender es una experiencia que va más allá de la simple creación de un negocio; es un camino lleno de incertidumbres, desafíos y, sobre todo, una constante montaña rusa de emociones. Incertidumbre, miedo, inseguridad, enfado, soledad, euforia, impaciencia, frustración, estrés, desmotivación, inmadurez, dejadez… ¿Cómo se gestiona todo eso?

Emprender es algo realmente duro, que va a ponernos totalmente a prueba emocionalmente como personas. Nuestra autoconfianza, determinación, valor y sobre todo, sentido común van a ser puestos a prueba.

El Doble Filo del Emprendimiento: Maníaco-Visionario vs. Incrédulo-Pesimista

Para emprender es necesaria una sensación casi mesiánica de que vamos a tener éxito, que nos vamos a comer el mundo y que estamos destinados para ello. Que si trabajamos duro conseguiremos todo lo que queramos.

Pero para emprender, también, es necesaria cierta dosis de incredulidad que nos obligue a estar cuestionándonos día a día si los estamos haciendo bien, si el camino que hemos adoptado es el correcto… y ser muy conscientes de que hay probabilidades de que fracasemos.

Y, lo difícil, es no dejar que ninguna de las dos desórdenes nos domine… algo imposible al principio, lo que nos lleva a sufrir una de las situaciones más complicadas del emprendimiento: la montaña rusa del emprendedor. Por que el camino del éxito es más complicado de lo que nos han contado.

Lea también: Emprendimiento en España: análisis completo

¿Qué es la Montaña Rusa del Emprendedor?

La montaña rusa del emprendedor es como llamamos a las continuas subidas y bajadas de ánimo que uno sufre cuando está emprendiendo. Que hace que un día se sienta el rey del mundo y al siguiente un desgraciado que acabará en la bancarrota. Y sufrirla no es malo, es lo normal. Lo importante es ser consciente de ello y actuar en consecuencia… porque lo que nos sucede al emprender es digno de una película:

Las Etapas de la Montaña Rusa

  1. Optimismo Patológico: En las primeras épocas somos optimistas patológicos, y tendemos a sobreestimar (a pesar de todas las advertencias y signos) las posibilidades de que las cosas vayan a salir bien, de que lleguemos a buen puerto. Desechamos cualquier comentario negativo con un gesto, ya que, sólo vemos fajos de billetes de 100€ lloviendo del cielo, y nos imaginamos en el éxito… lo que hace que el primer tropiezo sea más duro.
  2. Motivación Decreciente: Tras el primer bache, nuestra motivación baja un poco pero seguimos creyendo en nuestras posibilidades… aunque no haya motivos para ello. Aún no hemos tocado fondo, y es habitual que sigamos cayendo. Y aunque oficialmente seguiremos sin hacer caso a los cenizos que no paran de decir que vamos a fracasar, en la realidad empezamos a considerar la posibilidad.
  3. El Terror y la Realidad: Hay un punto donde el optimismo es reemplazado por el terror. Por la sensación de “¿dónde me he metido?”… y, de repente, nos damos cuenta de dónde nos hemos metido realmente. De lo difícil que es que nuestra idea llegue a buen puerto. Nos damos cuenta que las estadísticas de cierre de empresas también van con nosotros y que nos pueden afectar… y que puede que lo perdamos todo.
  4. Desorientación e Incertidumbre: Seguido a eso viene una época de absoluta desorientación donde la incertidumbre es máxima… y donde nos sentimos perdidos. Y el no saber por dónde tirar hace que sintamos que nos hemos equivocado, que somos unos impostores, que seguro que un emprendedor “de los buenos” sabría qué hacer (nada más lejos de la realidad). Aquí es clave romper los patrones de pensamiento negativo (ver+ TIP) que sólo nos hundirán más y matarán nuestra creatividad y pasión.
  5. El Punto de Quiebre: Mucha gente en el punto anterior decide cerrar su empresa, se dan por vencidos y renuncian a su pasión, ya que creen que eso de emprender no es para ellos. Y puede que sea así, pero la realidad es que no se han dado tiempo suficiente para explorar, para pivotar la idea y buscar otras formas de ejecutar. Para recuperar la ilusión. Pero es normal lo que les ha pasado, hay una estadística que dice que una empresa pivota de media 2,7 veces antes de tener éxito… así que quizás hay que volver a levantarse y buscar otra forma. Cambia el plan, pero no cambies la diana.
  6. Recuperación y Nuevo Camino: Si hemos conseguido superar la fase anterior y recuperar la pasión es habitual que por fin encontremos otro camino, posiblemente diferente al que teníamos en la cabeza… pero un camino al fin y al cabo. Y consigamos algunos clientes, cierto “momentum” y volvamos a “subir»… y caigamos de nuevo en una fase maníaca en la que estaremos convencidos que nos vamos a comer el mundo… justo antes de pegarnos otro batacazo. Y vuelta a empezar.

Ni la experiencia ni el tiempo hace desaparecer la montaña rusa. Sólo hace que las caídas no sean tan pronunciadas y las subidas tampoco. Nos enseña a encajar los golpes y a no pasar demasiado tiempo auto compadeciéndonos.

A escuchar a todo el mundo, tanto a los críticos como a los que creen en nosotros… pero sin hacer demasiado caso a ninguno, sacando tus propias conclusiones. A mantener cerca a tu familia y pareja, ya que, ellos van a ser tu cinturón de seguridad en este complicado y duro viaje. Y debemos estar preparados para el fracaso… intentando por supuesto fracasar “en pequeño”, pero extrayendo todas las lecciones del proceso.

Herramientas para Afrontar la Montaña Rusa

El emprendimiento es una montaña rusa emocional llena de altibajos. Sin embargo, con las herramientas adecuadas, puedes transformar este viaje en una experiencia enriquecedora que te fortalezca tanto como emprendedor como persona.

  • Reconoce y rastrea tus emociones: Utiliza un diario emocional para identificar patrones y desencadenantes emocionales.
  • Practica mindfulness y meditación: Aplicaciones como Headspace o Calm pueden ser un buen punto de partida para aprender técnicas de relajación y manejo del estrés.
  • Desarrolla resiliencia: Aprende de tus fracasos y desafíos.

Diario Emocional

Mantener un diario emocional puede ser una forma efectiva de rastrear tus estados de ánimo y emociones a lo largo del tiempo. Esto puede ayudarte a identificar patrones y desencadenantes, lo que es útil para desarrollar estrategias de afrontamiento, es decir, para manejar mejor tus emociones.

Lea también: ¿Sueñas con emprender? Descubre cómo lograrlo

Te dejo algunas pautas que podrán ser de utilidad por si no estás familiarizado/a con esta efectiva herramienta:

  • ➡️ Frecuencia: Establece un horario regular para escribir en tu diario, ya sea diario, semanal o en momentos de alta tensión emocional.
  • ➡️ Formato: Decide si prefieres un diario físico o una aplicación digital, como la app de notas de tu smartphone o cualquier otra. Ambos tienen sus pros y contras, así que elige el que mejor se adapte a ti.
  • ➡️ Ambiente: Busca un lugar tranquilo y cómodo donde puedas escribir sin distracciones.
  • ➡️ Inicio: Comienza cada entrada con la fecha y la hora, y quizás incluso con tu estado de ánimo actual para tener un punto de referencia.
  • ➡️ Descriptivo pero conciso: Describe tus emociones y pensamientos de la forma más detallada posible, pero sin extenderte demasiado. La idea es capturar la esencia de tus emociones.
  • ➡️ Causa y efecto: Intenta identificar qué eventos o circunstancias desencadenaron tus emociones. Esto te ayudará a encontrar patrones y posibles soluciones.
  • ➡️ Sin juicios: Escribe libremente, sin juzgar tus emociones o pensamientos. Este es un espacio seguro para ti y nadie lo leerá a menos que tú lo permitas. Es crucial que lo guardes en un lugar seguro o que establezcas una contraseña de acceso.
  • ➡️ Reflexión: Dedica un momento al final de cada entrada para reflexionar sobre lo que has escrito.

Mindfulness

El mindfulness es una técnica poderosa para gestionar el estrés y la ansiedad. Aunque lo ideal es consultar con profesionales, puedes empezar utilizando aplicaciones como Headspace o Calm para iniciarte. Estas apps ofrecen sesiones de meditación guiadas que puedes hacer en cualquier momento para centrarte y relajarte.

Herramientas de Gestión del Tiempo

Aplicaciones como Asana o Trello pueden ayudarte a organizar tus tareas y proyectos, lo que a su vez puede reducir el estrés y la sensación de estar abrumado. Eso sí, si tu negocio crece, probablemente tendrás que migrar a un ERP. En nuestro caso, utilizamos un Dolibarr adaptado a nuestras necesidades. ¡Créeme, realmente necesitarás todas estas herramientas de gestión emocional para afrontar un cambio así!

Libros y Pódcast

Hay una amplia variedad de libros y pódcast que ofrecen consejos prácticos y estrategias para gestionar las emociones y el estrés en el ámbito del emprendimiento. Un buen punto de partida podría ser el libro "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva" de Stephen R. Covey, un clásico que proporciona un enfoque integral para abordar problemas tanto personales como profesionales. En el ámbito de los pódcast, te recomiendo "Open Startups by Minimalism", conducido por Pepe Martin Garcia y Victor Rodado Frutos. Este programa se enfoca en la transparencia empresarial y aborda temas como márgenes, gestión y modelos de negocio. Te ayudará a ver el mundo desde otra perspectiva y a pensar a largo plazo, lo cual es beneficioso en muchos aspectos, especialmente en el emocional.

El Éxito del Emprendedor

Al final, la clave es no hundirte demasiado cuando estás abajo, ni hincharte demasiado cuando estás arriba. Estás viviendo la montaña rusa del emprendedor, así que ten sentido común y relativiza tu situación. Hasta donde yo sé, ser emprendedor no es fácil.

Lea también: Guía Legal para Emprendedores Españoles

Todos los días vas a ser desafiado. Vamos a trabajar más duro de lo que pensábamos que era posible, a vivir con un gran estrés fuera de nuestra zona de confort durante mucho tiempo y a pelear con temas de los que no tenemos ni idea… algo que no sólo es emocionalmente agotador sino que va a desafiarnos como personas.

Lo importante no es cuántas veces caes, sino cuántas te levantas.

tags: #montaña #rusa #del #emprendedor #etapas